Capítulo 12... Suga...

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A la mañana siguiente, YoonGi volvió a abrir los ojos. Era la primera vez en mucho tiempo, que no se despertaba con una fuerte resaca.

Seguro se debía a que no bebió la misma cantidad de alcohol la noche anterior y entonces, recordó la razón. Giró entre las sábanas, esperando encontrarla pero la chica, no estaba ya...

Se sentó de inmediato. Esa no era su casa, entonces... ¿Por qué no se fue primero y dónde diablos estaba la castaña?

Se levantó. Normalmente no amanecía en la cama de alguna de sus amantes, siempre prefirió dormir en su hogar. Su cerebro debió sentirse confundido y creyó que estaba en casa, pues esta era un piso arriba.

—Debe estar en la cocina... —masculló tras abrocharse los pantalones.

Eso era algo que todas hacían después del sexo; creían que con un desayuno sus ideas cambiarían, que escogería una relación estable en lugar de la vida que llevaba pero... no lo haría. Por ello, optó no frecuentar demasiadas veces a la misma persona.

¿Cómo lidiaría con la desilusión de su vecina al decirle que sólo fue otra noche?

Oh, diablos... su vecina.

Casi podía volver a sentir todo lo que pasó entre ellos si cerraba los ojos.

«Brooklyn...»

Le gustaba el hecho de no haber bebido tanto alcohol para saberlo a la perfección.

Nada. Ella simplemente no estaba en ningún lugar de la casa.

Bien, lo había dejado. Entonces, ¿Por qué tenía tantas ganas de ir al bar esa noche y preguntarle la razón?

[***]

Brooklyn se tomó esa mañana para conseguir otro trabajo de medio tiempo y así ahorrar, antes de volver a la universidad.

¿Por qué no había echado a su vecino de casa antes de irse?

Bueno, llevaba prisa y tenía tantas cosas en mente, que podía decir que lo olvidó.

No, no era cierto.

¿Entonces que había sido?

—Date prisa, Brooklyn —exclamó Dahyun y ella, despertó.

Asintió, siguiéndola fuera de la bodega. Su amistad había sanado desde que la castaña aclaró la clase de relación que tenía con Yugyeom. Dahyun muy avergonzada se disculpó por ponerse así de celosa, sin ninguna razón. Brooklyn le prometió ayudarla a que la relación entre ellos avanzara y así, las dos fortalecieron su confianza en la otra.

—Vamos, Suga. Necesito de tu ayuda. La competencia se está llevando a mis clientes.

Ambas chicas miraron curiosas la escena entre el chico pálido y el dueño del bar. El más joven bebía con calma mientras el hombre corpulento, le suplicaba a su lado.

La bondad de su jefe desentonaba por completo con su apariencia tan aterradora.

—Lo siento, hyung. No estamos trabajando justo ahora.

— ¡¿Por qué?! Diles que necesito de su ayuda ¡Por los viejos tiempos!

Brooklyn le hizo una mirada a Yugyeom, quien se encontraba detrás de la barra y más cerca de los hombres. Él podía escuchar mejor. Yugyeom se encogió de hombros, moviendo los labios con un "No lo sé", así que ambas chicas se terminaron acercando con lentitud.

Los ojos de YoonGi conectaron con los de la castaña, tan pronto ella depositó la caja sobre la barra para que su compañero la tomara con prontitud. Su corazón pareció detenerse, como si hubiese sido descubierta huyendo de algo pero no sabía porqué se sentía así.

Tal vez porque has estado huyendo de él, desde esta mañana.

—Está bien, les hablaré —le dijo al dueño para finalizar su conversación, pues necesitaba resolver otros asuntos más importantes.

—Genial. Con ustedes no perderé más clientes, al contrario, seremos la sensación.

El chico asintió y siguió bebiendo, hasta que el hombre comprendió que quería estar solo.

