El destino es lo suficientemente impredecible como para traer consigo un centenar de sensaciones.
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Sus manos junto a sus delgados bracitos se encontraban siendo ocupadas por aquellas toallas de color blanco hueso, mientras sus pies siendo calzados por aquellas sandalias de color miel, daban pasos tranquilos sobre el piso marmolado de aquella casa. Su cabello negro callendo espeso en grandes onduladas sobre su frente no haciendo más que impedirle mirar con claridad, sin embargo entre ligeros movimientos con su cabeza de lado a lado, lograba que estos tomaran otra posición antes de que regresarán a impedirle mirar correctamente. Sus labios rosáceos parecían tener aquel singular destello como producto de humedecerles constantemente con su lengua, mientras por su abotonada nariz junto a sus mofletes aquel carmín apenas perceptible por no haber sido estimulado, les cubría.
Las heridas en su rostro habían desaparecido por completo estimulando a que aquellos moretones como producto de los golpes se hubiesen marchado después de algunos días. Un ambiente agradable se respiraba dentro de aquella enorme casa a pesar de que aún no se encontraba acostumbrado a los hombres que la merodeaban, con el único propósito de cumplir con su trabajo, el cual era mantener a los miembros de aquella familia completamente a salvos. Sin embargo no podía negar en lo absoluto que hallarse bajo el cálido cuidado del señor Donghae junto a su madre, era algo que le hacía sentir lo suficientemente cómodo e incluso reconfortante aunque no lo demostrase con facilidad.
El señor SeoᴋJin era un hombre hermoso, irradiando elegancia con una facilidad algo complicada de explicar pero que de igual manera, continuaba sin hacerle sentir del todo cómodo con su presencia.—Termina de llevar estás toallas a la habitación que está al frente de la del señor SeokJin, luego regresa aquí que aún tenemos cosas por hacer, cariño—había mencionado su madre quien dentro de aquel cuarto de lavado junto consigo, se encargaban de doblar las ropas como también plancharlas para prontamente darles un orden en sus respectivos armarios—intenta… intenta no sentirte incómodo cariño. La gran cantidad de las personas dentro de esta casa nos han tratado de una manera grata a pesar de los pocos días que tenemos aquí. Simplemente debes procurar ser un poco más sociable aún cuando ambos sabemos que es un poco difícil para tí, ¿de acuerdo?—diciendo aquello se acercó con una sonrisa cálida estirándose de sus belfos, para seguidamente dejar sobre las manos de su pequeño aquellas toallas antes de inclinarse besándole con castidad la frente.
Luego de ello el pálido simplemente se había decidido a hacer lo mencionado por su madre, ocacionándo que para aquel momento se encontrase encaminándose hacia dicha habitación. Sensillamente aquella casa era hermosa en cada extensión de la palabra, de paredes blancas al igual que el marmolado piso, pasillos amplios pero al mismo tiempo alargados de donde en ciertas ocaciones lograba percibirse aquellas mesitas de madera fina donde sobre esta misma se encontraban aquellos jarrones de cerámica con hermosas flores, que en ciertas ocaciones le había correspondido cambiarlas por unas frescas.
Suspirando percibió delante de sus fanales aceitunas aquellas escaleras que daban al segundo piso de donde sin pensarlo en demasía, inició a subirlas con paciencia procurando no dejar caer las toallas sobre sus bracitos. Desde lo sucedido con su intructor de astronomía en aquel restaurante de esencia agradable, no le había vuelto a mirar desde entonces, no porque no lo quisiese, sino más bien por qué el mencionado hombre se rehusaba incluso a hacer acto de presencia en la universidad. Su lobo se hallaba inquieto e incluso lleno de apesadumbre siendo consumido por la melancolía enardeciente, cosa que su parte humana procuraba mantener oculta bajo aquel rostro Indiferente. Sin embargo su madre junto al señor Donghae le preguntaban con constancia "que sucedía, si se encontraba bien, o si necesitaba algo" en cambio de intentar desahogarse ante todos aquellos sentimientos ʏ pensares que le atiborraban, solamente optaba por tomar el camino más seguro.
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«𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄» ••𝐓𝐚𝐞𝐠𝐢•• 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✿•
Fanfic‹‹❛❀﹏ Aún cuando el mundo se acabe, nuestro amor continuará siendo sempiterno ❜❜ ︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶ Taehyung siempre había tenido una vida poco común, transitoria, pero al mismo tiempo careciente de muchas emociones, que habían impedido de cierta form...