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Al día siguiente se levantó a las 6:00 de la mañana como era costumbre en él, tras apagar la alarma se dirigió a la habitación frente a la suya, no tenía intension de despertar al niño, pero no estaba de más verificar su estado. Al ingresar se sorprendió al encontrarlo de pie frente a la cama, la cual estaba tendida, no pudo evitar mirar como una esquina de la sábana sobresalía del lado derecho y posiblemente el cobertor estaba un poco más orientado hacia la izquierda, supuso que la intención era la que contaba.

En ese momento el pequeño vestía una de sus  pijamas que gracias a un hechizo había logrado encoger a su tamaño, atuendo al que se sumaba su cabello totalmente despeinado y un par de ojitos que aún mostraban rastros de sueño. Sin embargo lo que le llamó la atención fueron los ligeros círculos negros bajo los ojos del menor, supuso que sería a causa de levantarse tan temprano así que no le dio mayor importancia, lo que si se prometió recordar fue el pedirle a Minerva que le ayudara a conseguir algo de ropa para Harry, estaba seguro que Albus estaría mas que dispuesto de enseñarle alguno de sus recuerdos, si no es que ya lo había hecho, para que se hiciera una idea de las medidas del niño, y es qué tal vez lo más adecuado sería que el mismo, en compañía de Harry, fueran a comprar la ropa, pero no le parecía tan indicado exponer al menor a lo que seguramente sería un lugar concurrido, sobretodo el evidente hecho de que el menor no estaría familiarizado con ese ambiente, de momento se tendrían que conformar con lo que eligiera Minerva, ya después planearía llevar al pequeño a que eligiera ropa por si mismo, solo esperaba que los gustos de Albus no influyeran en la elección.

- Buenos días Harry, ¿te ha despertado mi alarma? - como ya se estaba volviendo costumbre, el niño lo saludo con un movimiento de su manita, mientras que en la otra tenía al oso de peluche y su soldado, gracias Albus, pensó. El niño negó con un movimiento de su cabeza haciendo que la mata de cabello negro se moviera en sincronía, logrando que se viera aún más desorganizada.

- Viendo que ya estás listo deberíamos bajar a desayunar, ya después te darás un baño, aún es demasiado temprano y se siente bastante frío, ven - dijo mientras extendía su mano, misma que el niño se apresuró a sujetar, al parecer disfrutaba de eso - más tarde tengo que preparar algunas pociones, así que puedes jugar en tu habitación o ir conmigo al laboratorio ¿Qué opción te parece mejor? - sin necesidad de meditarlo Harry se aproximó más a él, haciendo que su costado y parte lateral de su rostro quedaran en contacto con su pierna, casi haciéndolos tropezar mientras avanzaban por el pasillo, no pudo evitar que sus labios se curvaran hacia arriba ante la reacción del niño - Bien, ya veremos en qué puedes entretenerte mientras trabajo.

Tras un desayuno en el que, por invitación de Severus, los juguetes terminaron tomando asiento a la izquierda de Harry, se dirigieron a la planta superior, y no es que él estuviera de acuerdo con los juguetes en la mesa, pero ¿Qué mal podrían hacer?, y mientras el niño se comportara le parecía bien tener ciertas permisiones, claro que un par de  ojitos suplicantes no tuvieron nada que ver en su decisión, aún así hizo una nota mental del riesgo potencial que podría tener esa mirada.

Si a Severus le hubieran dicho hace algunos meses que terminaría desayunando en compañía de un niño, un oso de peluche y un soldadito se habría burlado de la idea tan absurda, ahora lo que le hacía cierta gracia era como el pequeño niño lo seguían hacia el baño de la segunda planta, en los brazos llevaba un cambio de ropa y una toalla así que no había tomado a Harry de la mano, por supuesto que eso no fue impedimento para que el menor lo siguiera a cada paso, Severus no pudo evitar compararlo con un pollito siguiéndolo a todos lados.

Media hora después, con un niño que parecía una copia a escala de Severus debido a que tenía una versión reducida de su ropa se dirigieron al laboratorio y es que el mayor se negaba a vestir al niño con la ropa que tenía, la cual además de ser enorme se encontraba en un establo bastante deplorable.