—¿Qué?— Taehyung preguntó confuso.—Huan-ning deja de bromear por favor, esto es enserio.
—Huan-ung—corrigió.
—¡¿Eso importa?!— Taehyung estaba alterado, esto no podía ser real. Realmente era una pesadilla. El castaño tan solo pedía a todos los dioses (menos Huan-ung obviamente.) que por favor lo sacaran de aquel extraño sueño y lo despertaran.
Aun así, sospechaba que estaba involucrado en esto más de lo que hubiera querido.
Mientras aún estaba algo aterrado y confuso, miró a Soobin. Su rostro lo decía todo. —Tú... ¿Tú también lo sabías cierto?
Soobin solo se quedó en silencio, haciendo que Taehyung confirmara sus sospechas. Ellos prácticamente lo habían estado manipulando ¿Verdad?. Poco le importaba lo que ambos sabían, pero aquello involucraba a Jungkook. Y si eso lo hacía, pues era razón suficiente para hacer enfurecer a Taehyung.
—Pudiste haberlo salvado... ¡Tú pudiste al menos intentarlo!—protestó lleno de ira. —Tú y ese mocoso sabían que Jungkook moriría y no hicieron nada. ¿Es que acaso tienes compasión? Él- — se detuvo—Pudiste salvarlo... ¿Por qué?
Todo era tan doloroso. No entendía absolutamente nada, y eso lo hacía enfurecer aun más. Taehyung detestaba el hecho de que al menos había una mínima posibilidad de salvar a Jungkook, pero nadie hizo nada.
—Lo siento Taehyung.—Huan-ung observó al castaño mientras su expresión se endurecía.—Si no fuera porque Soobin cambio tu destino, la historia seguiría su curso y tú estarías muerto. Enserio créeme con lo que dije hace un momento. No pude salvarlo porque no podía intervenir y empeorar las cosas...
—¿Empeorar las cosas? ¡¿Cómo sabes que pudiste haber empeorado algo?!
—¡Porque lo intenté!— respondió alzando la voz. —¡Lo intente con la primera reencarnación! ¿Pero sabes que pasó? ¡Exacto! ¡Lo arruiné otra vez y terminé por hacer que las cosas se volvieran cada vez peor!
El Dios seguía recordando como aquella vez que trató de ayudar a las primeras reencarnaciones, solo les causó más tragedia irremediable. Aun recuerda como por su culpa a la reencarnación de la osa, terminaron por asesinarlo su propia familia. Corrompida por el odio y la locura.
Fue desde ese momento que el decidió por cuenta propia que lo mejor sería no intervenir. Tal vez solo quedaba esperar a que el destino cambie por sí solo.
Pero estaba equivocado. Y se dio cuenta al ver a Taehyung en ese momento.
—Pudiste seguir intentándolo, ¡Pudiste luchar! ¡¿Cómo pudiste preferir dejar que aquellas almas sufran el maldito destino que tú causaste?!— Taehyung parecía escupir aquellas palabras llenas de dolor, palabras llenas de rencor. —...Eres un maldito cobarde.— Mencionó entre dientes alejándose de Huan-ung cada vez más y más. Estaba seguro que si seguía discutiendo, terminaría por decir cosas de las que se arrepentiría. Porque tenía tantas cosas, tantos pensamientos que lo estaban destruyendo lentamente y necesitaba más que nunca estar solo.
Huan-ung quiso ir tras él, pero al darse cuenta Soobin lo detuvo.
—Dale su espacio, asimilar todo esto no es fácil.
Soobin tenia razón. Aunque el menor también estaba enojado por el engaño del Dios, no podía ser débil. Lo que menos necesitaban ahora era que Taehyung siga enojado, pero era entendible. Enterarte de tantas cosas a la vez es duro, y más aún si una de esas es algo tan aterrador como que tu pareja estaba destinada a morir desde... Siempre.
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Guardián Del Alma | TaeKook
FanfictionDinastía Joseon, Año 1598 La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos. Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...