Dinastía Joseon, Año 1598
La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos.
Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...
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Todo era tan nuevo, tan cegador, pero a la vez, tan aterrador.
Gracias a aquella persecución, lograron salvarse hasta lograr llegar a lo que Soobin llamó "Estación de buses". Cuando llegó el autobús, Taehyung se asustó al ver la gran maquina sobre lo que parecía ser según él, ruedas como las de los carruajes, pero reforzadas.
Se quedó tan absorto, que por varios minutos estudió las ruedas y de que material parecía estar hecho el bus como si fuera un niño pequeño. Mientras que Soobin, no podía dejar de dar gritos emocionados. Alardeando con cualquier persona que subía o se encontraba cerca de él que esta era su primera vez en bus.
Huan-ung solo se resignó a obligarlos a subir tan rápido como pudo mientras pedía disculpas a cada persona por el extraño comportamiento del menor. Y cuando finalmente el bus emprendió camino, los tres estaban en silencio. Taehyung, quien estaba sentado al lado de la ventana, veía como el paisaje pasaba tan rápido a su lado que aquella sensación lo cautivó.
En ese momento, Taehyung no pudo evitar recordar y comparar esta sensación. Recordó como tomaba de la mano a Jungkook y se lo llevaba en secreto a mirar los paisajes del exterior.
Iban a caballo, así que siempre debían ser cautelosos y sobre todo exactos con el tiempo. Porque, aunque ellos salían y emprendían un pequeño viaje para conocer un nuevo lugar, el tiempo que tenían para apreciarlo, era más corto que el tiempo que tomaban en llegar. Taehyung se preguntaba si tal vez con uno de estos autobuses hubieran podido llegar más rápido y así, poder apreciar los paisajes por más tiempo al lado de Jungkook.
—Estamos por llegar— Huan-ung se levantó de su asiento, mientras que apretaba un botón que hizo un pequeño sonido en todo el bus. —¿Recuerdan lo que hablamos cierto? Nada de actitudes que llamen la atención o preguntas obvias hasta llegar a donde nos quedaremos.
Soobin y Taehyung se levantaron detrás de Huan-ung, mientras ambos asentían a la vez.
—No actitudes que llamen la atención.— Habló Soobin.
—Ni preguntas obvias. Todo claro.— Continuó Taehyung.
Y mientras Huan-ung asentía y confiaba en sus palabras, vio como Soobin salió disparado del autobús una vez se detuvo.
—¡Oh! ¡Un perrito! ¡Es un perrito!— Soobin salió tan rápido como pudo hacia el pequeño animal que ni siquiera pudo recordar lo antes mencionado.
Huan-ung bufó. Definitivamente el camino sería duro.
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