**Narra Noelia**
Como cada mañana me tocaba ir a hacer un poco de footing. Había cambiado la zona, pero esa vez fui por el mismo camino de la última vez.
Era bonito recordar esos tiempos. Corría por esas calles cuando me acababa de mudar y ahí estaba de nuevo. Me preguntaba si él estaría persiguiéndome, escondiéndose como la primera vez. Solo de pensarlo una sonrisa tonta se formaba en mis labios, mordía el labio inferior intentando ocultarla, pero al ver que era imposible negaba con la cabeza y seguía mi camino.
Durante la carrera me preguntaba qué iba a hacer en el bar. Presentarme, estar con ellos, ¿y después? Cuando acabaría el juego que yo misma había creado para así poder estar con Niall mucho más tiempo. Di a suponer que lo vería desde la marcha, suponía que sería una decisión de ambos, hacerlo durar hasta que pudieramos. Tal vez decirle a Harry que me lleve pronto a conocer a los chicos, creí que ese día fue en el que todo cambio. El día que debíamos cambiar para que todo saliera bien desde el principio.
Inicié al camino a casa un poco antes que aquella vez, pero esta vez tenía la casa un poco más lejos y por lo tanto tenía justificación. Nada más llegar, con mucho sigilo, me metí en mi habitación para elegir mi conjunto de día típico londinense y tras ello me metí en el baño para poder ducharme y arreglarme un poco.
Una vez lista, y como había seguida haciendo desde aquel día a pesar de todo, fui a desayunar a la cafetería de siempre y, ya que estaba, hablar con rato con mi amiga Miriam.
Como cada día entré y mi mesa estaba ahí, esperandome. Miré a mi derecha y vi a ese chico de 25 años que se había convertido en mi primer amigo londinense , que sin percatarme, había dejado bastante abandonado.
-Hola Steve, ¿qué ta...? ¡STEVE!
Hasta ese momento no me había dado cuenta de su presencia. Hacía casi dos años que ese chico no aparecía por la cafetería y nuestras conversaciones diarias habían desaparecido. Le había echado de menos, y eso demostré cuando me lancé a sus brazos comenzando a dejarle la cara llena de besos.
-¿Me habías echado de menos?
-No-me separé-Que va, ¿de dónde has sacado eso?
-Anda, ven aquí tonta-abrió sus brazos y le abracé de nuevo.
-¿Cuándo volviste a Londres?
MI amigo se había ido con su novia de viaje. Al principio dijo que solo sería un año en nuevo país, pero pareció que se había retrasado después de ver que pasada la fecha él seguía sin volver.
-Hace dos días... Katheryn y yo estuvimos muy bien el primer año así que decidimos cambiar el país y pasar un año más.
-¡Joder con el chico!, lo creíamos tonto-reí-Lo habrás pasado bien todo el día con tu chica.
-Bueno, días mejores y días peores, pero ha sido un viaje fantástico.
-Me alegro muchísimo Steve y no te librarás de contarmelo con más detalle. Te voy a pedir algo que debía pedirte hace 2 años.
-¿Y qué es?
-Tú número de móvil. Así podré molestarte cuando me aburra y me podrás contar que tal con Katheryn.
Riendo, mi viejo amigo apuntó su número en mi móvil mientras yo apuntaba el mío en el suyo. Ahora ambos teníamos el contacto y no desapareceríamos sin dejar rastro.
Después de eso me despedí, sabía que Niall no tardaría mucho en llegar, si no había llegado ya y debía encontrarme en mi mesa. Como aquel día, pedí lo de siempre y Miriam me atendió encantada, ella sabía de que iba todo eso, porque se me veía más contenta de lo habitual. Sabía que le hubiera encantado estar conmigo sentada esperando a que Harry y Niall llegaran, pero el trabajo se le había acumulado y no le quedaba más remedio que atender mesas.
Mientras miraba el interior del local me preguntaba si iba a venir. Tal vez había pasado algo y no había podido estar ahí o tal vez me había hecho demasiadas ilusiones. Tenía tantas ganas de volver a verle y sabía que él también a mí. Además no veía a Harry desde la boda y, al fin y al cabo, gracias a él no cometí aquel error.
Pero entonces una mano se posó en mi hombro y, sin girarme, supe perfectamente quién era. Había venido, estaba ahí.
-Hola preciosa.
No lo pensé ni un solo instante y enseguida me lancé a sus brazos. Le cogí fuertemente y dejé mi cabeza reposar en su hombro. Le había echado de menos. No sabía si había sido eso lo que hice aquel día, pero necesitaba hacerlo en ese momento. Le quería, le necesitaba y amaba tenerlo cerca.
-No me puedo creer que hayas venido-dije en su oído.
-No te ibas a librar de mí tan facilmente-respondió sonriente mientras se separaba.
No sé si quería imitar lo que ocurrió aquel día o si simplemente, como yo, adoraba la situación, pero los dos nos quedamos mirándonos fíjamente a los ojos con una sonrisa tonta en nuestros labios. Sin pronunciar palabra, pero diciéndonoslo todo.
-Algo me dice que vuelvo a sobrar-oímos entonces.
No pude reaccionar como la primera vez. Por supuesto que había oído esa voz antes y claro que ya de antemano supe que estaría ahí. Simplemente desvié mi mirada de Niall para dedicársela a él y le sonreí mientras hablaba.
-Harry Styles-solté con un tono que expresaba un poco de impresión.
-¿No vas a gritar o saltar o cualquier cosa?-preguntó.
Entonces Niall sí le había metido en el ajo. Sabía de que iba todo esto y, aunque no lo hacíamso exacto, estabamos recreando aquel día.
-No-negué con la cabeza-Si lo hiciera tendríais que iros y no podría estar con vosotros... No es eso lo que quiero-expliqué brevemente-fue mi opinión aquel día y seguía siendola hoy, no era difícil expresarlo.
El rubio rió a nuestro lado.
-Te dije que era especial, Harry.
-Y no te faltaba razón-dijo.
Mi sonrisa no podía ser más ámplia. En ese momento solo quería besarle y decirle cuanto le amaba. No podía simplemente quedarme ahí parada sonriendo, necesitaba estar más cerca y decirle que le amaba.
-Bueno, ¿nos sentamos? Quiero tomar algo-propuso Niall sentándose.
-Sí, ya debe estar frío el desayuno que... todavía no me han puesto en la mesa. ¿Me disculpáis un momento?
-Por supuesto.
Muy bien, entendía que Miriam no me hubier atraído el desayuno para seguir con nuestra recomposición de nuestro comienzo, pero ya le había dicho que ese detalle no hacía falta. Tuve que ir a la barra a por mi café, el jefe había cambiado y todavía no tenía la confianza suficiente como para entrar atrás. Ya que estaba también pedí el desayuno de mis dos chicos para poder ir adelantando.
Aunque después de ese momento hubo un pequeño cambio. Aquel día Niall tuvo que irse para poder ir con Emily, pero ahora esa chica ya no estaba. Había quedado en el olvido y ahí debía quedar.
Ambos se quedaron conmigo hablando hasta tarde. De cualquier cosa, de lo ocurrido después del plantón en plena boda y de lo que nos esperaba después. Bajo la mesa no se pudo evitar que nuestras manos se unieran mientras ambas reposaban en la pierna de mi rubio. Compartíamos sonrisas cómplices acompañadas de sonrisas y Harry parecía dejarlo pasar complacido por nuestra felicidad.
El momento más odioso fue el del adiós. Tener que despedirme de ellos dos cuando lo estaba pasando tan bien, cuando lo estábamos disfrutando tanto; pero había quedado con las chicas y por el tono de mi amiga era una quedada a la que no podía faltar.
Me despdí de Harry con dos besos y de Niall con un disimulado pico, tras ello y muy a mi pesar marché hacia casa.
Fui la última en llegar. Sofía ya había llegado y María vivía ahí. Me senté en el sofá y dejé que la conversación iniciada fluyera hasta que, por fin, Sofía soltó el bombazo.
-¡Brandon y yo nos vamos a casar!
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Ready To Run
FanfictionSegunda temporada de "Conociendo a los Horan". Tan solo han pasado 3 días desde aquel nefasto día en el que ocurrieron tantas cosas. Se había descubierto a Brandon engañanado a la novia que tanto presumía amar. Noelia dejó a Aarón en plena boda para...