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Harry se acercó a la cama, las sábanas en realidad no estaban muy destendidas sin embargo se dispuso a retirarlas todas para tenderlas adecuadamente, tal como le había dicho el señor Severus, se estaba esforzando en no hacer muchos movimientos rápidos, a pesar de que en realidad no había entendido muy bien el porqué. Podía escuchar el ruido proveniente de la habitación de enfrente, que le indicaba que el señor Severus ya se había levantado igual, eso, sumado con la aún tenue luz que entraba por la ventana hacía que la habitación pareciera menos atemorizante.

Suponiendo que aún tenía un poco tiempo tomó una de sus antiguas playeras, la que tenía más hoyitos, para intentar limpiar un poco los escasos muebles de la habitación, era un poco difícil por que en el caso del armario no alcanzaba los lugares más altos, pero el señor Severus le había dicho que era su responsabilidad mantener su habitación ordenada, sin tener que preocuparse por el resto de la vivienda, eso se lo había dicho cuando había intentado limpiar la sala durante uno de los descansos que habían tomado entre la preparación de pociones.

El realmente se estaba esforzando por no parecer tan raro, pero no era nada fácil cuando todas las reglas eran tan diferentes a las que tenía con sus tíos, a él le gustaban más estas nuevas reglas, sobretodo por que no incluían feos castigos, y a pesar de no haberse portado del todo bien, como cuando rompió la taza, ni una sola vez había habido gritos, ademas, cuando el señor Severus o Albus le hablaban siempre lo hacían con una voz bajita que no daba miedo.
En conclusión el quería quedarse ahí para siempre, no importaba que su habitación diera miedo en las noches.

Para el día de hoy el señor Severus le había dicho que iban a tener una visita, no recordaba muy bien su nombre pero si el hecho de que era una maestra como él, sentía un poco de nervios y miedo, ¿ella sería como la madre Anna?, ella gritaba mucho y le apretaba sus bracitos haciendo que dolieran, esperaba que la amiga del señor Severus no los apretara igual de fuerte, apenas se habían borrado los moretones que la madre le había dejado.
Lo que lo tenía muy emocionado era el motivo de la visita de la maestra, el señor Severus le había dicho que iría para entregarle ropa que le había comprado, ¡ropa nueva! Para el solito, y es que el señor Severus no lo había dejado ponerse la ropa de su primo, cuando la había visto incluso había hecho un gesto chistoso, después de ello él le había estado dando ropa que tenía "guardada", el se preguntó si la ropa era de cuando el hombre era chiquito, ya que está se parecía mucho a la vestimenta que usaba actualmente, a él no le molestaba en absoluto que los dos vistieran igual, le hacía sentir feliz el parecerse a alguien como él señor Severus, tal vez así se le quitaría un poquito lo fenómeno, como lo llamaba su tía.

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Minerva estaba francamente feliz, se había pasado la tarde de ayer y esta misma mañana de tienda en tienda comprando un sin fin de ropa, honestamente dudaba que el pequeño necesitara tantas prendas pero no había podido evitarlo, la ropa era demasiado bonita para niños 4-5 años, había elegido bastantes conjuntos aptos tanto para el mundo muggle como para el mágico, ademas de varios pares de zapatos, esperaba no haberse equivocado con la talla, pero al final no era nada que un poco de magia no pudiera arreglar. Tenía todo listo, incluso ya estaba preparada para lanzar un hechizo silenciador sin varita por si Severus comenzaba a quejarse, el día parecía ser bastante prometedor si le preguntaban.

Cargando todas las bolsas se dispuso a atravesar la chimenea, el profesor de pociones le había asegurado que esta se encontraría habilitada para permitir su entrada. De forma casi inmediata Severus se acercó, dirigiendo su mirada al sinfín de bolsas, sin embargo lo interrumpió antes de poder emitir ni una palabra.

- Ni se te ocurra intentar pelear, lograste convencer a Albus de medirse con los regalos, debo admitirlo, pero te recomiendo cambiar de métodos, resultan menos eficaces para mi, y quita esa mirada Severus, estoy segura que la necesitarás con tus alumnos cuando regreses.

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