Episodio 15: tiempos mezclados

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Hechar de menos el pasado es como correr detrás del viento. Solo déjalo ir.

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26 de septiembre


El aire fresco del crudo otoño levantaba del duro suelo aquellas hojas marchitas caídas de los árboles que antes de aquella fría estación, se hallaron frondosos por las abundantes hojas que les adornaban, mientras las pocas personas que se encaminaban por las calles de la ciudad de Daegu se encontraban combatiendo los inicios de aquella estación con esponjosos abrigos que procuraban de alguna manera darle algo de tibieza a sus cuerpos, sin embargo la brisa ligeramente helada solo era estímulo para que sus pasos fuesen apurados teniendo como única finalidad llegar con prisas al calorcito gratificante que sus hogares les brindaba.

Inicios de aquella fría estación de otoño la cual se parecía de manera casi inaudita a la frialdad que en el corazón de aquel pequeño ser iniciaba a formarse con el transcurso lento de aquellos desagradables días en su compañía, en compañía de aquella persona que hacía de sus días y emociones unos totalmente fúnebres que incluso de solo pensarlo colocaban a su pequeño mundo de inocencia patas arriba. Tan poco apacible para un cachorro que apenas se encontraba abriendo los orbes en un mundo que al parecer no haría más que ofrecerle desgracias y que posiblemente él en su candidez si quiera lograría enfrentar con denuedo.

Un tembloroso suspiro habiendose escapado entonces de los labios entreabiertos del chiquillo de apenas seis años de edad, quien con sus orbes aceitunas poseedor de tan bonito e inigualable destello solo se dignaba a mirar con pleitesía el panorama de las calles desde la ventana abierta de su estrecha habitación, con sus cabellos negros cuan carbón siendo alborotados por la fría brisa  que tenía a la puntíta de su abotonada nariz siendo pintada de manera adorable de un bonito carmín al igual que sus blanquecinas y pomposas mejillas. 

El destello de la más sincera pureza irradiando de sus bonitos fanales.

Le encantaba, le encantaba en demasía ser  testigo fiel de cómo el cielo que en tiempos de verano o primavera se hallaba en tonos claros como el azul y el blanco de sus esponjosas nubes, para aquel entonces ser suplantado por un tono grisáceo que de cierta manera reflejaba la neutralidad de sus días. "¿Que podría significar aquello para un pequeño cachorro que apenas era consiente de sus acciones?". Siendo aquel el pensar de muchas personas necientes que aún continuaban pensando que un cachorro a tan corta edad no tendría problemas con los cuales lidear, es más, debería ser de aquella manera teniendo en cuenta que son seres llenos de inocencia que simplemente se dejan llevar por las acciones que otras personas ejecutan, sin embargo, no siempre las personas nacen con una vida llena de estabilidad, al contrario, todo parece nacer desde el ámbito familiar.

Y aquel pequeño blanquecino lo sabía perfectamente.

Suspirando el pequeño no había hecho más que soltar un pequeño ruidito desde el fondo de su garganta sintiendo a su estómago rugir ansioso por algo de comida que le llenase, estimulándo entonces a que su pequeña diestra acariciara con cuidado su pequeña pancita, brindándole con candidez algunas palmaditas que según él terminará por disminuir un poco su hambre, no obstante aquello no calmó en lo absoluto las ganas repentinas de tomarse aunque sea un poco de café acompañado de los deliciosos sandwiches  que su madre le preparaba con esmero siempre que se le apetecía.

Entonces sin pensarlo en demasía el pequeño bajó con cuidado del banco de madera fina en el que se encontraba de pies, antes de encaminarse hacia la puerta de su habitación colocando su diestra sobre el manubrio el cual giró despacio con la única finalidad de no hacer más ruido del debido, sus ojitos gatunos habiendo recorrido la pequeña sala de aquel apartamento aquel apartamento de mala muerte, percibiéndo  el aroma nauseabundo del alcohol y cigarros inmiscuarse en sus fosas nasales con prontitud, lo cual solo estimuló a que llevase su atención a la televisión encendida y el alfa sentado frente a esta en aquel viejo mueble de color marrón quién dándole a presenciar su fornida espalda, empinó aquella botella cristalina dándole un sorbo bastante largo a la amarillenta bebida.

 «𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄» ••𝐓𝐚𝐞𝐠𝐢•• 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✿•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora