Estaba un poco cansada y sin duda tenía sueño. Pese a que tanto chicas como chicos a su lado intentaban animarla, Brooklyn no podía dar todo de sí.
Siempre estaba la mayor parte del tiempo sentada en los clubs y esta ocasión no fue la excepción, sin embargo, si seguía un minuto más en ese asiento, se quedaría dormida.
—Ven, Brooklyn. Acompáñanos —un par de chicas se acomodaron a cada uno de sus costados y la somnolienta chica, sólo fingió una tenue sonrisa para disimular su agotamiento.
— ¿A dónde? —preguntó con curiosidad.
—Tú sólo acompáñanos.
Por la manera en que aquellas mujeres tomaron sus brazos, Brook no estuvo muy convencida de seguirlas. Ellas no se veían bien, había algo pero claramente, no era cansancio.
—Vamos. Será divertido —insistieron.
YoonGi llegó en ese preciso instante, sentándose entre una de ellas y la castaña. Rodeó la cintura de Brooklyn y escondió su cabeza en la curvatura de su cuello, como si estuviese tratando de dormirse ahí.
—No vayas... —susurró sólo para que ella escuchara.
La piel de Brooklyn se erizó por el tibio aliento del chico y entonces recordó la razón de porque había accedido a asistir. Le había perdido el rastro en algún momento de la noche e incluso creyó que el blanquecino se había ido del sitio o escabullido por ahí con alguna otra chica.
Una de sus manos ascendió para palpar su cabeza; pues todavía se escuchaba muy mal y había un poco de fiebre en su piel. ¿Qué había ingerido precisamente?
— ¿Tú te animas, YoonGi? ¡Vamos, tú siempre nos acompañas!
—No me dejes ir... —masculló con mucho dolor.
—Lo siento, chicas. Me quedaré con él.
Las mujeres se quejaron con fastidio y entonces decidieron ir a preguntarle a alguien más.
— ¿Te encuentras bien? —le preguntó al chico con preocupación, pasando la mano más cercana alrededor de su cuerpo. YoonGi negó con la cabeza y permaneció con los ojos fuertemente cerrados.
—Me duele la cabeza —se quejó.
—Está bien, está bien. Tranquilo.
Brooklyn buscó a Hoseok con la mirada pero no lo halló por ninguna parte. Se quedó quieta con YoonGi entre sus brazos y acarició su cabello hasta que el chico se quedó dormido.
—Brook, vamos a continuar en la casa de uno de los chicos, ¿nos acompañas?
A nadie parecía importarle si Suga se encontraba bien, sólo querían continuar con la fiesta. Ella negó con la cabeza y se aseguró de que el chico pálido estuviese cómodo entre sus brazos.
Yoongi era menos atemorizante cuando dormía, sin duda pero Brooklyn sabía que detrás de todo, del desastre, YoonGi también estaba roto, en sentidos que jamás podría comprender.
¿Estaba bien que le gustara más por eso? Porque ella podría estar rota junto a él y no le importaría. Podrían compartir su soledad.
Cuando menos lo esperó alguien la meció por el hombro intentando despertarla. Era uno de los empleados del club, le estaba preguntando si se encontraba bien, si debería llamar a un taxi porque iban a cerrar pronto y debían irse. Ella le pidió que por favor lo hiciera mientras despertaba al blanquecino aunque le sorprendió que también le preguntaran si Hoseok era su amigo, puesto que seguía ahí un par de mesas más lejos.
Fue bastante complicado lidiar con dos chicos dentro del ascensor y lo peor, tuvo que meterlos dentro de su pequeño departamento, ya que no se sentía cómoda entrando en el apartamento superior. Hoseok se quedó en el sofá, él no tenía fiebre pero Yoongi sí.
Cuando finalmente pudo disminuir su temperatura y tomar un descanso, no le importó compartir la misma cama que su vecino. Ya habían rebasado ese límite hace mucho.
[***]
Yoongi se percató del paño húmedo en su frente, hasta que finalmente se sentó en la cama y éste cayó al suelo. Notó entonces el cuenco con agua sobre la mesita de noche, el termómetro y los medicamentos. Evidentemente, esa no era su habitación.
Saliendo del dormitorio, se encontró con Brooklyn en la cocina, sentada encima de la barra bebiendo un poco de jugo mientras miraba el televisor sin sonido de la sala.
—Oh... —pareció sorprendida de encontrarlo de pie— ¿Ya te encuentras mejor?
La imagen anterior había ocasionado algo extraño en el interior de su pecho y al observar el paño aún en sus manos, con el que la chica debió cuidarlo la noche anterior, lo intensificó.
— ¿Por qué hablas tan bajo? —preguntó mientras se acercaba a ella, dispuesto a descifrar lo que sentía.
—Shh... —siseó con un dedo sobre sus labios, desvaneciendo poco a poco sus intenciones—. Tu amigo sigue dormido en el sofá —cuando YoonGi miró al sofá más grande, notó que sobresalían los pies de su amigo— ¿Quieres un poco? —volvió a preguntar, llamando su atención al extender un plato con pan tostado untado con mermelada.
— ¿Te hiciste cargo de los dos? —la chica asintió mordiendo otro bocado— ¿Metiste a dos chicos a tu departamento?
—Podría decirse que a un chico y un niño —le apuntó el pecho en la última parte—. Tuviste fiebre casi la mayor parte de la noche.
— ¿Por qué no mejor te quedaste con los demás? ¿Acaso no son tus nuevos amigos?
—Ellos nunca han sido mis amigos —se encogió de hombros, luego miró la hora en su teléfono y bajó de un brinco—. Tengo que ir a trabajar. Puedes comer pan tostado con mermelada y si quieres, también bebe algo de jugo —la chica comenzó a recoger sus cosas de la barra con rapidez— ¿Puedes dejar la llave encima del marco cuando se vayan? Te lo agradecería mucho.
Antes de que la chica escapara, YoonGi alcanzó a detenerla por un brazo, atraerla hacia sí y contemplarla como había querido desde que la vio. Las ojeras estaban perfectamente escondidas bajo un poco de maquillaje pero pudo notarlas.
—Gracias, Brook —sonrió acercándose a besar suavemente sus labios.
La chica inmediatamente correspondió pero también se alejó muy rápido. Estaba algo confundida y la prisa que tenía, no le daba tiempo para pensar.
Asintió antes de deslizarse hacia la salida.
Pareció que Hoseok sólo esperaba a que ella se fuera porque inmediatamente se sentó en el sofá y comenzó a desperezarse.
— ¿Estuviste despierto todo este tiempo? —YoonGi no parecía sorprendido, al contrario, se terminó la tostada que Brooklyn había dejado.
—Ella también ve mi programa favorito. Lástima que no pudo subirle al volumen y yo no podía abrir los ojos si no aparecías primero tú.
—Tuve fiebre toda la maldita noche, ¿no escuchaste?
Hoseok brincó el sofá para acercarse a la cocina y comer un poco de pan.
—Serías un completo idiota si la dejas ir.
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Dirty Laundry -SUGA- BTS
FanfictionLa primera vez que se conocieron fue cuando ella compró una soda y de ahí, siguió tomando una serie de malas decisiones. Hay algo dulce en sus ojos, algo puro en lo que él no se debería entrometer... Suga sabe que la «ropa sucia» se acumula en su h...