Especial 🎄 Navidad 🎄

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Forks, año 2005

Iris adoraba las celebraciones de fin de año, sobre todo la navidad. Sentía el ambiente más cálido, la humanidad más presente y el amor en el aire.

Desde su primer año en Forks se había vuelto una tradición decorar la casa completa con temática navideña y dejar un regalo por día hasta el 25 de diciembre, siempre eran cosas pequeñas pero con demasiado significado: un chupete con ciertas características o camisas con horribles estampados que le recordaba a sus abuelos.

Se despertaba todos los años con el olor a la mezcla de galletas de jengibre de su padre para que fuese recibida con un chocolate caliente lleno de malvaviscos y una torre de waffles decorada con frutos en forma de Santa.

La diferencia de aquel año, es que era el primer año donde Emmett y ella compartirían una festividad juntos, con todo lo que implicaba: decorar su casa, ir por los regalos, cocinar interminables recetas que luego repartiría a sus vecinos y amigos.

Bajó corriendo las escaleras intentando no tropezar con las pantuflas en forma de garras de oso que tenía, subiendo el largo del pantalón rojo de pijama con una sonrisa. Se encontró con diez cajas grandes en el final de la escalera, tres más pegadas a la puerta y seguramente las que faltaban estaban esparcidas por la cocina. Su padre solía tomarse el día para poder decorar en tiempo rápido la casa con Iris y luego tomar la foto característica de todos los años.

-¡Feliz víspera de navidad, Irisa! - saludó su padre con el rostro blanco debido al azúcar impalpable-.

Feliz víspera de navidad, papi! - se tiró sobre él en un abrazo-.

Aumentó un poco más su fuerza y comenzó a repartir besos en sus mejillas cuando observó el clásico desayuno de navidad. Iba a tomar asiento cuando oyó el sonido del Jeep estacionarse para luego la puerta ser tocada.

-Eso fue rápido - mencionó el patriarca para luego encaminarse hacia la entrada-

Mientras tomaba asiento y comenzaba a devorar los pancakes oyó la puerta ser abierta y el breve intercambio de palabras entre los dos hombres de su vida.

-Buenos días, Iris - Emmett saludó a la rubia con una tierna sonrisa admirando como su novia lucía increíblemente tierna en las mañanas y aún más disfrutando de un chocolate caliente, para el joven, Iris era una diosa en cada momento del día-.

-Hey - sonrió avergonzada mientras limpiaba con una servilleta los restos del chocolate que quedaban sobre sus labios-.

Sus miradas se encontraron, intentando comunicar todo aquello que aún no se decían por temor pero afirmaban: se amaban. Se amaban con locura y devoción, y ambos lo sabían porque la mirada jamás mentía. Ellos lo sintieron muy corto mientras que Marcus sentía que había pasado una eternidad.

-¡De acuerdo! - dió dos palmadas llamando su atención- ¿quién quiere decorar la casa?-.

Aquella mención hizo que su niña volviera hacia la tierra, sus ojos brillaron aún más de lo que brillaban cuando miraba al vampiro y por unos segundos Emmett sintió envidia de aquello hasta que, admitió internamente cuán tonto era aquello y como la navidad emocionaba a su amada.

Tomaron las distintas cajas y comenzaron en equipo, disfrutando de cada momento el decorar cada rincón. Emmett se frustró en varias ocasiones, seguía insistiendole a Iris que si usará su velocidad anormal todo hubiese terminado hacia ya rato mientras que la rubia le contradecía de hacerlo ya que era un momento especial y esencial en sus vidas. Aún así, el pálido muchacho disfruto de colocar las luces navideñas a los alrededores de la casa y sobre los arbustos como un humano, recordó cuánto extrañaba hacer aquella rutina con su familia (su verdadera familia humana) y como extrañaba decorar las galletas para luego comerse el glasé a escondidas de sus padres.

ADORE YOU ~ EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora