25: Nadie como tú

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—¡¿Soobin?!—Taehyung corrió hacía la puerta, dejando atrás a Jungkook quien aún seguía absorto en sus pensamientos

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—¡¿Soobin?!—Taehyung corrió hacía la puerta, dejando atrás a Jungkook quien aún seguía absorto en sus pensamientos.—¡¿Eres tú?!

—No tonto, soy Santa Claus. —dijo con palabras llenas de sarcasmo. —¡Claro que soy yo! ¿Quién más sino? —Preguntó aún del otro lado de la puerta. —Ahora, ¿Puedes decirme como es que terminaste en la azotea? ¿No deberías estar en clase? ¿Y porqué la puerta está cerrada?

—Al parecer la puerta se trabó y no se puede abrir. Lo he intentado, pero nada funciona. Además, yo...

Y cada que el castaño seguía hablando, Jungkook sentía como su voz se volvía lejana y la dejaba de escuchar, se quedó en silencio. Si no lo hubieran interrumpido... ¿Qué clase de estupidez iba a hacer? ¿Le iba a pedir disculpas a Taehyung? Es decir, sabía que no se había expresado de la mejor manera, y que el silencio de Taehyung después de eso lo hizo sentir aun peor, lo entendía. Pero no entendía porque sentía una punzada de dolor en el pecho.

"Maldita sea Jungkook, es un desconocido. Esto no tiene porqué afectarte, si él termina odiándote, no es de tu jodida importancia... ¿Cierto?" Pensó.

Pero mientras seguía tratando de convencerse sobre el porqué no tenía que disculparse, y actuar como si sus filudas palabras no hubieran causado nada en Taehyung, este lo miró fijamente como si esperara alguna respuesta de su parte. Fue en ese momento que el pelinegro se dio cuenta que le estaba hablando a él y reaccionó.

—¿Eh? ¿Dijiste algo?

—Dije que Soobin— Cortó—La persona del otro lado, irá a buscar ayuda. Así que será mejor que te escondas hasta que salgamos y puedas salir.

Jungkook podía notar como la voz de Taehyung estaba apagada. Él estaba tan cerca de él, pero lo sentía lejano. Como si tan solo estuviera diciendo palabras monótonas que pudieran evitar una catástrofe de emociones.

—De acuerdo.—Jungkook se acomodó su chaqueta tratando de desaparecer las arrugas que se formaron por el repentino abrazo que hace tan solo instantes, había aceptado gustosamente. Se alejó a pasos lentos de la salida, y tan solo cuando escuchó unas voces acercándose, se apresuró en esconderse detrás de uno de los contenedores que yacían a un lado de la azotea.

En ese instante, Le parecía extraño que aún con el gran lio mental que tenía, las voces dentro de él que siempre lo atormentaban, no hayan aparecido. ¿Por qué entonces en este momento sentía su pecho doler y su mirada queriendo volverse borrosa por las lágrimas? A decir verdad, preferiría tener que lidiar con las aterradoras voces que a tener que reflejar en su memoria la mirada que le dedicó Taehyung hace instantes cada que cerraba los ojos.

—Esta bien—Susurró repetitivamente, como si de alguna especie de autoconvencimiento fallido se tratara—Estás bien...

Tal vez muy en el fondo Jungkook sabía que había actuado como un idiota. Pero no cambiaría nada. Lo que menos buscaba era arruinarle la vida a otra persona con sus problemas de nuevo. Además... ¿Qué podría ofrecerle? ¿Una amistad sincera? Ridículo.

Guardián Del Alma | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora