Capítulo 22... Suga...

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—Basta, Suga —la chica alejó la botella de whisky de su mejor amigo—. No actúes así. Debiste decírselo antes.

—Las pesadillas desaparecieron gracias a ella... —susurró el chico, inclinando la cabeza. Se sentía mareado y confundido; incluso podía ver la expresión decepcionada de Brooklyn si cerraba los ojos—. Las malditas drogas no eran necesarias gracias a ella...

Sus músculos se tensaron. Sus amigos podían sentir toda la ira acumulada dentro del chico, toda la culpa y la tristeza en su interior.

—Vamos, YoonGi —la chica titubeó con una sonrisa, mirando a Hoseok que tampoco sabía qué hacer—. No podías ir tan en serio, tan rápido.

— ¡Sí, hermano! ¿Cuánto llevaban? ¿Una? ¿Dos semanas?

YoonGi se levantó furioso, alejando la mano condescendiente del castaño cuando intentó palmearle la espalda. La botella de whisky se cayó ante la brusquedad del movimiento.

— ¿Qué pasó? ¿Está todo bien? —el dueño del bar se acercó preocupado. Pareció igual de sorprendido que el resto de espectadores cerca de la escena.

— ¡¿Por qué demonios dejaste que nos volviéramos a presentar?! —el pálido no dudó en desviar toda su atención al hombre mayor— ¡¿Por qué diablos permitiste que hiciéramos esto?!

Cuando empuñó la camisa del sujeto, Hoseok intervino de inmediato. Él podía soportar una pelea con su mejor amigo, si este quería desquitar toda su ira con alguien pero por la expresión asustada del hombre, lo más probable es que él no y tampoco se lo merecía.

—Hey, tranquilo hermano —empujándolo despacio por el pecho, hizo que retrocediera—. Mejor vámonos de aquí.

[***]

Despertar sola, resultó más frío y vacío de lo que esperó. Su pecho se comprimió al sentarse sobre la cama y notar el espacio desértico a su lado.

Necesitaba renovar su matrícula universitaria esa mañana, YoonGi había prometido llevarla...

Al final, terminó tomando el autobús como si nada hubiese cambiado desde el periodo anterior.

— ¡Brooklyn! —Jihyo la hizo saltar en su sitio al detenerse frente a ella. Ciertamente, mientras caminaba, Brook ni siquiera notó que su amiga se acercaba— ¿Estás bien? No quería asustarte —lucía entre divertida y preocupada— ¿Brook? ¿Estás realmente bien? ¿Estás teniendo mucho trabajo últimamente? No te ofendas, cariño pero pareces algo pálida y demacrada... ¿Estás comiendo adecuadamente? —como si fuese un médico o una madre, intentó palpar sus decoloradas mejillas.

—Sí, no es nada —sonrió ella apenas— ¿Por qué viniste? —evadió veloz el tema y su tacto— Pensé que habías finalizado el trámite hace unos días.

—Así es... —asintió desviando la mirada y suspirando un poco— pero Daniel dijo que quería hablar conmigo. Así que tal vez solucionemos las cosas y... —se encogió de hombros con lentitud—. Por eso vine. 

[***]

Brooklyn no dejó de pensar en ello durante los días posteriores. No le habló a ninguno de sus amigos en el trabajo, porque aún seguía furiosa y bastante indignada con ellos.

—YoonGi, abre ¡Ya séque estás aquí!... J-Hope acaba de decirme que no has ido al estacionamiento todo este tiempo... —cuando intentó tocar la puerta de aquel departamento, esta se abrió sola— ¿YoonGi?

Brooklyn decidió entrar de manera cautelosa. Las luces permanecían apagadas y todo estaba muy silencioso.

Tenía tanto tiempo que no ingresaba a ese lujoso lugar ¿Y si YoonGi realmente no había vuelto a su casa? ¿Y si había un ladrón adentro? ¿Por qué seguía avanzando? ¿Y si habían monstruos en la oscuridad?

Dirty Laundry -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora