«𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄» ••𝐓𝐚𝐞𝐠𝐢•• 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✿•

Episodio 7: Un poco difícil de comprender

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Lo ocurrido aquel día en los baños de la facultad tenía al blanquecino al borde del precipicio. Sensillamente no sabía que pensar pero mucho menos como actuar delante de toda aquella situación de la cual había sido protagonista junto a su Instructor de arte. Había sido un torrente de emosiones bastante incomprensibles las cuales le habían albergado de manera poco creíble, llegando hasta el punto de desestabilizarlo por completo.

¿Qué siendo aquello?

Se preguntaba con constancia procurando encontrar inútilmente una respuesta a su pregunta y la cual parecía no querer llegar en ningún momento. Siendo aquello tan confuso que su mente durante aquel tiempo pareció hallarse dispersa en aquella situación sin darle la oportunidad de pensar por un momento en algo diferente. Cosa a la cual su madre no pasó desapercibida, sino que más bien optó por estudiarle en silencio porque la omega era más que solo consciente de que a pesar de preguntarle sobre ello a su cachorro, no obtendría más que solo silencio. Un silencio el cual soportaba desde hacía una cantidad de tiempo más que solo extensa.

—¿Yoongi?—había mencionado entonces la joven omega mientras ambos se encontraban sentados en el campus de la facultad, con el aroma agradable de los alimentos cosidos inmiscuándose en sus fosas nasales mientras intentaban acostumbrarse al cambio de clima que parecía hacer acto de presencia de manera disimulada. Sin embargo, la chica de dientes grandes había percibido a su pequeño amigo algo diferente aquel día, como si se encontrase buscando con su mirada algo en especial que parecía no encontrar a sus alrededores; por ello aún sin comprender el idioma de señas que manejaba el pálido para comunicárse, preguntó un—¿sucede algo? te he notado algo diferente. Para ser más específica te he notado algo paranoico desde el accidente en la biblioteca con el intructor Taehyung. ¿Te gustaría decirme cómo te sientes respecto a ello?

Sin embargo, sólo había recibido por parte de Yoongi una mirada incomprensible para seguidamente negar quédito con su cabeza, estimulándo a los cabellos negros a moverse consigo. Cosa que al parecer enardecía la reciente preocupación de la chica a su lado quien simplemente había optado por suspirar pesado al ser lúcida de que el pálido no le diría absolutamente nada. Lo sabía porque la misma madre le había mencionado sobre lo cerrado que era el chico en cuanto a sus sentimientos o pensares. Entonces procurando distraer al chico de aquel desconocido pensar había decidido por interrogarle aquello—desde hace un tiempo he querido preguntarte si te gustaría pasar algo de tiempo conmigo, no lo sé, posiblemente ir al parque, al cine, o pasar algo de tiempo en casa teniendo en cuenta que son pocas las ocasiones en que mis padres mantienen allí… de éste modo, solo pasaríamos un rato agradable los dos juntos si decides aceptar, ¿estás de acuerdo?—no obstante el de orbes aceitunas solo intentaba apaciguar a su lobo que se encontraba más que inquieto ante lo acontecido; a ello agregándole que el día en que regresó a clases con algunos cuadernos entre sus delgados bracitos, se encontró con la sopresa de hallar su mochila en su casillero con el contenido intacto dentro de ésta.

Sus sentimientos estaban siendo tan desordenados que aquello de cierta forma le asustaba a sobremanera, llegando hasta el punto de que en muchas ocasiones se hubiese perdido en sus pensamientos sin tomar en cuenta su alrededor. Justo como aquellos instantes donde Nayeon intentaba obtener algo de su apreciada atención mientras tocaba con la llema rosada de su dedo índice, uno de sus mofletes pomposos llamándo al mismo instante su atención y la cual recibió con orbes fulminantes y poco amistosos.

—no me mires de esa forma. ¡He intentado llamar tú atención pero estas ignorándome!—musitaba ella suspirando pesado antes de que un pronunciado mohín se estirase de sus belfos rosáceos, mientras sus manos jugaron inquietas entre sí mencionado con apesadumbre un— estás ingnorándome mucho más de lo que usualmente lo haces... Incluso te he preguntado si deseas ir conmigo a casa pero no dices nada; es como si intentaras siempre alejarme de tí a toda consta—sensillamente aquello era un de las cosas que el blanquecino más deseaba, sin embargo, no era alguien tan impío para no pensar en los sentimientos impropios y actuar solo por impulso; por ello sintiendo el calor subir hasta sus mofletes ante su repentino bochorno, carraspeó llamando la atención de la omega quien sin necesidad de mucho tiempo le miró con orbes ilusorios.