Simplemente hermoso ( 24 )

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Las clases de bordado resultaron ser un poco más difíciles de lo previsto para la castaña, pero aún así no se rendiría tan fácilmente, después de todo la terquedad era una de sus virtudes.

Limpió con el dorso de la mano unas pequeñas gotitas de sudor sobre su frente antes de proseguir con las lecciones.

Maki sonreía con cierto orgullo cada vez que lograba terminar las puntadas o avanzaba hacia algo nuevo, podía observar la determinación en aquellos orbes verdes y eso le hacía sentir feliz.

_Creo que debes descansar un poco_interrumpió la mujer de orbes marrones pasándoles un vaso de jugo natural a cada una.

_Se lo he dicho un par de veces pero ya conoces a mi nieta_coincidió la mayor bebiendo lentamente el contenido del vaso mientras Raika lo hacía de un solo trago.

_Gracias mamá, pero tengo que terminar antes del festival_le recordó volviéndose a enfocar en lo que traía en manos.

La mujer le dedicó una sonrisa comprensiva antes de recoger los vasos de cristal, ahora vacíos.

_En ese caso iré sola a comprar la ropa para esta noche.

_Intentaré terminar lo antes posible para ir contigo_aseguró la joven al recordar la tercera misión del día, aunque sinceramente no es como si le emocionara mucho ir a comprar un yukata.

_Tranquila, no te presiones_advierte sin perder la sonrisa_Aprender toma tiempo, así que yo iré a comprar tu yukata y ya de paso me compro uno nuevo.

Varias horas pasaron en apenas un parpadeo para la nueva aprendiz de manualidades pero lo había conseguido, sonrió satisfecha al ver su trabajo terminado, no era la gran cosa pero quería darle algo especial al chico que la ama y acepta como es.

Había terminado los últimos retoques en su habitación ya que era el único lugar donde no sería descubierta a la llegada de los hombres.

Me pregunto si le gustará.

Pensó sin dejar de mirar lo que con tanto esfuerzo y sacrificio había confeccionado, desplazando la vista hacia el reloj de pared que poseía sin poder evitar formar una mueca en sus labios al percartarse de que ya eran cerca de las seis y media de la tarde.

_Será mejor que me vaya a duchar, la cena debe estar lista y el festival comienza sobre las siete de la noche_murmuró guardando en una cajita pequeña forrada en papel de regalos con un listón rojo sobre la tapa, la cual le había pedido a su mamá que comprara antes de que fuera a por los yukatas.

Será mejor que guarde esto.

Se autoaconsejó guardando el presente en uno de los cajones del armario, y, sin más dilaciones procedió a tomar su ropa interior acompañada de la toalla para ir a darse a una ducha fría de al menos veinte minutos con la intención de quitarse el sudor y el cansancio acumulado en el día.

_Raika.

Tembló bajo la ducha de forma inconsciente al escuchar una voz demasiado familiar dentro su habitación.

_M-me estoy bañando_informó lo más natural posible.

_¿Quieres que te ayude?_cuestionó burlón cierto albino mientras avanzaba a paso lento hasta quedar frente a la puerta del baño_Te puedo lavar la espalda.

_Gracias, pero no, gracias_dijo mientras enjabonaba su cuerpo_¿Qué haces aquí?

_Mi futura suegra me envió a decirte que la cena ya está lista_explicó recostando su espalda a la puerta cerrada.

_Lo supuse, dile en cuanto termine voy para allá, no me tardo_afirma continuando con lo suyo, pero como no escuchó los pasos del albino al retirarse supuso que todavía tenía algo que decir_¿Algo más que quieras contarme?

A tu lado |Garou| [ FINALIZADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora