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La risa estruendosa de la muchacha opacaba la canción de fondo, Emmett la observaba de reojo mientras sonreía, su mano derecha estaba unida a la de ella mientras ingresaban a la par al instituto. Sentía que jamás iba a cansarse de ella y en un punto no supo cómo no había vivido sin oír algo tan maravilloso como eso.
Limpió rápidamente una lágrima mientras se agachaba a tomar su mochila para mirar al chico y sonreír, acto seguido y tras haber estacionado abrió la puerta del vehículo para bajar y esperar paciente al joven. No había terminado de acomodar su falda que el chico estaba frente a ella extendiendo su mano con una sonrisa.
-Oh por todos los cielos - Atenea soltó con la boca abierta mientras soltaba su paleta-.
Al igual que su amiga, la gran mayoría de adolescentes reaccionaron de la misma o peor forma. Volteaban a verlos sin disimulo alguno mientras cuchicheaban entre sí, algún que otro seguía los movimientos de ellos con la vista causando que la chica sonriera incómoda pero aquello se olvidó cuando observó a su amigo que sonreía de forma abierta, sabía de ante mano lo que le diría.
Atenea sonrió mientras cruzaba sus brazos, le otorgó un pequeño codazo al cobrizo junto a ella mientras miraba con ternura como el pelinegro observaba a su amiga: con completa admiración y ternura. Le sonreía como si fuera un ángel y derrochaba aquella idea de que Iris era su razón de existir. La morena sentía felicidad plena por su amiga, porque merecía eso y mucho más.
Emmett rodeó la cintura de la chica con su brazo para luego darle un pequeño beso en la coronilla quedando frente a sus hermanos y las dos adolescentes.
-Creo que puedo oír a Jessica Stanley maldecirte en seis idiomas distintos - fue lo primero que soltó la morena-.
-En realidad está diciendo que Iris no es tan linda o llamativa - Edward miraba a la castaña la cual chillaba y pataleaba en su lugar mientras que su grupo miraba atento a los movimientos de la nueva pareja-.
-¿Cómo lo sabes? - cuestionó divertida la rubia-.
-Su modulación es perfecta-respondió de la misma forma-.
-Al igual que su actuar - intervino Jasper-.
El timbre sonó indicando que la jornada comenzaba causando que el tumulto de adolescentes comenzara a ingresar aún murmurando entre sí.
-Te apuesto que durarán una semana completa hablando de ellos - extendió la mano la morena-.
-Te apuesto que será un mes - la juntó la castaña-.
-Están equivocadas - intervino la rubia- Serán dos semanas y medias - posicionó una mano sobre las otras dos-.
-Creí que Emmett Cullen y tú no salían - fueron las primeras palabras de su compañera de banco-.