ＡＤＯＲＥ ＹＯＵ ~ ＥＭＭＥＴＴ ＣＵＬＬＥＮ

Ｖｅｉｎｔｉｕｎｏ

No había nada más placentero que tomar la mano de Emmett, le gustaba la diferencia de temperatura y lo suave que era su piel.
Se había vuelto una costumbre el ir a tomar un chocolate caliente casi todos los viernes, disfrutaba ver a la rubia contándole sobre alguna película nueva que iba a salir o sobre el libro que había terminado mientras tenía una mancha de chocolate en forma de bigote. La chica siempre creía que lo había sacado bien con la lengua pero siempre quedaba una que otra mancha que su novio no le avisaba.

Mientras que con una mano sostenía el volante la otra la tenía sobre la palanca de cambios, dónde la de Iris reposaba encima de. El soundtrack de mamma mía se reproducía en el estéreo causando que la chica cantara eufórica a la vez que su pareja la miraba de reojo con una sonrisa.

Se estacionaron a media calle de la cafetería, mientras avanzaban pudieron divisar varios rostros conocidos los cuales Iris saludó amablemente.

-Mira - se frenó frente a la puerta deteniendo al chico para luego abrir su boca en una "o" y soltar vapor- soy como una chimenea - sonrió infantil para luego abrir la puerta sonando la campanilla-.

-Increíble - le respondió sarcástico mientras volvía a unir sus manos- estoy enamorado de una niña de cinco años - besó la mano de su novia mientras ella le daba un empujón en vano-.

Tomaron asiento en su respectiva mesa, Emmett tenía una vista perfecta al ventanal y a la salida mientras que ella miraba la barra de los pedidos y la cocina. El rostro del chico cambió unas milésimas de segundos causando que la chica volteara "disimuladamente" a la dirección que observaba.

Isabella Swan se encontraba junto a su padre, los miraba fijo mientras jugaba con una papa frita en su mano. Al conectar mirada con la rubia le dió una desafiante sonrisa mientras levantaba una ceja, tras eso Iris volvió su vista al pelinegro.

-Genial - murmuró el vampiro molesto-.

-Solo ignorala - acarició su brazo mientras le sonreía-.

Bastaron unos minutos para que Cora tomará su orden, "un chocolate caliente y un muffin de nueces".

Su novio se mostraba inquieto, removiendose una y otra vez en la silla.

-¿Qué es lo que sucede? - preguntó por tercera vez-.

-Nada - suspiró-.

-Estás mintiendo - quitó su mano para volver a voltear hacia la castaña la cual seguía mirando en su dirección- ¿qué demonios le pasa? ¿por qué nos observa tanto? - volteó a ver a su novio-.

-No lo sé - contestó molesto sin quitar la vista de la chica-.

-Iré a decirle a Cora que prepare el pedido para llevar - se levantó de su asiento al sentirse mal por el pelinegro- lo tomaré en el Jeep, podemos ir a mí casa y ver alguna película, ¿si? - depositó un beso en la mejilla del chico y caminó hacia la caja para pagar y cambiar la orden-.