Datos interesantes ( 29 )

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Caminar a oscuras no era precisamente la especialidad de cierta chica, la cual casi tropieza con sus propios pies de no ser por el pequeño Doutei, quien la sostuvo del brazo sano y guío hacia un sitio con más luz.

Sus pupilas se dilataron al explorar más aquel espacio, que bien parecía una gran mansión bajo tierra de suelo metálico al igual que sus paredes. Las instalaciones eléctricas estaban ubicadas en distintos puntos de aquella extensa estructura, de forma tal que de alguna manera lograran iluminar cada rincón.

_Wow.

Fue apenas lo que logró articular conforme avanzaba por sí sola sin dificultad alguna, procurando no perder de vista al pequeño prodigio, quien hizo una ligera inclinación con cabeza para hacerla adentrarse a lo que parecía ser un pequeño departamento.

_Zombieman-san_llamó al verlo dentro del despacho, el cual parecía en sí una pequeña librería de no ser por el hecho de que los estantes en lugar de tener libros se encontraban repletos de carpetas y archivos.

El pelinegro se giró con lentitud al reconocer la voz del infante, topándose a su pequeño compañero y amigo con una mujer de cabellos cortos a su lado, mujer que, por alguna razón se le hacía familiar, sin embargo se vio limitado a dejar sus preguntas para otro momento al ver un líquido color carmín recorrer el brazo de la joven, quien intentaba cubrir la herida con una de sus manos, alegando que solo se trataba de un simple rasguño sin importancia.

_Ya me contarán luego qué sucedió_dijo el de orbes carmín rebuscando en unos cajones del buró un kit de primeros auxilios que solía guardar para cualquier situación inesperada, como era el caso_Por ahora Doutei, has que la chica tome asiento, un leve rasguño no sangra tanto.

El pequeño asintió tirando del brazo bueno de la aludida, quien con algo de vergüenza accedió a la encomienda del héroe.

_No nos hemos presentado_habló el pelinegro rompiendo el silencio que se había instaurado en el lugar_Soy Zombieman_dijo dedicándole una fugaz sonrisa mientras comenzaba a limpiar y desinfectar la herida.

_A-akinaya Raika, pero me pueden decir Raika_habló atropelladamente mientras retenía algún que otro quejido.

_Raika_pronunció el menor en tono pensativo_¿No eres tú la chica que defendió al monstruo humano?

La castaña asintió tímidamente, recordando que efectivamente, aquel día estuvo presente y posiblemente Zombieman también, ya que si la memoria no le fallaba la mayoría de los héroes de clase S participaron en el rescate del rehén.

_Con razón me parecías conocida_alegó el de orbes rojos vendando cuidadosamente la zona afectada para evitarle dolor innecesario_Afortunadamente no es una herida seria, la bala tan solo te rozó.

Esta parpadeó un poco al escuchar las seis últimas palabras ¿cómo sabía que el causante de su herida era una bala?

_Zombieman-san sabe mucho de armas de fuego, así que con solo ver la herida lo supo_explicó al adivinar lo que rondaba por la mente de la pelicastaña.

_Oh, entiendo.

_Lo que no me queda claro es ¿cómo recibiste un balazo?_inquirió levantando el pelinegro alzando la mirada hasta toparse con los orbes verdes de Raika.

_Sobre eso...

Cerró sus labios intentando buscar las palabras adecuadas para explicar lo acontecido.

_Fue por intentar salvarme_interrumpió Doutei, tomando aire para contar con detalles lo sucedido desde su punto de vista.

_Con que eso pasó_comentó el pálido recostando la espalda a la pared de enfrente, sacando un cigarrillo del bolsillo de la garbandina, el cual llevó a sus labios_Ya no son solo los monstruos, últimamente los humanos también están contribuyendo a armar caos en la sociedad_afirma prendiedo el cigarro.

A tu lado |Garou| [ FINALIZADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora