La música era totalmente ensordecedora.
Tal vez venir esta noche al bar no había sido una gran idea como Jungkook pensó, pero no tenía opción. No después de que al llegar a su casa buscar alguna ropa de cambio, se topó con la sorpresa de que su padre y algunos de sus estúpidos amigos, estaban dentro. Fue entonces que decidió solo entrar a buscar nueva ropa y tan rápido como lo hizo, escuchó que su padre le llamaba para que "conozca" a sus nuevos amigos. No le quedó alternativa más que salir lo más rápido que pudo. Aun mientras escuchaba los gritos detrás de él llamándolo por su nombre.
¿Por qué estaba ahí? Bueno, sinceramente desde que tenía memoria, Jungkook detestó tener que tolerar vivir con su padre. Después de la muerte de su madre y el cambio drástico que tuvo al irse a vivir con su padre, todos sus días se basaban en abusos e insultos.
Y después de aguantar tanto, no lo soportó más. Fue entonces que cuando él tuvo la edad suficiente para dejar de parecer tan joven, comenzó a ir a los bares de la zona más peligrosa de la ciudad, tal vez porque ahí no le harían preguntas respecto a su edad. Y mientras buscaba hombres lo suficientemente ricos que pagaran por los tragos, una noche uno de ellos le ofreció llevarlo a un hotel a cambio de dinero. En aquel entonces, un Jungkook de tan solo 16 años, aceptó. Porque preferiría tener que vender su cuerpo cada noche para al menos tener un lugar donde dormir, que a volver a recibir el constante maltrato de su padre.
—Vaya, vaya, Pero miren a quien tenemos aquí. No es nada más ni menos que la maldita zorra de Jeon.
Desde que Jungkook escuchó la odiosa voz, supo de quien provenía.
—Jackson. —Mencionó sin más.
El nombrado al escucharlo no tardó demasiado en tomar uno de los asientos al lado de Jungkook. De por sí, Jungkook no estaba de humor para tener que tolerar las estupideces de Jackson esa noche.
—¿Qué a sido de ti? Hace ya buen tiempo no venias a vender tu culo por aquí—Preguntó mientras con señas, le ordenó alguna bebida fuerte al bartender.
—¿Y tú que me dices de ti?—lo observó de reojo—¿Acaso sigues usando tu micropene para satisfacer a los clientes? Tranquilo "tigre". No pienso llevarme a tus asquerosos clientes por ahora.—Contraatacó.
Jackson al escucharlo, lo sujetó sin remordimiento de aquella camiseta negra que Jungkook llevaba puesta esa noche. Su mirada reflejaba total ira. Jungkook había tocado un tema jodido para el mayor. Conocía el temperamento de Jackson y sabía que nada terminaría bien esa noche.
—Escúchame bien maldito imbécil, no me compares con una simple perra como tú.—soltó sin piedad, acompañada de una corta risa burlona—¿Crees que le tengo envidia a alguien como tú por dejarse follar? Tan solo eres una sucia escoria que lo único que busca es un lugar donde dormir a cambio de su culo. Ni siquiera te importa el dinero, Así que, ¿Quién es realmente el asqueroso aquí?
Sabía perfectamente que Jackson lo odiaba, no sabía desde cuándo, pero desde que lo conocía, su trato hacía él era arisco y lleno de total desprecio. ¿Por qué siempre tenia que molestarlo y no quedarse callado por una jodida vez? Usualmente Jungkook lo soportaba bastante bien, pero por alguna extraña razón esta noche no pudo controlarse
Porque sin darse cuenta ya estaba repartiéndole varios puñetazos a su rostro, comenzando una pelea.
—Eres. Un. Maldito. Cretino.—Jungkook hablaba con cada puñetazo que lanzaba—¡Fui lo suficientemente claro como para que cerraras la puta boca!
Las personas empezaron a rodearlos expectantes de lo que pasaba. Era obvio que en ese lugar de mala muerte nadie se metería a detener la pelea. Jungkook seguía brindando puñetazos hacia Jackson, pero en un mal movimiento no se dio cuenta cuando este lo empujó e instantáneamente sintió como los golpes iban directo a su rostro sin piedad. Los roles habían cambiado.
—¡¿Cómo te atreves a golpearme?!—Espetó con total furia mientras seguía golpeándolo—Maldito chupapollas. Esta noche te enseñare quien carajos es el que manda
Jungkook no supo por qué, pero no tenía fuerzas como para defenderse de los golpes, o por lo menos contraatacar. Se sentía vacío, y totalmente despreciable. Pensaba que tal vez era realmente lo que se merecía, por joder la vida de Namjoon, por ser una total decepción, y tal vez... Por haberle dicho cosas tan feas a ese bonito castaño.
¿Realmente se merecía todo eso?
Después de incontables golpes, Jackson lo observó con total desprecio y lleno de soberbia al verlo en el piso lleno de golpes y con sangre que rodeaba partes de su cuerpo y rostro. A decir verdad, no se sentía totalmente satisfecho, y eso era evidente. Porque desde que lo conoció, tan solo había sido un maldito estorbo en su vida. Era él quien le quitó el puesto que tanto le había costado obtener en ese lugar. Por culpa de él había muchas noches en las que no obtenía el dinero suficiente para pagar las deudas del hospital y a consecuencia, su madre enfermaba cada vez más. Todo era su jodida culpa.
Y se iba a vengar.
Jackson al notar como dos de los de seguridad estaban cerca, los llamo chasqueando los dedos y tendiéndoles unos cuantos billetes.
—Llévenlo al callejón y no lo dejen escapar hasta que yo llegué.—ordenó mientras los hombres asentían y a rastras se llevaron el cuerpo del pelinegro quien luchaba por no ser arrastrado a aquel lugar.
Las personas al notar como Jungkook era llevado contra su voluntad fuera del lugar, empezaran a soltar ruidos de molestia. No por el pobre muchacho, sino porque la intriga los estaba consumiendo por saber que pasaría. Era obvio que, en un lugar como ese, la gente era repulsiva y totalmente despreciable, Jackson no esperaba menos.
—¡Regresen a sus mierdas que nada ha pasado aquí!—gritó con total ironía mientras se reía al recordar lo impertinente que había sido Jeon Jungkook por golpearlo y tratarlo de esa manera.
Rápidamente pagó por el maldito trago que ni siquiera pudo beber y salió con destino hacia el callejón cerca del bar. Porque tal vez esa noche, Jackson no podría acostarse con algún cliente por la estupidez de Jeon, pero lo haría pagar.
Y de la peor forma posible.
©Mayo
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Guardián Del Alma | TaeKook
FanfictionDinastía Joseon, Año 1598 La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos. Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...