Dirty Laundry -SUGA- BTS

Capítulo 13... Suga...

Ganarse la vida tampoco era fácil para Suga. Tenía que realizar algunos trabajos durante el día para poder pagar todas esas botellas y los lujos que en su casa guardaba.

Había mucho en que pensar, todo el tiempo... aunque sin lugar a duda, Brooklyn había llegado a su vida como un respiro.

Un respiro bastante sensual y demasiado oportuno.

Le gustaba ponerla nerviosa, erizar su piel hasta que estuvieran demasiado cerca; jugar con los límites de su timidez y de su increíble inocencia, molestarla hasta que finalmente la chica sacaba su firme carácter. Tan interesante.

Casi se rió cuando observó a la chica asustarse, al igual que a su par de compañeros. El molesto chico de la barra y su amiga igual pálida que el tofu.

Brooklyn había gritado y trastabillado hacia ese tal Yugyeom, en el momento que notaron su presencia junto a la salida de empleados, en el callejón. La detuvo de un brazo, antes de que ese mocoso pusiera las manos sobre ella.

- ¡¿Qué haces aquí?! -había preguntado, después de recuperar el equilibrio.

-Te lo dije -Suga exhaló el humo de cigarro lejos de ella y después, sólo tiró la colilla al suelo para aplastarlo con la suela de su zapato-. Te acompaño a casa.

- ¿P-por qué? -titubeó la chica.

-Es tarde -se encogió de hombros aunque no pareció ser respuesta suficiente para ella.

- ¿Y eso-...? -ella frunció cada vez más el ceño, como si estuviera a punto de molestarse.

- ¿Brook? -finalmente su amiga fue la más valiente para interrumpir- ¿Todo está bien?

-Oh, lo está... yo-...

La castaña giró hacia sus amigos, quienes sólo esperaban luz verde para despedirse de ella. Seguían viéndose tan aterrados como impresionados, que YoonGi estuvo a punto de decir "¡Buu!" para comprobar si gritaban.

Ninguno dijo nada al respecto y sólo tomaron su camino en dirección contraria, como todas las noches.

-Como sea... No lo hagas -Brook regresó la atención a su vecino, asustada de que siguiera ahí y suspirando una última vez, decidió avanzar para conseguir ignorarlo.

Yoongi enseguida empezó a caminar a su lado sin replicar algo más. Parecía victorioso y ella sólo quería darle un gran puñetazo; no obstante, sabía que voltear la cabeza y hablarle significaba que le estaba dando demasiada importancia.

- ¡¿Por qué me sigues?! -Brooklyn finalmente explotó.

Había atravesado la calle para evitar el estacionamiento, el chico la había seguido, decidió comprar algunas cosas en la tienda y el pálido había entrado con ella. Ahora en la entrada del edificio no parecía querer despegarse.

-Te lo dije. No parece una buena idea dejarte caminar sola.

-Puedo cuidarme bien -replicó ella, furiosa.

YoonGi sólo elevó la comisura de su boca. No le creía y eso la hizo enfurecer mucho más.

-Ya pasamos el maldito estacionamiento y puedo subir perfectamente hasta mi departamento. Ahora regresa con tus amigos y déjame en paz.

- ¿Por qué te aterra tanto que suba contigo?...

Las mejillas se le tiñeron de rojo y la respuesta voló tan rápido dentro de su cabeza que tuvo miedo de decirla en voz alta. Sabía que si compartía un espacio tan reducido como el del ascensor, estaría totalmente perdida y ambos terminarían desnudos en alguno de los dos departamentos.

-Sólo estoy demasiado cansada para lidiar con esto...

Aún así, el chico había entrado con ella y una vez dentro, Brooklyn se dio cuenta de que ya no había salida.

Ambos chocaron contra la cama y sonrieron sobre sus bocas que no parecían querer separarse.

-Esta es la última noche -masculló la chica.

-Por supuesto -respondió el pálido, pensando que eso habían dicho la noche anterior.

Las prendas volaron por toda la habitación y en consecuencia, la temperatura aumentó.

[***]

A mitad de la noche Brooklyn se despertó en medio de la cama, tan despacio como si se tratara de un cisne. Las sábanas le ayudaron a cubrirse lo suficiente desde las caderas hasta los pies, dándole al pálido la espalda y esa preciosa impresión.

El cuerpo de YoonGi reaccionó de inmediato mientras seguía fumando desde el balcón. No pareció importarle. La lluvia caía sobre su cabeza sin preocuparle en lo absoluto, hasta que la pequeña cabeza de la castaña giró y lo encontró.

- ¿Qué haces ahí? -preguntó un poco somnolienta y se levantó de la cama para acercarse despacio.

-Nada... sólo pensaba.

YoonGi no sabía si la chica seguía dormida o por qué de pronto había obtenido la confianza suficiente, ya que no se estaba cubriendo con nada y seguía avanzando. Por supuesto, no salió de la habitación, se mantuvo dentro, donde la cortina censuraba su perfecto cuerpo de los curiosos nocturnos.

-Está lloviendo -dijo la chica un poco preocupada, YoonGi sonrió por ello. Eso explicaba porqué se quedó adentro-. Deberías entrar o podrías enfermarte.

-Sólo es agua, Brook. No pasa nada.

YoonGi elevó la cabeza al cielo, las gotas de lluvia golpeaban con fuerza su rostro y de la nada, se sintió más tranquilo.

-Debo ir a casa -susurró la chica con ese peculiar tono de remordimiento y al mirarla otra vez, notó cómo estaba buscando su ropa para escabullirse como la vez anterior.

-Ni siquiera ha amanecido -las palabras escaparon tan rápido de sus labios, como el humo de cigarro que se filtraba entre las mismas.

-Gracias pero no necesito la luz del día para encontrar mi casa -sonrió la castaña mientras levantaba su camiseta y comenzaba a ponérsela.

YoonGi se apresuró hacia ella sin pensar. Su piel fría y húmeda haciendo contacto inmediato cuando la sujetó por la cintura. Ella seguía muy tibia y suave, acababa de despertar.

Brooklyn se detuvo inmediatamente ante sus acciones y lo observó sorprendida. Su cuerpo reaccionando a él, sintiendo el deseo contrario, su respiración desapareciendo.

Nadie dijo nada, se quedaron en silencio por un largo rato, observando algo a través de los ojos del otro hasta que finalmente, la chica rodeó su cuello con los brazos.

Lanzando la prenda a la nada una vez más, Yoongi pensaba que ahora necesitaban una ducha caliente, Brooklyn no se opuso mucho a esa idea.

Y entonces, comenzaron de nuevo.