Capítulo dedicado a mari2203_
Me digo a mí es decir nada. Y lo que tenemos, no me atrapó. Pero cuando no estás allí, simplemente me derrumbo.
Me digo a mí mismo que no me importa tanto, pero siento que muero hasta que siento tu toque.
Cobarde...
Indeciso...
Pusilánime.
Siendo aquellas palabras con las que se podría identificar al hombre para aquel entonces, donde la ansiedad se hallaba patente en el bombardeo de su inestable corazón, del mismo modo en que aquel nudo en su garganta parecía hacerse aún más molesto, imposibilitándole el poder respirar con total normalidad. El centenar de pensamientos habiendo rondado en su cabeza durante las últimas horas que, para su mala dicha e infortunio, resultaron ser lentas, agonizantes, pero sobre todo llenas de una necesidad imperante de saber que pasaría después de ello. El interior del auto resultando asfixiante para aquel entonces, mientras continuaba su rápido andar sobre el asfalto grisáceo de las calles de la ciudad, con el panorama pasando efímero a través de las cristalinas ventanas, estimulando a que la ansiedad que compartía con ambas partes de sí mismo se hiciese aún más inconmensurable, haciendo de sus manos húmedas por el sudor, el lugar perfecto para dar a conocer parte de sus inquietantes sentimientos. Se llamaba estólido. Estólido por no haberlo pensado antes de dejarse abrazar por la incomprensión o poca cordura.
Estólido por haber sido tan egoísta.
Estúpido por haber sido tan crédulo.
Se maldecía él internamente por haber permitido que el bello muchacho fuese arrebatado de sus brazos de forma incrédula, tan decepcionante que para aquel instante solo deseaba acabar con su paupérrima vida cuan cobarde; sin embargo, no se encontraba listo sabiendo que dejaría a tan cándido muchacho a nada de ser consumido por la pesada niebla de perversidad que azotaba de forma poco creíble y descomunal su alrededor.
Porque todo se haría más complicado...
Enrevesado.
Lleno de adversidades que rogaba a la diosa poder sobrepasar con denuedo.
Siendo entonces cuando el auto detuvo su andar frente al imperioso centro médico, que el alfa descendió con prisas, y sin esperar a ninguno de sus hombres atravesó las puertas del hospital cuan imperioso ventarrón, obteniendo por su parte que el personal de trabajo e igualmente la gente que estaba ahí, le escrutara como si fuese un completo desquiciado. No hallándose lejos de ser aquello. Poco importándole cuando algo más que la creciente preocupación pareció haber sido remplazada momentáneamente por la ira retenida que durante aquellas dos semanas, fue poco apaciguada en contra de su propia voluntad. Sus fanales iracundos, la mandíbula tensa y su andar rápido y amenazante siendo suficiente para que las personas que caminaban por los pasillos se apartasen del camino, con miradas que variaban entre el temor, molestia e incertidumbre, mientras sus fanales oscuros parecían buscar a alguien en específico, sin embargo, solo obtenía paredes de blanco color y rostros que desconocía en su totalidad.
Hasta que le miró...
Justo ahí.
Sentada en una de las sillas con la elegancia que le caracterizaba, se encontraba ella mientras sus fanales se centraban entre sus finas manos unidas sobre su regazo, su mirada a pesar de tener un punto en específico pareciendo perdida en un centenar de pensamientos, que, para dicho entonces, el hombre deseaba descubrir en su totalidad; sin dejar rastro alguno de secretos, aquellos que a pesar del tiempo continuaban cerniéndose tras su espalda con una magnitud incompresible... tan asfixiante cuan ola inmensa y de la cual, el parecía ser poco conocedor de lo que avecinaba consigo.
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«𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄» ••𝐓𝐚𝐞𝐠𝐢•• 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✿•
Fanfiction‹‹❛❀﹏ Aún cuando el mundo se acabe, nuestro amor continuará siendo sempiterno ❜❜ ︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶ Taehyung siempre había tenido una vida poco común, transitoria, pero al mismo tiempo careciente de muchas emociones, que habían impedido de cierta form...