Por desgracia la mañana llego demasiado rápido a su parecer, los tenues rayos del sol entrenan por su ventana impactando directamente contra su rostro, y mientras la bruma del sueño desaparecía los recuerdos de hace tan solo algunas horas regresaban. Inmediatamente abrió los ojo, relajándose al notar que Harry aún permanecía tranquilo usándolo como almohada. Para su sorpresa, el niño ya estaba despierto, aunque como parecía que tenía por costumbre, intentaba fingir que aún estaba dormido, algo que era evidente por la fuerza con la que cerraba sus ojos, haciendo que se frunciera levemente su ceño, a lo cual se sumaba el que se estaba sujetando firmemente a la camisa de su pijama con una de sus manitas.
Se permitió notar que, sin lugar a dudas, el pequeño niño entre sus brazos portaba una mejillas más rellenitas que cuando lo vio por primera vez y los huesos de sus costillas ya no se sentían tan prominentes bajo su palma, mostrando la mejoría física, pero lo ocurrido la noche anterior solo le había confirmado, nuevamente, lo lejos que estaba de mostrar una recuperación emocional.
Decidiendo que aunque permaneciera en cama le sería imposible volver a dormir y sintiendo como los músculos de su cuello protestaban ante el más mínimo movimiento, decidió que lo mejor sería levantarse, así que llevo la mano que no se encontraba abrazando a Harry, hacia el cabello del menor para pasar sus dedos por su cabello, diciéndose que era para intentar ordenar el desastre que tenía por peinado, independientemente de lo cariñoso que podría parecer el acto. Dio un par de caricias más hasta que vio como el niño reducía levemente la fuerza con la que sujetaba la camisa.
- Buenos días Harry, es momento de que me levante, tengo un par de cartas que redactar, pero si quieres puedes quedarte a dormir un rato más antes del desayuno, ¿Qué te parece? - preguntó en voz baja, intentando no asustar al menor, sin embargo la única respuesta que obtuvo fue que Harry inmediatamente volvió a sujetar su camisa, ahora con sus dos manitas mientras giraba su rostro hacia su pecho. A pesar de que el mensaje era claro, le dio un par de minutos para ver si respondía, pero el niño ni siquiera asintió o negó con su cabecita, como era su costumbre, cosa que evidentemente lo hizo sentirse alarmado.
Viendo que le sería imposible separarse del pequeño, se puso de pie, cargando a Harry entre sus brazos y rezando a todo lo que se le pasaba por la cabeza para que no lo soltara o se tropezara con algo, ¿Cómo se supone que hacía Albus para ver donde pisar cuando cargaba al niño? Definitivamente no era tan fácil como parecía.
Inmediatamente sintió como en frío de la habitación hacía que el cuerpecito entre sus brazos temblara, intentando acercarse más a él, como si eso fuera posible.
- Vamos por un suéter, después podremos desayunar algo. Esas cartas pueden esperar un poco más - dijo en voz alta.
Sin más se dirigió a la habitación de Harry, deteniéndose abruptamente en el margen de la puerta, viendo como la ventana estaba llena de finas fisuras que recorrían su totalidad, pero no tenía ningún patrón específico como el que se mostraba cuando algún objeto impactaba contra dicha superficie.
Intento recordar si la ventana se encontraba así cuando visitó la habitación la noche previa, pero entre la fuerte lluvia y el estado del niño, ni siquiera había prestado atención a ese detalle. Se acercó cautelosamente, permitiendo que su magia se extendiera en un intento por detectar algún rastro mágico, si Harry había sido el causante tal vez podría encontrar algún remanente de su magia, cosa que no sería algo precisamente bueno.
Estuvo a punto de maldecir cuando percibió que, efectivamente, había sido magia la responsable de los destrozos. Para su suerte Harry permanecía con el rostro volteando en su dirección, por lo que no se percató de lo ocurrido. Soltando un suspiro se dijo que ya se encargaría de ello más tarde, cuando hablara con Poppy.
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FanfictionDumbledore siempre se destaco por sus brillantes planes, grandes secretos y exitosos resultados; pero puede que en su intento por ayudar cometiera un error y su única forma de solucionarlo es encomendando una nueva tarea a Severus. Severitus