Episodio 9: buscando soluciones

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De quién no imaginaba, de quien no esperaba, de quién no estaba buscando

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Cuatro días después del incidente.

Había sorbido su congestionada nariz percibiéndo desde horas tempranas de la madrugada cuan congestionada se hallaba está, seguramente por la brisa fría que se obligaron a presenciar en carne propia junto a su madre la tarde anterior, cuando aquel hombre les saco del pequeño apartamento por el que tanto tiempo habían habitado. Estaba siendo incluso molesto no poder respirar correctamente, teniendo como consecuencia que por la puntíta de su botón llamado nariz, un ligero carmín le mancharan resaltando aún más por su piel blanquecina.

"Deberías quedarte en casa si estás resfriado"

Habían sido las palabras de su madre junto al señor Donghae, cuando le miraron iniciar a prepararse para ir a la facultad, no obstante el se negó rotundamente a quedarse en casa cuando no se sentía tan mal, a ello agregándole que de cierta manera las pérdidas de clases traían consigo ciertas consecuencias que no eran de su agrado, además había faltado aquellos cuatro días como producto de sus heridas, no quería seguir haciéndolo; por ello simplemente había decidido marcharse a la facultad en lugar de quedarse en la casa del señor Donghae completamente solo, pues su madre junto al mencionado hombre al parecer saldrían de casa; ¿a qué exactamente? no lo sabía, sin embargo el mismo se encargaría de preguntarle a su madre cuando llegara a tener el momento. Se le hacía difícil estar en aquella acogedora casa junto a otra presencia que no fuese la de su madre, en cambio tampoco negaría que el señor Donghae al parecer era un hombre amable. Lo había confirmado cuando colocó en su diestra algunos billetes para que comiera algo durante el descanso en la facultad, pues su madre no había tenido tiempo para prepararle como siempre el pequeño refrigerio que acostumbraba a comer durante aquellas horas; no obstante se había negado a toda consta a recibirlos; no ahnelaba ser una molestia, mucho más para el hombre.

Suspirando su labio inferior se había apresado entre sus dientes blanquecinos, mientras su manitos hachas puños se apresaban aún más como muestra clara de la chispita de impotencia que parecía hacerse aún más enardeciente. Su mente recriminándo con constancia porqué se encontraban tan alto aquel  libro que tanto ahnelaba, pues hacía más de unos minutos que se hallaba frente aquel estante de la biblioteca en la facultad, procurando cumplir su tan anhelado deseo.
Su mente habiendo hecho de las propias cuando sus orbes aguamarinas parecieron destellar llenos de ansiedad, por poder leer al menos una sola página del libro que el señor Donghae le había hablado durante los dos de los cuatros días que habían pasado bajo el techo del mencionado beta.

Chris, siendo el nombre de la admirable protagonista como también de aquella historia. Una chica que después de haber pasado años infernales dentro de un reformatorio para menores, se enfrenta al mundo exterior aún sin ser del todo conciente de que será por tan poco tiempo. ¿Lograría indentificarse con aquella fémina? había negado con gracia ante su pensamiento inaudito. Jamás lograría poseer si quiera un poco de las cualidades de aquella chica porque sensillamente las propias eran más que solo contradictorias, en cambio aquello no había sido obstáculo para que su curiosidad e interés por leer aquel libro se hiciese añicos, al contrario, se hacía aún más grande con el paso premuroso de los segundos.

"Como puede estar tan alto"

Se había preguntado a si mismo mientras suspirando pesado sus orbes esmeraldas miraron ambos lados del pasillo de aquella biblioteca, sin presencia alguna además de la propia brindandole incluso un panorama bastante solitario. Sin embargo él se preguntaba si se sentía seguro estando con personas a su alrededor, o en su completa soledad llena de un silencio agonizante. Siendo aquello contradictorio pero la respuesta a su interrogación estaba más que clara. Saliendo de su pequeño debate mental, se permitió tragar el nudo grueso en su garganta mientras que suspirando tembloroso miró hacia ambos lados de su persona, comprobando por una ocación más que no hubiese nadie a su alrededor, para seguidamente montar su pie sobre el filo sobrante de aquel estante, colocando también su diestra sobre el filo de el estante superior hasta tomar impulso estimulando a sus pies dejar de tocar el marmolado suelo.

 «𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐓 𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄» ••𝐓𝐚𝐞𝐠𝐢•• 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✿•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora