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La habitación era bastante amplia, llena de estantes con libros y pergaminos, al fondo había un pequeño escritorio ocupado por un grupo más de libros que básicamente no dejaba espacio para nada  más, no era una habitación que frecuentara, salvo en contadas ocaciones cómo está en la que prefería que los niños no escucharan de que estaban hablando. 

Ellos se encontraban sentados en un par de sillones separados por una mesa de centro que tenía una tetera y un par de tazas con té, normalmente Severus habría elegido algo más fuerte pero teniendo a dos niños a quienes vigilar consideró que no sería lo adecuado.

Narcisa lo miraba pacientemente, esperando a que decidiera iniciar la conversación mientras fingía estar concentrada alisando las inexistentes arrugas en su falda, siendo honesta estaba un tanto sorprendida de la actitud del hombre frente a ella a pesar de que Lucius ya le había advertido. La forma en que había cargado a Harry y lo había consolado la habían dejado impresionada por decir lo menos, no es que el hombre no fuera cariñoso con Draco, lo era a su peculiar forma, pero nunca había sido el tipo de persona que daba mimos o abrazos por simple gusto, le alegraba que al fin pareciera estar bajando aquellas barreras que se había auto impuesto y se permitiera encariñarse con aquel niño, hace unos meses ni siquiera se podría haber imaginado a Severus escribiendo una carta para solicitara su ayuda. Era bueno ver que ambos se estaban ayudando mutuamente incluso sin ser conscientes de ello.  Pese a ese alegre sentimiento, podía sentir la furia en su interior, la forma en que Harry había dudado en acercarse a ella o como se había quedado inmóvil cuando lo había abrazado mientras ella podía sentir cada una de sus pequeñas costillitas debido a su delgadez, por no decir de la forma en que había llorado, solo había logrado que sus ganas por matar a sus parientes aumentaran. Sabía que Severus y Lucius estaban planeando algo, se habían estado comunicando más de lo normal por cartas, pero si no se daban prisa ella misma iría a visitar a aquellos desagradables seres y les dejaría en claro su posición respecto al abuso infantil, tendrían suerte si alguien encontraba una minúscula parte de ellos después de que terminara con ellos. Les daría un mes más, si no veía resultados, tomaría cartas en el asunto, decidió, su esposo podría ser bastante despiadado cuando se lo proponía, fruto de aquellos años bajo el servicio de Voldemort, pero ella también había aprendido un par de cosas sobre tortura y a diferencia de Lucius tenía mucha más paciencia y sus métodos serían más sutiles. Quizás incluso podría aliarse con Mcgonagall, no simpatizaba precisamente con aquella mujer, pero sin lugar a dudas sería interesante contar con su habilidad para la transfiguración, y por lo que había escuchado, ella podría estar más que dispuesta a participar.

- Creo haber escrito el motivo por el cual requería tu presencia - exclamo Snape negándose a expresar en voz alta que si bien, podría elaborar con los ojos cerrados la poción más difícil, no tenía la menor idea de cómo tratar a un niño con lo que evidentemente eran graves problemas del sueño. Para su suerte Narcisa pareció apiadarse de él y comenzar a hablar.

- No explicaste mucho, solo que Harry parecía tener dificultades para dormir - agregó ella

- Creía que había estado durmiendo bien, en la noche lo acompañó para que se acueste y en las mañanas cuando lo busco para bajar a desayunar ya suele estar listo. Pero la otra noche lo encontré escondido llorando, me despertó la tormenta, no fui capaz de escucharlo hasta que entre a la habitación, se veía bastante aterrado y se negó a separarse de mi, estoy convencido de que no es la primera vez que ocurre, las ojeras que porta son clara señal, simplemente no me había detenido a pensar en ello supongo - narró el pocionista mientras se pasaba una mano por la cara en señal de frustración, debería de haberlo notado antes, pensó

- Pero ... es demasiado pequeño para ser capaz de colocar un hechizo silenciador, ¡ no debería ser capaz de hacerlo y mucho menos saber cómo lograrlo aún si es de forma inconsciente ! - exclamo Narcisa mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar por la habitación, era claro que si Harry era capaz de hacer aquello era por qué se había visto obligado a encontrar una forma en que alguien más no lo escuchara, la mera idea le revolvía el estómago, por Merlin, era solo un niño, llorar era probablemente la principal forma en que era capaz de expresar como se sentía - ¿Crees ... - hizo una pausa para aclarar su garganta - ¿Crees que esos muggles lo agredían si lo escuchaban llorar?

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