Dinastía Joseon, Año 1598
La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos.
Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...
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¿Estaba haciendo lo correcto?
Sentía que sí, pero a la vez que no.
Lo estaba abrazando. Y si bien no fue el quien buscó el contacto de alguna manera, escuchar el doloroso llanto de Jungkook tan solo le causaba unas inmensas ganas de protegerlo. ¿Entonces porque sentía que no era totalmente lo mejor?
Quien sabe... Tal vez porque como siempre, Taehyung no pensaba en las terribles consecuencias que le traerían esto a su corazón. No podía pensar en el cuando aún escuchaba leves quejidos sobre su hombro izquierdo, lugar donde estaba oculto el rostro del pelinegro.
Se sentía aliviado. Por un momento creyó que sus palabras no moverían ninguna fibra en el corazón de Jungkook. Pero en el instante en que Jungkook se aferró a su pecho, pudo darse cuenta que sus palabras habían calado tan profundo que ni el siquiera podía imaginar cuanto les afecto al menor.
Taehyung sintió como lentamente el peso sobre su hombro se hacia cada vez más liviano, percatándose de que Jungkook, aún con los ojos rojos e hinchados, lo estaba mirando fijamente. Con su rostro a escaza distancia del suyo.
—No hagas preguntas. Porque ni siquiera sé porque hice esto.
Taehyung, mientras aún sin darse cuenta que seguía abrazándolo, soltó una pequeña risilla. La cual causó un terrible sonrojo en Jungkook, quien solo pudo apreciarlo en silencio.
—¿Mis palabras llegaron a Jeon Jungkook? Woah, de seguro hoy lloverá.
—Se ve que realmente quieres morir ¡¿No es así idiota?! —Amenazó.—Tranquilo, te voy a cumplir el deseo.
El mencionado trató de zafarse de los brazos de Taehyung, pero fracasó rápidamente.
—Si crees que te soltaré para que e mates, estás equivocado. ¿Sabes? No tengo planes de morir ahora.—Bromeó. Y aunque Jungkook lo empujaba y trataba de alejar, fue Taehyung quien dio esta vez el primer paso y lo abrazó. —No cuando tengo que salvarte.
Tal vez fue por el aura del lugar que ni Taehyung pudo identificar el momento en que se le escaparon esas palabras. Agradecía internamente que Jungkook solo estaba en silencio, pero a la vez, tenía muchísima intriga. El realmente quería saber por qué Jungkook estaba ahí.
El porqué de sus lágrimas, y sobre todo...
El porqué de la futura decisión de quitarse la vida.
—¿Realmente no tienes mejores cosas que hacer, no es así? — Resopló. —Supongo que dejaré pasar esto hoy. Pero cuando salgamos de aquí, ni tú ni yo nos conocemos, ¿Te quedó claro? Créeme, andar conmigo solo te traerá problemas y luego no quiero tener que soportar tu cara de lástima todo el tiempo.
—Pero hace un momento, tú...
—Oye, yo digo cosas estúpidas todo el tiempo ¿Bien? Esta es una de esas. —trató de burlarse e ignorar la pequeña y solitaria mirada del castaño—Así que cuando salga de aquí, toda esta mierda se quedará en el olvido. ¿Sabes qué? Iré a ver la puerta, tal vez ya esté abierta.
Y mientras se removía tratando de salir e ir a tratar de abrir la puerta, Jungkook sentía como el cuerpo de Taehyung estaba tan cerca del suyo que hasta parecía poder sentir su respiración cerca de él.
Y todo se detuvo. En tan solo un instante al escuchar su voz.
—¿Realmente eso es lo que quieres? Está bien. Te dejaré tranquilo cuando todo esto acabe. ¿Pero sabes? Hay cosas que pasan por una razón Jungkook. Tal vez, una de esas sea el que nos conozcamos hoy—El castaño soltó su agarre y poco a poco fue tomando distancia. —Déjame ayudarte, realmente yo puedo hacerlo, por favor...
—Realmente eres estúpido ¿No es así? —Exclamó con una mirada llena de furia—¿Acaso crees que lo que quiero es ayuda? ¡Ja! Taehyung, he vivido prácticamente solo, he pasado tantas mierdas que ni siquiera se si debería sentirme orgulloso de eso y aún estar con vida. —Jungkook totalmente amenazante se acercó hacía Taehyung y lo miró directamente a los ojos, pero esta vez con una mirada llena de furia. —Así que si crees que lo que necesito es tú ayuda de mierda, estas equivocado. No te necesito. ¡No te necesito a ti ni a nadie!
Ambos sentían como el incómodo silencio comenzaba a llenar el lugar. ¿Es que acaso ese torpe no le respondería? Jungkook se preguntaba porqué estaba en silencio y con la mirada totalmente perdida. ¿Se habría sobrepasado? No.
Ese idiota era quien se había sobrepasado, y aunque la oferta le parecía tentadora, Jungkook no quería que alguien como él lo quiera salvar. Sonaba estúpido, pero él tan solo quería un apoyo a su lado cuando lleguen los peores momentos de su vida, o cuando las voces regresaran a molestar su consciencia. Él tan solo quería...
Un amigo de verdad.
—Taehyung yo...-
—¡¿Tae?! —Ambos escucharon como una voz sonaba del otro lado de la puerta de salida, interrumpiendo al menor. Taehyung pudo reconocer la voz de Soobin al instante que lo sacó de sus pensamientos. —¡¿Taehyung, estás ahí?!
Tal vez... Si tan solo nadie hubiera interferido en ese momento, las cosas hubieran sido totalmente diferentes. Pero muchas veces así es el destino...
Lastimando a quienes no lo merecen.
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