-Te dije que no te acercaras -expresó el chico sumamente molesto mientras atravesaban el umbral del edificio.
-No, no lo hiciste.
Brooklyn ni siquiera era consciente de lo rápido que habían caminado.
-Pues deberías hacerlo, es sentido común -se detuvieron en seco frente al ascensor- ¿Acaso crees que es seguro estar ahí? -cuestionó sin soltarla pero sin siquiera mantenerla a su lado.
Apretó el botón con ira y la castaña se quedó observando su espalda con curiosidad.
¿Por qué había saltado a defenderla de aquella forma?
- ¿Entonces por qué siempre estás ahí?
Los dedos de Suga se tensaron alrededor de su muñeca e inmediatamente la jaló para colocarla frente a él. El elevador estaba ubicado en la esquina del recibidor; así que Brooklyn quedó acorralada entre la pared y una puerta cerrada.
La mirada de su vecino era rígida aunque tan pronto contempló sus ojos, se suavizó.
- ¿Por qué siempre estás mirándome de esa manera?
Los orbes de la chica delataron su impresión.
- ¿Cómo...? -susurró despacio.
-Como si esperaras algo bueno de mí...
Pensando lo mismo que la chica, Suga se rindió ante sus deseos y la besó. De manera lenta y suave. La castaña no lo rechazó.
Cuando sus labios se juntaron de nuevo, después de un largo rato, un diminuto suspiro salió por parte de ambos.
Los dedos del chico habían perdido fuerza desde hace mucho y lo único que Brooklyn tuvo que hacer fue enredar sus brazos alrededor del cuello pálido. Las puertas del ascensor se abrieron y escucharon las voces de algunas señoras quejándose.
A YoonGi esa no era la primera vez que le pasaba, así que sencillamente las ignoró y Brook, sólo lo imitó.
No llevar un chico a casa... No llevar un chico a casa...
Se repetía una y otra vez; no obstante, su piso era el más cercano y con un departamento aún más pequeño que su vecino, llegar a la cama tomaría menos tiempo.
Las almohadas y las sábanas quedaron bajo su cabeza. Las cosas comenzaron a tomar más velocidad debido a la ansiedad de ambos.
Se ayudaron mutuamente a eliminar todas las prendas que estorbaban, en tiempo récord. No podían permanecer tanto tiempo separados.
La habilidad lingual del chico la hacía mirar estrellas.
Brooklyn no podía enfocar con la mirada, ni siquiera podía sostenerse sobre sus codos y mirar. Se arqueó. Sus muslos apretaron ligeramente la cabeza del chico y sus cabellos le causaron cosquillas.
- ¡Maldición! -gruñó con fuerza al sentir el orgasmo golpear sus sentidos.
Suga se hincó finalmente sobre la cama, acariciando sus piernas débiles y suaves mientras se relamía los labios.
Había tantas cosas que quería intentar con ella.
La castaña no parecía ser muy experta en aquellos temas, por la forma en que sus mejillas aún se sonrojaban y por la manera en que se cubría los labios como si hubiese dicho la peor de las blasfemias.
Pensando que podía seguir controlando la situación, Suga se dio cuenta de lo que verdaderamente le encantaba de ella. La castaña había decidido empujarlo muy suavemente por los hombros y posicionarse lentamente a horcajadas sobre su regazo, sin tener idea de lo sexy que se veía al hacerlo.
El chico sonrió y dejó que la chica tomara las riendas. La imagen era tan erótica por sí misma, que en verdad dudó en poder resistir el mismo tiempo que siempre hacía.
Apoyando las manos sobre su abdomen, con el chico sosteniendo su cintura, Brooklyn descubrió lo mucho que le gustaba causarle placer al pálido y al mismo tiempo, buscar el propio. Gimió cada vez más alto, en cuanto encontró el ritmo adecuado.
- ¡Oh, Suga! -gritó.
El clímax no demoró y entonces, el chico aceleró hasta encontrar el suyo.
No pensó que su apodo sonara tan erótico en los labios de alguna chica. No había sido así antes.
Cayendo sobre su cuerpo, Brooklyn no tardó mucho tiempo en dormirse.
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Dirty Laundry -SUGA- BTS
Fiksi PenggemarLa primera vez que se conocieron fue cuando ella compró una soda y de ahí, siguió tomando una serie de malas decisiones. Hay algo dulce en sus ojos, algo puro en lo que él no se debería entrometer... Suga sabe que la «ropa sucia» se acumula en su h...