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Severus y Abner se encontraban caminando hacia la habitación, este último había insistido en que lo mejor será intentar despertar a Harry para comunicarle que se iría a con Severus, esto para tratar de reducir el impacto que generaría el cambio que estaba por vivir. 

Después de la advertencia de Abner, este había continuado informándole algunos datos sobre el niño, principalmente sobre su desarrollo académico, era claro que Harry, al igual que la mayoría de los niños mágicos, sería educado en casa, puesto que no se podían arriesgar a las muestras de magia accidental en escuelas muggles y la idea de un grupo de niños pequeños con tal descontrol de la magia tampoco era una opción para el mundo mágico.

Severus no podía negar que estaba un poco decepcionado al enterarse que el chiquillo, aparentemente, no había heredado la inteligencia de su madre, ya que en base a lo que el hombre le había dicho, el desempeño de el menor era bastante deficiente en la mayoría de las clases, por supuesto que eso era algo que tendría que cambiar, el no permitiría que ningún niño bajo su tutela manifestara tal falta de aptitud; sin embargo tampoco podía dejar a un lado que tal vez su falta de rendimiento era producto de lo que había vivido el niño, al menos merecía darle la oportunidad de cambiar su opinión.

Continuaron caminando hasta que llegaron a la habitación de Harry, al entrar Severus vio inmediatamente a Albus, quien había tomado asiento en la pequeña mesa que se encontraba entre las camas, el hombre pasaba una de sus manos por el cabello de Harry en un intento por calmar los sollozos que salían de los labios el niño, quien además tenía un par de lágrimas rodando por sus mejillas a pesar de no estar totalmente despierto. Probablemente alguna pesadilla, pensó, aún así l escena extraño al hombre, ya que cuando se fue el niño se había quedado dormido y bastante tranquilo.

- ¿Qué es lo que ha pasado? - cuestionó Severus inmediatamente

- Esa mujer es lo que ha pasado - le respondió Albus, en voz baja para no asustar más al niño aunque era evidente que estaba bastante enojado, Severus no lo culpaba, la mujer era realmente molesta  - ha entrado aquí armando todo un espectáculo, reclamando  y exigiendo que te hiciera entrar en razón para que desistieras en adoptarlo, me parece que Harry se asustó ante sus gritos. No he logrado que se calme y parece que la fiebre está volviendo a subir, en realidad estaba por llamarte- ante lo dicho, Severus comenzó a repetir mentalmente los motivos por los cuales no estaría bien matar a un muggle, aunque en cada repaso se cuestionaba que tan válidos eran dichos motivos, evidentemente todo era circunstancial y si se daba el enfoque adecuado ...

- Yo me encargare de hablar con ella más tarde. En cuanto a la reacción del niño, creo que puedo confirmar que el ruido ha sido el causa de su estado, no he convivido tanto con el pero resulta evidente que se alarma ante los sonidos fuertes. Severus, ¿ Es normal que su temperatura volviera a aumentar?

- Por supuesto que no lo es, su cuerpo ha estado resistiendo bastante, y si bien la poción ayuda, incluso aquellas alteraciones emocionales suponen una mayor exigencia para su organismo, gracias a la madre Anna, es posible que el avance que se estaba logrando se arruinara.

- ¿ Traes alguna otra poción que le puedas administrar ? - cuestionó Albus viendo al niño con preocupación

- No es tan simple, el organismo de cualquier niño no se encuentra totalmente desarrollado, las dosis de las pociones deben de ser muy precisas o podrían tener repercusiones severas, me temo que mi conocimiento en el área no es el suficiente para continuar tratándolo. Será mejor que lo atienda Madam Pomfrey - concluyó Severus

- En ese caso, será mejor que no los retrase más, Severus, Albus, los veré en un par de semanas. Los acompaño salida.

Severus se acerco a Harry con la intención de cargarlo para llevárselo de ahí de una vez por todas, sin embargo, cuando estaba justo en frente de el pequeño se detuvo, no tenía la menor idea de cómo cargar a un niño, incluso para el era ridícula tal afirmación, pero a pesar de su papel como encargado de la casa de slytherin y tener que consolar a uno que otro de los alumnos de primer año, no había cargado a ninguno, ademas de que la situación solía estar controlada casi por completo cuando el llegaba gracias a los alumnos mayores. ¿Que tan difícil puede ser? Se cuestionó mentalmente, mientras se agachaba para recoger al pequeño, sin embargo otra parte de su mente se opuso a su de por sí frágil determinación, ¿Y si no lo haces bien y lo tiras?. Tal vez no estaba tan preparado para tratar con niños como pensaba. Inmediatamente volteó hacia Albus en busca de ayuda, el hombre no se había movido de su posición y ahora le daba una mirada ligeramente divertida.

- Lo mejor será que tú lleves a Potter mientras yo reúno sus pertenencias, será más rápido de esa manera - le indicó intentando ocultar su falta de experiencia.

- Por supuesto Severus, todo sea a favor de apresurarnos - le respondió Albus, y Severus podría jurar que escucho una risa proveniente del lugar donde se encontraba Abner. Ya quería ver si el director era un experto cargando niños, como si fuera tan fácil. En lugar de replicar se dirigió al otro extremo de la cama para recoger la ropa que ahí estaba doblada, no pudo evitar una mueca ante la calidad y tamaño de la misma, soltando un suspiro resignado la tomó para seguir  buscando algún otro objeto por la habitación pero era evidente que el niño no contaba con más cosas.

Ante el se paro Abner, quien en sus manos sostenía el viejo libro de cuentos que le había leído a Harry unos días atrás.

- Deberías llevarlo, parece que a Harry realmente le gusta este libro, estoy seguro que le alegrará saber que puede continuar leyéndolo, básicamente ha estado pidiéndolo en nuestra pequeña biblioteca desde que lo encontró la primera vez que estuvo ahí. - Severus lo tomo, agradeciéndole con una discreta inclinación de cabeza para comenzar a guardar las cosas en su maletín.

Por su parte, Albus se acercó al niño, y con todo el cuidado que fue capaz de reunir lo cargo. Se quedó por un par de segundos simplemente observando al niño que tenía entre sus brazos, permitiendo que los recuerdos lo embargaran, notando lo pequeño y liviano que era.

- ¿Sucede algo? - le preguntó Severus al ver su reacción.

- Nada importante mi muchacho, solo recordando - le respondió Albus, sin embargo, en su mente se revivía aquella noche hace ya varios años en la que había cargado a ese mismo niño para entregarlo a su familia, pensando que estaba haciendo lo mejor para el, nunca había sido su intención que aquel bebé sufriera, no mentía al decir que por su mente jamás pasó la idea de que sus propios tíos fueran capaces de dañarlo y es que para el, el mero hecho de dañar a un niño resultaba algo inconcebible.
Pese a todo, no pudo evitar preguntarse si ahora estaba tomando la decisión correcta o si sería uno más de los errores de la lista que cada vez era más pesada de soportar. Intento alejar su mente de aquellos pensamientos, recordando el motivo de sus acciones, no se había querido involucrar en la vida del niño con la intención de no someterlo a un mayor riesgo a la par que eso le permitiría tener una infancia "normal", había sido bastante iluso por supuesto, pero ahora cambiaría las cosas, se aseguraría que ese pequeño niño tuviera todo aquello que se le negó, puede que para el mundo fuera el esperado salvador, pero el mundo podía irse muy lejos, no permitiría que el niño fuera obligado a tomar responsabilidades que no le correspondían y que ningún niño debería de tomar sobre sus hombros; el mismo se encargaría de darle la posibilidad de elegir y le protegería.

- Es momento de irnos Albus - le apresuró Severus, sacándolo de sus pensamientos. El hombre se había dado cuenta de que algo había afectado al director, pero no había tiempo que perder, les dio una última mirada, recordando de repente el único juguete que el niño poseía, sin embargo antes de que empezara a buscarlo vio como un pequeño pedazo de plástico verde sobresalía de una de las bolsas del abrigo que tenía Harry, como si se fuera a separar de el, pensó. inmediatamente se dio la vuelta comenzó a caminar hacia la puerta, escuchando tras de si, como Albus lo seguía y sintiendo su corazón ligeramente acelerado ante las emociones que recorrían su ser.

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Volví, gracias por sus opiniones y votos del capítulo anterior, estén seguros que las tomaré en cuenta 😌

A los que piensan que por fin nos libramos de la madre Anna: JAJAJAJAJA. Habrá un par de motivos más para aumentar el cariño que le tienen.

Espero disfrutaran del capítulo 💙

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