Veintitrés

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Decir que Atenea se encontraba harta era corto, su poca paciencia se estaba desbordando mientras veía como Edward tonteaba con Isabella

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Decir que Atenea se encontraba harta era corto, su poca paciencia se estaba desbordando mientras veía como Edward tonteaba con Isabella.

Anticipó que aquella salida escolar iba a ser un completo asco en el momento en el cual supo que sus dos amigas no iban a estar allí. No quería ir, incluso había pensado seriamente en vomitar en el baño para ir a la enfermería y pasar allí la mañana contándole chismes a Margarita, pero aquel plan se fue por la borda en el momento que Edward pálido Cullen se había topado con ella camino a los baños.

-Hey, creo que los autobuses se encuentran hacia la dirección contraria - había frenado el paso de la morena mientras le sonreía burlonamente-.

-Creo que estoy enferma - llevó sus manos a la boca de su estómago mientras fingía una mueca de dolor- voy a vomitar-.

-Eres pésima actriz Nea - el cobrizo colocó sus manos en sus hombros para luego guiarla hacia la salida- no es tan malo-.

-Es un maldito invernadero, ¿qué demonios hay de interesante en ello? - miró por su hombro con el rostro serio- ¡Además no irá nadie interesante!-.

-Eso dolió - rió entre dientes- Vamos - una vez frente a los autobuses la soltó- no será tan malo, prometo no dejarte sola-.

Pero en cuanto había llegado allí el maldito había roto su promesa. Caminaba con los brazos cruzados sobre su pecho mirando seriamente a la castaña, la cual le enviaba miradas victoriosas a la morena.
Decir que Atenea quería comérsela viva era disminuir su intención, más de una vez tuvo que salir del lugar para no golpear su insípido rostro.

La detestaba, incluso más que eso. Bella Swan era la clase de mosca muerta que pretendía ser un ángel ante la vista de quién ella quería para luego clavar la daga por la espalda y Atenea podía confirmar aquello justificandolo con su don y con aquellas actitudes que mantenían.

Si la morena caminaba junto a Edward aparecía la Swan en el camino fulminandola o tratando de llamar la atención de su amigo mientras que, cuando se encontraba sola la miraba con asco, con aquella sonrisa victoriosa que daba a entender que era mejor que Atenea.

-¿El verde es? - había preguntado el profesor Molina- bueno, eso es-.

-Un fiasco - murmuró a la par del hombre mientras adelantaba su paso, quedando tras la dichosa pareja-.

-¿Que hay en Jacksonville? - oía claramente la conversación entre los dos-.

-¿Cómo sabes de Jacksonville? - había respondido la castaña con un falso acento dulce-.

-Lo oí por allí - levantó sus hombros mientras la morena revoleaba sus ojos-.

-No voy a decirte - miró sobre su hombro chocando con la vista de la morena, con una sonrisa se pegó más al cobrizo, Atenea apretó sus dientes con fuerza- respuesta por respuesta -.

ADORE YOU ~ EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora