Ready To Run

Capítulo 24.

**Narra Adrián**

La misma melodía una y otra vez. Me retumbaba la cabeza. Quería mantener mis ojos cerrados, pero era imposible, ese sonido era cada vez más irritante.

-Víctor, ve a por el teléfono-pedí sin llegar a abrir los ojos suplicando no desvelarme y poder dormirme de nuevo.

-Esta no es mi casa-rebatió él-Además son las 11:00, podrías ir levantándote.

-O tú.

-Para mí seguro que no es, Adri, Si quieres que el teléfono pare tendrás que ir tú.

El sonido paró, aunque solo duró un instante puesto que volvió a empezar de nuevo.

-Papi, páralo ya-suplico mi niña.

Solo por ella me levanté. Llevaba 6 años con él y todavía me sorprendía lo vago que podía llegar a ser, lo difícil que podía ser despertarlo. Cuando salí de mi habitación vi a mi hermana con el móvil en la mano. Si llego a saber que ella seguía ahí no me hubiera levantado.

Sonreí y, todavía mirándola, di un paso hacia atrás, pero ella me paró.

-Adrián, ¿mamá sabe lo de Víctor?

-No, todavía no le he dicho nada. ¿Por?

Me enseñó la pantalla y la vi sonreír con malicia.

-No serás capaz-advertí.

Ella descolgó y comenzó a hablar casi a gritos, muy animada, riendo con cada cara de advertencia que yo ponía.

-Hola mamá-rió-Sí, estoy muy bien-continuó-¿Sabías que Adrián está en Londres?... Luego te lo paso, ahora te he de contar un bombazo que me dijo ayer...

-¡No!-grité yo avalanzándome sobre ella.

Comenzamos a discutir y a pegarnos luchando por conseguir el control del teléfono. Cada vez que alguno lo tenía en su poder intentaba hablar con nuestra creadora, pero duraba poco puesto que el otro se lo quitaba antes de poder conseguido pronunciar la tercera palabra.

-¡Yo lo he cogido primero!

-¡Pero te quieres chibar y eso he de decírselo yo!

-¡Vale, pero déjame hablar con ella!

-¡No me fío!

-¡Dame!-conseguió arrebatármelo, pero lo recuperé al instante después de morderle el brazo-¡Ah! ¡Mamá, Adrián me ha morido!-gritó poniéndose lo más cerca posible del telófono.

-¡No es verdad! ¡No mientas Noelia!

-¡No he mentido!

-Como dos auténticos niños pequeños-Niall apareció y miró a mi hermana divertido.

Ella le sacó la lengua y volvió a recuperar el móvil. Se chuleó un poco y después continuó la llamada dejando el tema del bombazo a parte. Parecía que mamá le estaba echando una bronca cosa que me alegró bastante hasta que, por supuesto, me tocó a mí.

Niall estuvo toda la mañana riendose de nosotros. De nuestra discursión y de como habíamos puesto cara de cachorrito degollado mientras nuestra madre nos gritaba por nuestro mal comportamiento.

Ese chico me caía muy bien y de verdad lo digo, pero tanta risa me mosqueaba. En cambio Noelia parecía no percatarse. Le bastaba con sacarle la lengua para que el la besara y acabaran los dos sonriendo como tontos.

Víctor y yo nos encargamos de preparar la comida mientras Michelle y sus tíos jugaban en el salón. Estaba seguro de que a mi hija le caían genial, pero no quería que fueran solos al parque y después algo fuera mal. Se oían las risas y eso nos animaba. Nuestra pequeña moría por conocerlos desde el mismo momento que les hablamos de ellos y, por lo que veía, no había sido erróneo presentárselos al fin.

Increíble, pero cierto, durante la comida Noelia logró que Michelle se comiera las pocas verduras que había puesto en el plato. A nosotros nos costaba muchísimo, pero mi hermana lo había conseguido al instante. Se le notaba muchísimo el instinto maternal que mantenía desde pequeñita. El cómo trataba a su sobrina lo decía todo. Como sus ojos brillaban cuando la pequeña le pedía algo a ella o a Niall. Veía bebés en un futuro muy próximo en la familia Horan y esperaba no equivocarme. De todos los novios que Noelia había tenido, este era el único que me había gustado.

**Narra Noelia**

Por la tarde nos llevamos a Michelle al parque dejándola un poco libre para que disfrutara de los columpios. Se la veía correr de un lado a otro, entrando en grupitos de niñas de su edad y jugando con ellas.

Me gustaba verla tan feliz e inocente. Era precioso y, a veces, deseaba volver yo también a esa época.

A lo lejos pude ver a María y Aitor pasear con la bebé. Todos vivíamos cerca, era normal que nos encontráramos, pero en ese momento no quería verlos.

Aun así la pareja se acercó, el chico más sonriente. Nos saludaron y fingimos que nada había pasado el día anterior. Claro esta esto último solo María y yo, ya que ni los chicos ni la propia Jade, lo sabían. Hablamos durante escasos 10 minutos presentándoles a nuestra sobrina y después María me pidió hablar a solas. La seguí y poniendo en práctica nuestro casi olvidado español hablamos del asunto. Solo quería asegurarse de que su secreto se mantendría y así sería. Era su decisión, su error o su acierto. La cuestión era que a mí no me incumbía.

La pareja feliz se fue poco después. Niall comentó que nos había visto un poco distantes, pero me dediqué a quitarle esas ideas de la cabeza. Poco después un rostro conocido me hizo parar cualquier conversación mantenida. Hacía mucho que quería verle y ahora podría darle mi regalo de agradecimiento.

Me acerqué a ese niño que poco tiempo atrás me había hecho darme cuenta de lo tonta que estaba siendo. Niall no era malo solo se había equivocado, como cualquier ser humano.

-Hola-saludé poniéndome a su altura-¿te acuerdas de mí?-él asintió-¿Cómo te llamas?

-Rubén-contestó dulce.

-Es un nombre muy bonito-sonreí-Rubén-continué tras un pequeña pausa-he de agradecerte que intentaras animarme aquel día que me habían hecho daño aquí-me señalé el corazón-me hiciste darme cuenta de que estaba equivocada y al final perdoné a mi novio.

-¿El malo?

-Reí-No es malo... Escucha, solo quiero darte esto-le entregué una pequeña fotito de Niall y mía con una dedicatoria detrás-Sé que ahora no te parece gran cosa, pero Niall insistió en que te la diera. No me ha dejado leer lo que puso asi que espero que algun día me lo digas.

-Gracias-la cogió sonriente

-Un placer haberte vuelto a ver Rubén-y con una sonrisa en la cara me despedí del niño.

**Narra Rubén**

Fui corriendo con mamá impaciente por que me dijera qué ponía detrás. Tenía mucha curiosidad por saberlo.

Al principio mi mamá quiso saber de dónde lo había sacado, pero después de explicárselo todo, muy contenta me lo leyó.

-A ver mi amor. Hay dos dedicatorias. La que esta firmada por Noelia dice: "Hola pequeño, solo quería agradecerte lo de aquel día. Me animaste y enseñaste con tu inocencia y eso lo recordaré siempre." Y el  firmado por Niall dice: "Campeón, hoy has conseguido que mantenga a mi lado a la mujer más especial de este mundo. Te debo mucho y a partir de ahora siempre estará a mi lado. Por ti. Estás invitado a mi boda."