Guardián Del Alma | TaeKook

13.2: Finalmente

—Bueno entonces, iremos todos al mundo humano ¿Cierto?— Preguntó Soobin con curiosidad.

Huan-ung solo suspiró en sentido de afirmación. —Al parecer si... Creo que es lo más conveniente. Además, Taehyung tendrá más tiempo para conocer a Jungkook. ¿No es cierto Taehyung?

Taehyung estaba escuchando en silencio sin prestar mucha atención, hasta que escuchó su nombre. —¿Ah?... Si, Claro.

El castaño observaba fijamente al Dios. No podía dejar de pensar sobre cómo podría haber sido la vida de Huan-ung en el mundo humano. ¿Y si fallaba? ¿Si no se lograba adaptar como el?...

Taehyung movió la cabeza rápidamente, tratando de disipar los malos pensamientos. Tenía miedo. Mucho más miedo que en aquellas batallas que solía liderar y que definirían el futuro de una nación. Porque en este momento solo dependería de él poder salvar a Jungkook.

Era todo o nada.

—Entonces llegó la hora.— Huan-ung se acercó con una mirada decidida y tomó la mano de Taehyung y Soobin. —Seré yo quien los transporte, ¿Están listos?

Taehyung y Soobin se miraron mutuamente, mientras asentían sin dudar. Todos tenían miedo, en especial Soobin. El jamás había conocido el mundo más allá de verlo desde el centro del alma y aquella vez que visitó a Taehyung. Pero esto era totalmente distinto. Finalmente... Podría vivir.

—De acuerdo, esto es lo que harán.— Dijo Huan-ung en un tono algo demandante mientras seguía tomando fuertemente sus manos. —Necesito que se concentren. Deben cerrar los ojos y respirar hondo.

Al ver como los más jóvenes hacían caso, instantáneamente Huan-ung empezó a repetir los mismos pasos. Él aún se sentía mal por todo lo ocurrido hace tan solo instantes, encima que, gracias al más joven, sentía abrir las heridas que alguna vez creyó haber sanado.

Realmente estaba tratando de relajarse, aunque en un inicio le costó hacerlo, pero poco a poco, sentía como la paz lo embargaba. Ya estaba casi listo.

—Ahora, necesito que indaguen en sus recuerdos y piensen en el recuerdo más preciado que tengan...

Taehyung y Soobin por un momento, dudaron al hacerlo. Pero finalmente, terminaron por acatar. Y sin darse cuenta, todos tenían una pequeña sonrisa en sus rostros. Recordando cada uno el mejor momento de sus vidas.

Soobin recordaba el primer y único día en la tierra. Tal vez era algo muy simple. Pero para él, era un recuerdo muy preciado. Aún tenía plasmado en su memoria todo de aquel día. Los lugares, la gente a su alrededor. Aquel cielo resplandeciente... Todo había sido tan cautivador, que logró hacerlo sentir emociones que jamás había experimentado.

A su vez, Huan-ung tenía lágrimas en su rostro. El tan solo recordaba tan claramente ese día de otoño. Cuando creyó que lo mejor sería morir. Hasta él mismo ya daba por tachado aquel día como uno de los peores en su existencia. Estaba solo, y sin ninguna razón por vivir. Solo las hojas y la fresca ventisca de aquel día, lo guiaron sin rumbo hasta tropezar con aquel chico. Aún lo tenia plasmado en su memoria, ojos cafés llenos de felicidad, llenos de amor, que causaron en el mayor un leve sonrojo. Era precioso... Tal vez aquel día hubiera sido el peor día para el Huan-ung. Pero sin pensarlo, aquel chico lo transformó en su recuerdo más preciado. Que ironía...

En cuanto a Taehyung, su más preciado recuerdo fue aquel día nevado. Tal vez hasta antes de eso, hubiera recordado aquel primer día que escapó del palacio con Jungkook para ir a conocer la ciudad. O de repente, aquella vez en la que se dieron su primer beso. Pero sin lugar a dudas, aquel día que se juraron amor eterno, era un recuerdo de cuanto amó alguna vez al pelinegro. Aún si no era muy fan de la nieve, fue Jungkook quien hizo de un fugaz recuerdo, algo majestuoso y preciado para Taehyung.

Mientras los tres jóvenes seguían tomados de las manos e inmersos en sus recuerdos. Huan-ung apretó la mano de cada uno levemente, mientras decía unas palabras casi inaudibles para los demás. Fue así que, de un momento a otro, una luz enceguecedora brotó de en medio de sus pechos, para finalmente hacer brillar el centro del alma de una manera tan alarmante.

Ninguno sabía si realmente este plan funcionaría. Era la primera vez que tres almas habían decidido al mismo tiempo ir al mundo humano. El centro del alma, tan conmocionado al ver aquel suceso, estaba brillando tan fuerte, que ninguna criatura se percató cuando todo dejo de brillar y aquellos jóvenes ya no estaban ahí.

Lo habían logrado. Finalmente, tres almas habían despegado hacia su destino.

Pero solo dependería de uno el poder cumplirlo.

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Volví! jejeje... Estas semanas estuve trabajando, y cuando quería actualizar, me daba demasiado sueño y terminaba quedandome dormida ksjkasjdkasjd

Ya tengo CASI listo el próximo capítulo!! Enserio ya probablemente en el próximo podamos ver el reencuentro AHHH!!!

Cuídense muchísimo y ya nos leemos pronto.

Los quiere.

-Mayo