09: Si el destino es tragedia, debes ser tú quien busque la felicidad.

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—Debemos regresarlo—Afirmó aquel hombre que parecía ser un Dios a ojos de Taehyung.

—Morirá.—Soobin lo cortó y con una mirada amenazante tomó fuerzas para hablar.—Todo Joseon quiere matarlo. Si lo regresas ahora, o lo matan ellos.—Señaló a Taehyung.—O lo más seguro es que el terminará suicidándose.

Para Soobin, estar tanto tiempo encerrado en aquel lugar, era asfixiante. Simplemente no entendía el porqué para ese dios estaba mal querer ser libre. ¿Acaso lo mejor no sería poder librarse de todo esto? A decir verdad, Soobin estaba casi igual de confundido que Taehyung. Creyó que al menos el viejo lograría entender la situación, pero se equivocó.

En realidad, ni siquiera el mismo sabe cómo fue que llegó a ese lugar. Como es que si quiera pudo conocer a Huan-Ung y que estaba haciendo ahí. Aún recuerda cuando en su primer encuentro con Huan-ung, este le dijo que debía esperar. Que el momento en el que el pudiera ser libre, no llegaría hasta que el tigre y la osa se reencontraran y finalmente pudieran ser felices. 

Nunca logró entender lo que dijo en su totalidad, pero obedeció. Todo era tan confuso para Soobin pero trató de comprender. Fue así como aquel día, después de varias preguntas al dios, supo toda la historia de aquella pareja. Quienes eran, su historia. Y se dio cuenta que, al parecer, la pareja aún reencarnando por generaciones,  seguían sin poder estar juntos. Atrapados por la desgracia.

Así fue como el pequeño tuvo que asimilar toda la información y mantenerse al margen delante del dios. Aún si le parecía injusto, le había tocado tener que ver cada persona que era la reencarnación de esas almas. A través de un lago dentro del bosque en lo profundo del centro del alma. El cual, al parecer proyectaba la vida de las almas que eran reencarnaciones actuales del tigre y la osa. Y para él, ver sus finales tan trágicos sin poder hacer más que observar, dolía. Dolía inmensamente cada vez más.

Pero estaba harto. Y un día, mientras veía como el joven Jungkook, una de las reencarnaciones, que por alguna razón se había ganado su cariño y apoyo, moría desangrado, decidió ir en busca de Taehyung. Terminó por encontrarlo primero en palacio. Y luego en el bosque, al borde de la muerte.

Aún si le habían prohibido entrometerse en la historia, aun si no podría volver a salir después de lo que hizo, o si terminaba siendo castigado por desobedecer, el no se arrepentía de tomar esa decisión.

Porque aún recuerda como aquel día en el que Jungkook perdió la vida, escuchó la voz de su alma. Diciéndole que por favor, salvara a Taehyung.

Soobin trataba de observar a Huan-ung con frialdad, tratando de controlar el hecho de como sus ojos se llenaban de rebeldes lágrimas. El también era una víctima más de todo esto. Pero aún así sentía que había sido un completo inútil al obedecer todo este tiempo y no actuar.¿Estaba mal acaso cambiar todo? ¿El estaba mal? Todo era abrumador.

—Muchacho...—Taehyung lo observó con una mirada llena de culpa.

—Dime por qué no puedo salvarlo. Dime porqué esta mal querer que ellos sean felices ¡Explícamelo!

Taehyung volvió a intervenir.

—Niño, será mejor que paremos esto.—Sentenció mientras trataba de acercarse a el y calmarlo—Tan solo debes-

—No. Tú no lo entiendes.—Interrumpió. Volteando la dura mirada hacía el.—¡Tú nunca lo entenderás! He estado aquí cientos de décadas y créeme que ver como todo termina en dolor y muerte, duele.—Confesó—Yo solo quiero que ellos- que nosotros. Seamos libres... ¿Por qué no podemos ser felices?—Soobin no quería llorar, pero no podía controlar su llanto. Se preguntaba por qué seguía existiendo ¿Porqué el? ¿Acaso su destino era ver como aquellas almas morían una a una sin poder obtener la felicidad? Era cruel y despiadado. Pero estaba harto. Así que haría lo que sea para que todo cambiara. Y la primera fiel prueba de ello, era el haber traído a Taehyung.

Guardián Del Alma | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora