Epílogo... Suga...

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Brooklyn se talló los ojos otra vez. De nuevo, parecía estar alucinando...

Había visto a Yoongi caminar frente al pequeño restaurante donde trabajaba; no obstante, Nayeon y Jihyo vinieron por esa misma dirección, en ese instante, sin muestras de haberse encontrado con él.

No era la primera vez que ocurría, su mente  constantemente le jugaba malas pasadas y su corazón a veces, se negaba a que fuera la última.

— ¿No estás emocionada por tu gran presentación? —Jihyo interrumpió el silencio incomodo que se formó, tras pedir su comida.

Las chicas no se quedarían a almorzar, necesitaban preparar algunas tareas y sólo acudieron al restaurante, para confirmar algunos detalles y llevar comida a casa. 

Esa noche, Brooklyn finalmente se presentaría en uno de los más populares teatros de la ciudad; en uno de los más icónicos recitales.

—Lo estoy —aunque el ánimo no acompañaba sus palabras.

—Sabes que Suga estaría muy orgulloso de ti —musitó Nayeon, poniendo sus manos sobre las de su amiga.

Brooklyn que miraba la bolsa encima del mostrador, elevó los ojos a ellas ante tal acción.

—Eso es algo, que nadie más podría confirmarlo.

Las palabras fueron duras y furiosas. Le molestaba que las personas asumieran cosas, que se expresaran así. Dolía todavía y nadie podía comprenderlo.

Las chicas se miraron entre ellas, compartieron pesadez y sus labios se volvieron una línea. Sus intenciones no eran malas aunque Brooklyn cambió mucho desde aquel suceso. Querían ayudar, siempre desearon ayudarla pero cuando la castaña construía enormes muros a su alrededor, no podían hacer nada. 

—Tienes razón —asintió Nayeon retirando las manos y tomando las bolsas—. Brook, lo lamento... pediste espacio y es lo menos que podemos hacer por ti.

—Oh, yo-... —reaccionó. La preocupación apareció, así como todas las veces que despertaba de sus propios y dolorosos pensamientos—. Fui descortés. Lo siento... Aún-... aún estoy trabajando en ello.

Comenzó por asistir a terapia y optó por mantener distancia de sus amigos; en especial, de Hoseok y NamJoon. Ellos tampoco lograban enfrentarla, la culpa y el recuerdo les abrumaba al mirarse a los ojos.

Hoseok y NamJoon no fueron a prisión porque ayudaron a capturar a dos grandes cabezas de la mafia; su antiguo jefe y el hombre que YoonGi capturó horas antes. Sin contar que el pálido había eliminado toda evidencia que los involucrara, mucho antes de lo ocurrido, como si planeara hacer un movimiento para sacarlos, como si lo hubiese previsto, como si el tiempo no le hubiera alcanzado.

¿Por qué demonios tenía que ser así?

—Las veré en la noche —sonrió apenas y desvió la mirada hacia la nueva clienta que acaba de entrar.

—Esta bien —contestaron las chicas. 

[***]

Brooklyn comenzó a llorar en la última pieza de su presentación.

No podía creerlo.

Seguro los espectadores fruncieron el ceño, dada su extraña interrupción.

Uno de los preciosos cisnes estaba llorando y arrebatando la atención del acto principal. Brooklyn tuvo que dar un par de piruetas para salir del escenario lo antes posible.

Con la cabeza inclinada siguió llorando hasta que sintió la presencia de alguien frente a ella.

—No llores...

Dirty Laundry -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora