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No tenía idea de cuánto tiempo había pasado. Simplemente se mantuvo sentado al lado del pequeño niño a su lado.
Extendió una de sus manos esperando poder, al menos, curar alguno de los cortes en las manitas de Harry, sin embargo su intervención volvió a ser infructuoso, simplemente no podía hacer nada. Tenía ganas de golpear la pared, de poder derribar la puerta que tenía frente a él, quería poder hacer algo, cualquier cosa, solo algo, no podría describir la frustración que se extendía dentro de él al no poder intervenir.

Harry, por su parte, estaba durmiendo, ocasionalmente su cuerpo se sacudía o algún gesto de dolor surcaba su rostro. Severus se permitió observar con mayor detalle al niño. Se veía incluso aún más delgado que en aquella primera ocasión en el orfanato, en su pómulo izquierdo una mancha ya amarillenta hablaba de algún golpe antiguo, ropa demasiado amplia, los pómulos demasiado afilados y la piel pálida. Se preguntó si es así lo verían las demás personas cuando era un niño, demasiado delgado, demasiado pequeño, demasiado demacrado, y si fue así, por qué nadie fue capaz de hacer nada, por qué a nadie le importó lo suficiente.

Sacudió la cabeza en un intento de librarse de esos pensamientos, no valía la pena pensar en aquello que ya no se podía cambiar. En su lugar se concentró el lo que podía escuchar, el televisor transmitía lo que parecía ser un noticiero por el tono monótono de hablar, siendo acompañado de las voces de dos adultos que charlaban de lo más tranquilos, sin embargo no era capaz de entender nada de lo que decían, no podía entender como eran capaces de continuar con el día después de lo que acaba de ocurrir.

Podían haber pasado horas o minutos cuando por fin Harry comenzó a despertar. No hubo gritos ni llanto, ni la más mínima reacción a estar encerrado, simplemente observó al niño ajustar el pañuelo en su mano, la sangre ahora seca, antes de gatear hacia la esquina de la alacena, sus movimientos eran rígidos, seguramente producto del dolor que sentía.

En la esquina se encontraba un conjunto  de telarañas, casi extendió el brazo para evitar que el niño las alcanzara, sin embargo no pudo prevenir lo que Harry estaba por hacer. El niño simplemente extendió la mano dejándola justo enfrente a una pequeña araña, misma que simplemente continuó avanzando hasta subir por los pequeños deditos de Harry, quien inmediatamente comenzó a sonreír. El niño ni siquiera se molestó en volver a su lugar, solo se recargó en una de las paredes antes de acercar la mano a su pecho, permitiendo a la araña que desplazar libremente entre sus dedos. Pudo ver como sus labios se movían, pero no fue capaz de escuchar ninguna palabra proveniente  del niño.

Pudo ver como Harry continuó "hablando" lo que parecía una eternidad con la araña hasta que con su mano libre se sujetó el estómago mientras una mueca atravesaba su rostro, al parecer esa fue la señal para que volviera a acercar  al animalito a su telaraña, quien se trasladó sin mayor problema. De nueva cuenta el niño volvió a gatear hasta el centro del colchón en el suelo y simplemente se acostó, jugueteando con los bordes deshilachados del colchón, en cuestión de minutos volvía a estar dormido.

Los ruidos habían cesado en el exterior, ni voces ni el televisor, supuso que ya sería de noche. Simplemente permaneció sentado hasta que el sueño comenzó a invadirlo.

...............

Cuando volvió en si, fue como si alguien lo hubiera rociado con agua fría, fue abrupto, en  un instante supo que volvía a estar en su casa, pero todo estaba mal. Sentía como si en cualquier momento su cabeza fuera a estallar, su respiración era rápida y jadeante, sabía que estaba recostado en el suelo ya que podía sentir el frío y la dureza del mismo contra su espalda, apenas era capaz de mantener los ojos abiertos ante el intenso dolor, una ola de náuseas lo atacó y apenas y fue  capaz de contenerse. No estaba seguro de poder escuchar algo aparte de su propio latido cardiaco. Su mente era un completo desastre y la luz que se filtraba por las cortinas no hacía más que empeorar el dolor, lo único que fue capaz de hacer fue presionar la palma de su mano contra su frente en un inútil intento de disminuir el dolor

Ni siquiera tuvo tiempo de regular su respiración cuando un pensamiento invadió su mente.

Harry

Apenas fue capaz de volver a sentarse en suelo, el cambio de posición le provocó una nueva ola de náuseas y de forma casi imposible el dolor aumentó, casi haciéndolo gritar por la intensidad del mismo, pero Harry ya no estaba frente a él, su dibujo, ahora abandonado, estaba manchado de sangre, los crayones estaban regados por el suelo rotos en varios trozos junto a sus juguetes y básicamente cualquier cuadro que antes había colgado de las paredes.

Intentó gritar el nombre del niño, sin embargo el sonido que obtuvo fue demasiado bajo y ronco, sentía la garganta en carne viva e incluso el mínimo movimiento de cabeza hacía que se mareara. Ni siquiera fue capaz de lograr ponerse en pie.

.....................

Remus permanecía frente al director intentando encontrar algún sentido en lo que acababa de escuchar.

- ¿Por qué él, Albus? Hay cientos, miles de otros magos, ¿Por qué no alguien de la orden o ...  cualquier otra persona que al menos tenga la más mínima experiencia en criar a un niño ? - no es que creyera que Harry corriera algún riesgo con Severus, el hombre podría ser capaz de muchas cosas pero nunca dañaría al hijo de Lily, sin embargo podía pensar en al menos una decena de personas más que podrían encargarse de cuidar de su cachorro.

Un amargo pensamiento pasó por su mente, si no fuera por su licantropia, el mismo exigiría poder cuidar al niño.

De repente el sonido de las brazas en la chimenea pareció cobrar intensidad, llamando tanto su atención como la del directo, las llamas, antes rojizas se tornaron de color verde y entre ellas apareció el rostro de Severus.

- Albus - su voz apenas audible y notablemente agitada rompió el silencio siendo suficiente para que el directo inmediatamente se acercara, casi arrojando su silla a un lado.

- ¿Qué sucede muchacho? - preguntó con voz apremiante arrodillándose frente a la chimenea, haciéndolo salir de su estupor y también acercarse a las llamas

- No está - dijo entrecortadamente. Albus estaba apunto de preguntarle a qué se refería cuando Severus soltó un quejido de dolor antes de poder continuar - Harry - escucharlo fue como sentir un golpe en el estómago.

- Voy para allá - respondió Albus mientras mientras se ponía de pie y tomaba un puñado de polvos flu.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2023 ⏰

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