—Brooklyn, ¿podrías servirme otro trago? —la detuvo colocando su vaso vacío sobre la barra, justo antes de que la chica se alejara al otro extremo.

Ella miró por un segundo a Yugyeom, quien seguía respondiendo "no lo sé" con la mirada. Sería gracioso; si ella no estuviera tan nerviosa como en ese instante.

—Claro... —respondió al pálido con suavidad mientras se acercaba a realizar su trabajo.

Sirvió otro trago de whisky y lo deslizó cerca del hombre que había dejado en su cama esa misma mañana. El chico lo tomó veloz, tocando los dedos de la empleada a propósito.

Brooklyn se apartó de inmediato.

— ¿Necesita algo más, señor?

— ¿Señor? —el chico sonrió por esa palabra, alejando el vaso de su boca. Brooklyn intentó no reaccionar a la expresión tan sexy del chico.

—Sí, ¿otro trago quizá?

Vamos, Brook... mantén tus nervios al margen.

—No, como puedes ver. Hoy no traje a nadie más conmigo, quería reservarme para una linda empleada de mi bar favorito —se inclinó sobre la barra, la estaba molestando.

Finalmente, Brooklyn mordió su lengua para no decir algo mordaz a un cliente, por más engreído y confuso que fuera.

—Normalmente se lleva la botella completa, señor ¿Me preguntaba... si estaba bien con lo que resta de esta o debo conseguir otra?

La botella en realidad estaba a la mitad, Suga a veces llevaba cosas más vacías y las pagaba completas. Quizá por eso era el cliente preferido del dueño y también se habían hecho amigos. Sonrió ligeramente, elevando la comisura de sus labios en gesto similar a "con que eso era lo que querías decirme".

—Bien, ya que estamos atentos a las acciones de los demás —se inclinó más cerca de ella, sus codos sobre la superficie— ¿Hay alguna razón por la que hayas pensado que era buena idea dejarme solo, en tu casa, esta mañana?

Sus mejillas enrojecieron de nuevo y entonces, un victorioso chico bebió un poco de su vaso.

—No lo sé —intentaba disimular su nerviosismo y al mismo tiempo eliminar esa sonrisa en el rostro del chico—. Tenía asuntos más importantes que resolver.

—Claro —sarcasmo en su tono— ¿Venganza, tal vez?

— ¿Venganza? —la chica frunció el ceño un poco molesta y sin comprender—. Como sea.

—Pude haber tomado cualquier cosa de tu diminuto departamento.

Brooklyn sí lo pensó aunque sabía que no tenía nada de valor ahí y cuando regresó más tarde para buscar su uniforme, el chico ya no estaba y todo seguía en orden a excepción de la cama.

—Pero no lo hiciste... —replicó con firmeza y el chico pareció sorprendido por esa respuesta—. Ahora, si me permites; necesito seguir trabajando.

Antes de avanzar a otra parte de la barra sintió un tirón en su brazo deteniendola. Suga la seguía mirando pero ahora con más interés y diversión en su expresión.

—De acuerdo, entonces dos cosas. La primera —tomó la botella de vodka, que ahora le quedaba más cerca dada su posición y la colocó de su lado de la barra—, me llevaré esto y la segunda, ¿Saldrás tarde esta noche?

La pregunta pareció deconcertarla y la forma en que el blanquecino se inclinó para detenerla, llamaba mucho la atención, por lo que se avergonzó. Sin embargo, la chica prefirió ponerlo en su lugar respondiendo de manera mordaz.

—Por supuesto, tenemos mucho que ordenar al cerrar.

—Perfecto —replicó el chico, liberándola y retomando su postura—. Sabemos que entre más tarde para nosotros, mejor —Brooklyn ignoró el aumento de temperatura en su cuerpo—. Te estaré esperando, vecina.

El tono que uso en la última palabra envió un escalofrío por su brazo, donde el pálido la había tocado y después sólo se marchó. 

Dirty Laundry -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora