Veintiséis

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Aquella mañana cuando despertó lo primero que notó fue el cuerpo faltante a su lado, Emmett no se había quedado para darle los buenos días y lo segundo fue como había un pequeño bullicio en la planta baja

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Aquella mañana cuando despertó lo primero que notó fue el cuerpo faltante a su lado, Emmett no se había quedado para darle los buenos días y lo segundo fue como había un pequeño bullicio en la planta baja.

Se levantó con pereza de su cama tras oler el aroma a café y oír el sonido de la licuadora caminando hacia el baño. Lavó su rostro tres veces antes de despabilarse y luego sus dientes, cepillo con calma su cabello y lo llevó a un moño perfecto con dos mechones sueltos (que habían sido de su viejo fleco)
Volvió a su habitación para colocarse sus pantuflas y el buzo de su pareja, aspirando el varonil perfume que aún perduraba para luego caminar escaleras hacia abajo.

Se sorprendió al ver a su novio intentar hacer hotcakes mientras su padre lo examinaba con una sonrisa. Largo una carcajada cuando volteó de lado y la cara estaba quemada.

-Muy buenos días - caminó hacia su padre para darle un beso en la mejilla para luego rodear la mesada y darle un pequeño beso a su novio-.

-De acuerdo, estoy intentando hacer tu desayuno pero estoy fracasando como los mejores - negó decepcionado-.

-Estoy segura que estará delicioso - levantó sus pulgares para luego abrazar la cintura del pelinegro-.

-Ustedes me dan asco - comentó con gracia su padre para luego servir dos tazas de café-.

Movió suavemente a su novio hacia un costado al ver como era el segundo hotcake que quemaba por lo que con una mirada desafiante volcó un poco de mezcla sobre el sartén para luego voltear a verlo con una sonrisa.

-Quería sorprenderte - murmuró-.

-Lo hiciste - acarició su brazo-.

Su padre los miraba sobre la orilla de la taza con una pequeña sonrisa.

-Irisa, creo que hay un paquete en la entrada, ¿puedes traerlo? - habló serio mientras pretendía ignorarlos-.

-No me llames Irisa - le respondió quejosa para soltar al muchacho y caminar hacia la entrada-.

No había nada más que una caja y una que otra carta. Revisó qué eran: impuestos, una promoción para un bronceado, una dirigencia a su padre, no había nada interesante. Oyó como un plato caía en la cocina y negó, abriendo la caja sin nada de paciencia al oír de nuevo el cuchicheo.

Dentro de la caja no había nada, volvió a cerrarla para tomarla entre sus manos y caminar hacia la cocina.

En la mesada había un platillo de hotcakes con frutas cortadas en trozos, un jugo de naranja natural, café y waffles con jalea. Sonrió con completa ternura al ver como su novio la miraba expectante.

-Honestamente te amo, Emmett Cullen - caminó hacia la mesada para tirar la silla hacia atrás y sentarse-.

-Iris - la chica la miró mientras comía un hotcake- eres la chica más genial que he conocido. En toda mí vida jamás imaginé desvivirme por ser un poco mejor para alguien - la chica sonrió - la primera vez que te ví, dios, iluminaste el corredor. Y se que tuviste y tienes miedo porque los corazones se rompen pero prometo intentar jamás romper el tuyo - suspiró para guardar unos segundos de silencio- No soy bueno con las palabras y mucho menos expresando mis sentimientos pero, estoy desbordandome por ti: eres inteligente, amable, empática, alegre, simpática, eres tan adorable y hermosa que no imagino no estar a tu lado - rió al oír el suspiro de la chica- quiero despertarme y ver tu rostro cada día de mí vida- llevó su mano a su bolsillo para caminar hacia ella- es por eso que tras hablar con tu padre he decidido dar el gran paso - colocó su peso sobre una rodilla- Iris Olsen, eres el amor de mí vida, ¿quieres casarte conmigo? - miró con ojos brillantes como el rostro de la chica se encontraba rojo y con lágrimas-.

ADORE YOU ~ EMMETT CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora