Ready To Run

Capítulo 26.

**Narra Noelia**

Mi maleta lleva preparada desde el mismo momento en el que compré los billetes dos días atrás. Estaba deseando llegar casa y ver a mis padres de nuevo. No los veía desde la boda con Aitor que, aunque solo había sido hace un año, se veía extremadamente lejana.

Apure a los tres chicos de la casa para que acabaran sus maletas lo antes posibles mientras ayudaba a la pequeña de la casa con la suya. Sabía que teníamos tiempo de sobra y que por mucho que les hiciera correr el avión iba a salir a la misma hora, pero sentía que cuanto antes llegaramos al aeropuerto antes estaría en casa.

Ni siquiera sabía si era eso lo que quería. Mis padres amaban a Aarón, adoraban nuestra relación. ¿Qué padre no lo haría? Él era el chico perfecto, el prototipo de cualquier mujer. Cualquiera querría tenerlo a su lado y casarse con él, cualquiera menos yo. Le quería, el cariño ahí estaba, pero yo había amado a Niall desde siempre, mi corazón le pertenecía a él y nada podría cambiar eso.

A mis padres no les hizo gracia viajar hasta Londres para ver como renunciaba a un chico rico, dulce, amable, cariñoso, honesto y maravilloso por otro que se había marchado y no había tenido si quiera el detalle de acompañarme en lo que debería haber sido el día más especial de mi vida. Ellos no sabían toda la historia, creían que conocían todos los detalles pero no era así y pagaban con Niall su ignorancia. Por eso durante este viaje tenía pensado hacerlos cambiar de opinión. Quería que vieran la felicidad que él me transmitía y como me trataba, no me había equivocado en mi elección y quería que ellos lo vieran.

Nada más llegar al aeropuerto y pasar al fin todos los controles nos tocó esperar antes de poder embarcar. Nos sentamos los cuatro adultos y la pequeña se fue a jugar con otra niña que parecía esperar para el mismo avión junto a sus padres.

Me moría de sueño, no lo niego. Me había mantenido despierta toda la noche pensando cómo lo podría hacer para que mis padres tuvieran una buena reacción al ver a Niall. ¿Debería ir primero yo sola y pedírselo? ¿Debería dejar que primero descubrieran que el chico con el que Adrián salía era exnovio mío? Tal vez así ni se fijaran en mi teñidito. Después de una noche en vela no tenía nada. Me venía justo pensar cómo lo haríamos para llegar a casa sin que nadie nos viera. Lo que me faltaba, que nos acosaran los paparazzi en la visita a mis padres. Ya veía los titulares: "Niall conoce a sus suegros" No sabía cómo perjudicaría a las directioners ni creía querer saberlo.

Cuando al fin pudimos entrar en el avión nos apresuramos a ponernos en la fila. Luchaba por no dormirme, pero algo me decía que los asientos de ese avión iban a ser los más cómodos del mundo. Nada más sentarnos Niall comenzó a jugar con mis manos y ese simple gesto me relajó lo suficiente como para dejarme profundizar en un maravilloso sueño.

Notaba un recorrido de besos desde el lóbulo de mi oreja hasta mis labios. Era agradable, no quería que acabara. "Despierta mi amor, ya hemos llegado" oí en susurros sobre mi oído.

Abrí los ojos lentamente para encontrarme con su penetrante mirada. Sus ojos tan azules me miraban dulcemente. Le di un rápido beso sonriente y me estiré un poco. "España" dije simplemente viendo como Niall se quitaba el cinturón y me sonreía al oír esa simple palabra. 

Bajamos del avión y esperamos a que mi hermano, cuñado y sobrina aparecieran. No tardaron mucho y juntos fuimos a por las maletas necesarias para nuestra estancia en ese maravilloso país.

Gracias a dios mi prima vino a buscarnos y hablamos durante las horas de viaje intentando despistar a cualquier paparazzi que pudiera haberse dado cuenta de nuestra presencia. No me gustaba mucho como mi prima coqueteaba con Niall, pero era obvio, mi novio era perfecto.

Cuando al fin llegamos a casa salí la primera del coche y llamé al timbre para avisar de mi llegada. El resto me esperaba a una escasa distancia por cualquier reacción que pudiera tener. En cuanto la puerta se abrió no me dio tiempo a ninguna reacción antes de oír "¡Mi niña!" transmitido con la dulce voz de mi madre y acompañado con un efusivo abrazo. Me alegraba que el recibimiento fuera tan agradable, me daba esperanzas de que todo iría mejor de lo que pensaba.

Cuando quise darme cuenta ya tenía a Michelle abrazada a mi pierna mirando curiosa a mi madre. Tenía vergüenza, como cualquier pequeña, pero sabía que si sus padres querían presentársela era por algo.

-¿Quién es esta pequeña?-dijo mi madre agachándose para saludarla. Ella tenía tanto instinto maternal como yo.

Mi sobrinita se escondió todavía más detrás mío y yo la presenté.

-Se llama Michelle, tiene 5 años y es tu nieta-expliqué mirándola.

Mi madre pareció quedarse pretrificada y yo la miré extrañada mientras cogía en brazos a la pequeña.

-Entonces, ¿por eso dejaste a Aarón? ¿Tenías una hija con otro? ¿Es ese rubio de ahí? ¡Claro! Niall Horan, un cantante que se cree que puede tener a la que quiera. Escúchame jovencito-se dirigió a él-espero que no abandones a mi hija porque venga con paquete o yo misma me encargaré de que todo el mundo lo sepa y se te eche encima y...

Niall miraba aterrado a mi madre sin saber a qué se refería. Adrián y Víctor se habían quedado a un lado disfrutando del espectáculo, pero cuando vi que mi padre también se acercaba quise acabar con el tema lo antes posible.

-¡Mamá! Esa niña no es mi hija, sino mi sobrina-expliqué-Es la hija de Adrián y Víctor-añadí sabiendo que en la llamada realizada dos semanas atrás mi hermano ya había confesado.

Mi madre se relajó al instante y me miró avergonzada.

-¿Es la hija de tu hermano?

-Sí mamá-respondí enseguida cogiendo mis maletas-pero es increíble que hayas pensado así de Niall y de mí. ¡Míralo! Él ha venido animado a conocer a sus suegros y menudo recivimiento le has dado-recriminé entrando en casa y yendo directa a mi cuarto.

Me refugié como cuando era pequeña. Solo quería paz, escuchar música y desahogarme ya fuera con alguna amiga o con un simple peluche. Niall quería actuar lo mejor posible para caerles bien y no había obtenido ni una mísera oportunidad. Mi madre se había pasado.

-Noelia, sal de tu habitación y ven al salón con todos-exigió mi padre autoritario.

-No quiero-respondí como una niña en plena rabieta.

-Noelia Jonson no me hagas ir a buscarte...-me advirtió, pero ya no conseguiría nada de mí de esta manera.

Pasados los minutos oí a alguien golpear mi puerta, no quise responder, pero al ver que era Niall quien habia venido le abrí y le abracé bien fuerte. Le había dejado solo ante el peligro sin darme cuenta por preocuparme únicamente por mi enfado.

-Lo siento tanto Niall. Como te ha tratado mi madre, las barbaridades que ha dicho y como te ha judgado sin conocerte, yo...

-Calla anda-sonrió-Ven conmigo.

Se tumbó en la cama y yo junto a él. Apoyé mi cabeza en su pecho y el me rodeó con sus brazos. Se estaba bien, pero lo que había hecho mi madre no dejaba de repetirse en mi mente. No me importaba que pensara que había tenido una hija 5 años atrás y no le había dicho nada, eso era lo de menos. Lo que no me gustaba era como había tratado a mi novio. Lo indefenso que había estado y el temor que sus ojos habían reflejado. No quería ver sus maravillosos ojos azules aguarse por la impotencia ni una vez más, menos si yo podía evitarlo. No iba a perdonar ni una más, estaba creando mi vida y quisieran o no Niall estaría en ella.