—Taehyung ¿Estas bien?
Taehyung quien estaba terminando de ayudar a Hoseok colocando la mesa para la cena volteó al escucharlo.
—¿Eh?
—Pregunté si estas bien.—enarcó—Desde que llegaste del instituto estás muy extraño, ¿Acaso pasó algo?
Taehyung negó—No pasó nada, estoy bien.
Mentira.
Desde que conocía a Hoseok, pudo percatarse que este era muy meticuloso. Te observaba tan detalladamente que tal vez, era por eso que uno podía sentir como el mayor trataba de meterse en tu mente de alguna forma. Simplemente aterrador. Estaba triste, desde que tuvo aquella confrontación con Jungkook no paraba de pensar en él. ¿Era acaso normal? Estaba por volverse loco.
Podía jurar que cada que recordaba su rostro, su corazón no paraba de latir desenfrenadamente. Era extraño, y estúpido. Desde que tenía uso de razón, siempre le enseñaron nunca dejarse llevar por las emociones, aún más cuando había sido un novato general que por dejarse llevar por el sentimentalismo, lo perdió todo.
—Sabes que, si necesitas hablar, puedes decirme lo que sea. ¿Entendido?—Taehyung asintió sin mostrar alguna pizca de interés. De nuevo estaba perdido en sus pensamientos y aquello empezaba a preocuparle.
La cocina estaba en casi total silencio. Si no fuera porque Soobin estaba sentado a un lado del comedor escuchando música que para Taehyung era algo extraña y pegadiza, definitivamente no hubiera soportado más la incomodidad al haberle respondido a Hoseok. Soobin se levantó rápido de la silla y se acercó hacia Hoseok, quien estaba terminando de preparar tan concentradamente los platillos que cenarían esa noche. Soobin tomó uno de los platillos que ya estaban listos para servir y los llevó a la mesa. Aquella acción no pasó desapercibida por el mayor.
—¿Soobin ayudándome a servir la mesa? Vamos Taehyung, hay que pedir un deseo.—Hoseok juntó sus manos junto a Taehyung y ambos cerraron los ojos, como si de verdad pidieran un deseo. Burlándose del más joven.
—Enserio les respondería algo genial pero no puedo pensar algo después de la tortura que tuve que pasar.—suspiró totalmente dramático—¡Casi diez horas encerrado en ese lugar y siento que me va a explotar el cerebro!—Desganado dejó los platos sobre la mesa y se volvió a sentar—Hoseok, eres un dios ¿No podrías...
—No. Rechazado. Denegado. Ah-ah, Ni lo sueñes.
—¡Pero ni siquiera sabes que iba a decir!—Insistió.
—De acuerdo, dime.—Cuestionó—Pero si tiene algo que ver con que dejes de asistir al instituto, olvídalo.
—¿Qué? Pero- ¡Taehyung dile algo!—Soltó mirando hacia el castaño, quien ya había terminado de servir y arreglar la mesa.
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Guardián Del Alma | TaeKook
FanfictionDinastía Joseon, Año 1598 La guerra finalmente había terminado. Indudablemente todo el pueblo celebraba y el regreso del general era ansiado por muchos. Pero nadie esperaba que el general Kim Taehyung trajera en sus brazos el cuerpo de la persona qu...