Capítulo 27... Suga...

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—No pensé que ganaríamos la nota más alta —comentó el chico escéptico mientras avanzaban.

— ¡Oye! Estuvimos trabajando muy duro y creo que nos lo merecemos —replicó la chica con un divertido reproche, empujando a su amigo con suavidad.

—Sí, supongo que tienes razón —coincidió.

Después de trabajar en el proyecto durante varias semanas, ahora obtenían los resultados esperados. Eran muy buenos pero aún faltaba estudiar para los exámenes.

—Vives algo cerca de la universidad —expresó la castaña, observando con atención las calles.

—Te lo dije —se encogió de hombros—. Podríamos tomar el bus pero me gusta caminar. Ahora vamos por allá.

—Debes estar bromeando...

Los pasos de la chica se detuvieron cuando llegaron frente a su antiguo edificio.

Los recuerdos bombardearon su cerebro, como si fuese imposible ocultarlos y estuvo a punto de desmayarse, o eso creyó, de tan sólo pensar que podría encontrarlo de nuevo.

—No bromeo. Sé que la zona tiene mala fama pero no pasa nada malo por aquí —el chico la esperaba algunos pasos adelante—. Vamos, entra.

[...]

Su corazón estaba a punto de estallar, sus manos sudaban. Se sostenía del pequeño pasamanos en el ascensor, como la gente mayor, para no doblar sus rodillas. Le costaba respirar pero tampoco podía hablar. No quería preocupar a su compañero.

El piso donde ella vivía y todavía subieron otro...

—Oye, no creo que... —las puertas del ascensor se abrieron y el chico avanzó hacia el pasillo.

No creo que sea capaz de hacerlo.

— ¡¿Qué sucede?! —la miró con preocupación— ¡Estás pálida! —regresó de inmediato a ayudarla, ella se negó—¡Vamos, entra! Llamaré a una ambulancia. No te preocupes, Brook.

— ¡No! —impidió que el chico avanzara, tomando la manga de su camisa—. Sólo es un pequeño mareo. No he dormido bien pero necesito esos apuntes y regresaré a casa —NamJoon la miró asustado y sin saber qué hacer—. Estaré bien, lo prometo. Sólo dame unos minutos. Te espero aquí.

— ¿Brook? Déjame llevarte al hospital.

—No, no gracias —negó varias veces con la cabeza—. Sólo date prisa.

No quiero encontrarlo.

La chica intentó sostenerse sobre sus pies nuevamente, estaba apoyándose demasiado en la pared. Se dijo que podía hacerlo, esperar en el pasillo frente al departamento del chico blanquecino. Porque sí, ahora sabía con qué amigo se estaba quedando NamJoon en lo que conseguía su propio departamento.

—Está bien —asintió el chico, tras verla un tanto mejor—. Luego, te acompaño a casa.

No cerró la puerta por la prisa que tenía; sin embargo, esa pequeña abertura hacia el interior, creaba grandes lagunas cada vez más frecuentes en la cabeza de Brook.

¿Estaría allí?... ¿Cómo se veía ahora?... ¿Estaba mejor?... ¿Se sentía feliz sin ella?...

— ¿NamJoon? —se escuchó preguntando en voz alta, en cuanto no pudo resistirlo más y entró despacio

Dirty Laundry -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora