¡¿No es demasiado pronto?! ( 18 )

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Narro yo

_Sonríe.

Pidió divertida, enfocando con la cámara de su móvil a cierto albino, quien se limitó a apretar la mándibula y estirar hacia con pesadez las comisuras de sus labios, formando una sonrisa algo aterradora para cualquiera, cualquiera excepto aquella chica de orbes verdes, la cual no podía hacer más que carcajearse sonoramente al ver a su chico simular pequeños zarpazos en el aire como un gatito.

_Esto lo guardaré como un preciado tesoro_comenta sin poder detener las abundantes risitas que escapan de su garganta_Te ves tan gracioso bakagarou.

_Cuando termine este día me la voy a desquitar_murmura con cierto rubor en sus mejillas debido a la vergüenza que sentía en esos momentos, pues su chica le había ordenado ponerse un traje de maid color blanco y rosa, además de colocarle unas esponjosas orejitas de gato y cola que hacían juego con el vestuario.

_Garou, te ordeno que prometas que no te vengarás nunca.

El peliblanco se mordió la lengua por haber pensado en voz alta, ya se estaba arrepintiendo de haber echo esa apuesta, si tan solo no se hubiera roto el equipo con el que jugaba de seguro habría ganado y los papeles se hubiesen invertido, o eso pensaba él.

_Prometo no vengarme por esto nunca_declara serio, sin cruzar los dedos, después de todo había perdido la apuesta y estaba sujeto a las órdenes de la castaña.

Esta dejó el celular sobre la tapa cerrada de uno de los paquetes con disfraces que había comprado en descuento por internet, después de todo era una ocasión especial.

Dirigió su andar hacia aquel hombre, que le sacaba unos cuantos centímetros de altura para una vez frente a él, acariciar sus peculiares cabellos de forma cariñosa.

_Buen chico_dijo formando una sonrisa ladeada, no podía negar que estaba disfrutando mucho hacerlo sufrir_Cuando termine con la sesión de fotos bañarás a Rover.

Una venita hinchada no tardó en aparecer en la frente del de orbes dorados, quien estaba molesto y mucho, pero tendría que contenerse, no le quedaba de otra, debía respetar la apuesta.

_Como digas, mocosa_accede a regañadientes formando una mueca de forma involuntaria.

_Y además me dirás senpai_añadió divertida dando fin a las caricias en aquel cuero cabelludo.

_¿Ah? ¿Por qué te debería decir a ti senpai?_protesta llevando su dedo índice a la frente de la fémina, proporcionándole un leve golpecito.

_Porque es una orden, bakagarou_explicó deletreando con lentitud la última palabra, riendo internamente ante la expresión de enfado del ojiámbar, sí, definitivamente molestarlo se volvería una descarada adicción, al menos por hoy_Vamos, quiero escucharte decirlo, es una orden.

Aplastaré tu orgullo hasta que no quede nada de él, esta es mi venganza por todo lo que me hiciste sufrir en el hotel.

Pensaba la castaña con expresión siniestra y una amplia sonrisa, capaz de hacer llorar a un niño pequeño si la mirase ahora mismo, pero esto solo provocó unas leves risas por parte del albino.

_¿Qué es tan gracioso, bakagarou?_cuestiona sin perder aquel aura siniestra que le envolvía.

El aludido solo amplió la comisura de sus labios inclinando un poco el cuerpo en su dirección, de forma tal que sus caras quedasen más cerca.

_Es solo que me recuerdas tanto a mí, s-senpai_murmuró esta última palabra con cierta dificultad y un leve sonrojo adornando sus mejillas, aunque no tan llamativo como las de Raika.

A tu lado |Garou| [ FINALIZADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora