Capítulo 16... Suga...

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A la mañana siguiente, la chica despertó con un poco de jaqueca.

No recordaba haber vuelto a la cama pero seguramente Suga se había encargado de eso.

Con mucha pereza, miró la hora en su teléfono y maldijo por lo tarde que era.

Se levantó de un salto, sin pensar en nada más que en su empleo en la cafetería.

Chocó contra Suga fuera de la habitación, tan fuerte que casi cayó.

-Brook, ¡Brook!... Tranquila.

La sostuvo de las muñecas justo antes de que un accidente ocurriera y también, para detenerla en medio de su desesperación.

-No tengo tiempo ¡Es tarde!

-Lo sé, lo sé. Respira -el chico comenzó a sisear suavemente para que la castaña guardara silencio y se tranquilizara-. Llamé a tu jefe por la mañana. Dijo que está bien, que te tomes el día; que inclusive te debían un descanso. Puedes quedarte en tu casa.

Los ojos de Brook se abrieron por completo a medida que escuchaba la explicación. Negó con la cabeza, cediendo totalmente al agarre del chico.

-Yo no quería un día de descanso -siguió negando- ¡Quería el maldito dinero del trabajo extra!

Se puso totalmente furiosa... «¿Quién se lo había pedido? ¿Quién le daba derecho de decidir por ella? ¿Por qué demonios invadió su privacidad tomando sus cosas de aquella forma?»

Se zafó inmediatamente del agarre del chico.

- ¡Entonces deja de beber y bailar con todos esos chicos hasta la madrugada!

- ¿Con esos chicos? ¡Sólo lo hice contigo y...! -recordó lo que habían compartido la noche anterior y su corazón se estrujó al pensar que pudo tratarse de algo diferente. Que tonta... -. Nadie y mucho menos tú, puede decirme lo que debo hacer. No cuando haces exactamente lo mismo.

Lo empujó poco antes de encaminarse hacia la salida.

- ¡¿Y qué si tropiezo con mi puerta hasta las seis de la mañana?! No me afecta, ni a los demás. Deja de ser tan irresponsable contigo misma, Brooklyn.

-Por supuesto -la chica giró rápidamente sólo para concederle la razón y responder:- Ni siquiera sé si trabajas o en qué demonios gastas tu tiempo y a ti... no deberían importarte mis asuntos en lo más mínimo.

YoonGi cerró la boca justo antes de gritarle cosas horribles a la chica y entonces, suspiró. No necesitaba preocuparse por ella y eso era algo en lo que ambos coincidían.

Estaba tan cansado de pelear todas las mañanas con la castaña, traerla a casa después de las fiestas y hasta el sexo comenzaba a aburrirle también. Al carajo. Siguió su camino hacia la cocina.

Brooklyn miró como el chico simplemente la abandonaba en el recibidor, sin interés.

¿En qué estaba pensando? No eran nada.

[***]

La navidad se acercaba y Brooklyn lo sabía, le mandaron a colocar los adornos en ambos empleos.

Pese a las muchas invitaciones que había recibido por parte de los chicos y chicas del estacionamiento, Brooklyn lentamente dejó de asistir a sus eventos.

"Deja de ser tan irresponsable contigo misma, Brooklyn"

Cada que tomaba un trago, lo escuchaba, cada que se vestía, también. Cada que pasaba frente a la lavandería, la cólera se arremolinaba en la boca de su estómago y se sentía aún más furiosa con el chico blanquecino que, se reunía en el mismo lugar con sus amigos.

Ya no quería verlo, lo evitaba.

Evadía su mirada juzgona mientras se divertía con los otros chicos pero el cansancio paulatinamente lo fue impidiendo. No, no se trataba de otra cosa.

Ella no era irresponsable, podía encargarse perfectamente de su vida y despertar tarde un día, le pasaba a cualquiera. Tampoco había sido todo culpa suya, ¿no es cierto?

-Buscaremos un reemplazo. No te preocupes por eso, hyung

Brooklyn casi resbaló de la escalera, en cuanto escuchó la voz de Suga hablando con su jefe. Por suerte, Yugyeom reaccionó rápido y la ayudó; él la estaba vigilando.

Los otros dos hombres miraron un par de segundos en su dirección, preocupados. YoonGi frunció el ceño fugazmente, al notar como ese chico tocaba la pierna de Brooklyn.

-Tiene que ser muy bueno. Realmente espero que esto funcione -el dueño robó por cuenta nueva toda su atención-, de lo contrario tendré que cortar cabezas jóvenes.

Brooklyn se detuvo por instante; sabía que era de las últimas personas que el hombre contrató

-No voy a reclutar a alguien tan idiota para destruir nuestra reputación, Hyung -YoonGi vio esa pequeña reacción en la castaña-. Tranquilo. Por cierto, sabes que tengo otro jefe y necesito que firmes de acuerdo con sus términos.

Yugyeom la sujetó de la cintura y la ayudó a bajar los últimos escalones de un salto. Ambos observaron a los hombres entrar a la oficina con un aura misteriosa en ellos.

[***]

De camino a casa, Brooklyn suspiró mientras acomodaba la correa de su bolso sobre el hombro. El vaho era demasiado visible ahora y su nariz estaba roja.

- ¡Brook! ¡Di que hoy si nos acompañarás!

Algunas personas la detuvieron en la acera, tomándola algo desprevenida.

Ofreciéndoles una tenue sonrisa estaba a punto de negarse cuando notó, que detrás de ellos, Suga se besaba con una chica.

La sonrisa en su boca se desvaneció mientras la del chico era amplia, al igual que la de aquella chica. Parecía que se reían de algo mientras juntaban sus labios un par de veces para besarse apasionadamente.

Los chicos a su alrededor vitoreaban por ello y Suga no dejaba de acariciarle la mejilla.

¡¿Por qué demonios ella tenía que cuidarse de las personas que besaba y él podía hacerlo con quien le placiera?!

Enojada se escabulló en medio de todos y se plantó justo delante de ellos.

- ¡¿Qué estás haciendo?! -jalando al chico de uno de sus brazos, logró separarlo de la chica.

Ella sonrió en su dirección y después de alzar las cejas, al igual que los brazos, se alejó despacio de ambos para evitar el problema.

-Oh, Brooklyn. Estás aquí... -la manera lenta en que hablaba, la sonrisa en su cara- ¿Nos acompañas esta noche?

Suga tenía algo más que alcohol en su organismo.

Cuando el chico sujetó su mejilla e intentó besarla al igual que a la otra chica, Brooklyn lo empujó hacia el parachoques del auto estacionado y todos jadearon emocionados.

- ¡¿Qué te pasa?!

Yoongi fue detenido por Hoseok cuando intentó responder agresivamente a la chica.

-No es el mejor momento, Brooklyn. Vete a casa.

Los ojos del otro chico estaban igual de rojos que los de YoonGi pero parecía más cuerdo que el resto de sus compañeros alrededor del auto.

- ¿Qué le dieron a él?

Suga optó por acostarse sobre el cofre y sonreír hacia la luna.

-Lo mismo, sólo que tenemos un YoonGi con un plus de licor -sonrió el castaño, igual de animado que sus amigos.

- ¿Yoon...Gi...? -Brooklyn finalmente probó un nombre real en sus labios.

- ¿Nos acompañarás esta noche o no? -cuestionó otra de las chicas, pasando un brazo alrededor de sus hombros, sorprendiéndola ya que llegó desde sus espaldas.

Mirando el estado en que el pálido se encontraba, Brooklyn no pudo decir que no, por más que su boca lo intentó.

Dirty Laundry -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora