Capítulo 12.

165 11 2
                                    

Seguía navegando en un mar de depresión donde todo parecía empeorar cada día. Donde cada vez anhelaba más a Niall.

Le había contado a mi rubio mi agonía y  se me había sumado la culpabilidad. Seguro que arrepentiemiento y tristeza podían llegar a invadirle de una forma más o menos pronunciada, segun sus verdaderos sentiemientos. Yo no quería eso, yo quería que él disfrutara de la que podría ser su última gira y que dejara de estar pendiente de mí durante el mes que faltaba.

Mis amigas llegaron aquella tarde demasiado felices sin avisar y vieron mi atuendo desarreglado, pero fingí estar adormilada y sonreí como mejor pude. Ellas me hicieron duchar y vestir mientras se encargaban de preparar mi bolso. Decían que arregarían mi tristeza con un pequeño viaje a Irlanda para recordar aquellos tiempos.

Como si no los tuviera yo presentes. Como si no me atormentaran nunca. Volver ahí era recordar aquel mundo sin mi novio a mi lado. No quería eso, temía lo que podía llegar a sentir. Pero mis negativas no servían y, para mi desgracia, tuve que viajar.

**Narra Niall**

"Lo único que quiero es que estés a mi lado y me abraces bien fuerte-respondió antes de que pudiera escucharla llorar"

Ese día había experimentado como se quebraba un corazón. Lo había notado romperse en más de una ocasión, pero jamás tan lentamente y con tanto dolor. ¿Cómo podía tanta gente odiar a una misma persona? ¿Cómo podían detrozarla hasta el punto de anularla por dentro? ¿De verdad se sentían bien con eso? Y además de eso había algo que jamás podría entender. Directioners, nuestras/os fans, aquellas/os que tanto presumían de amarnos a pesar de todo después nos insultaban a nosotros o a nuestros seres queridos. No podía llegar a entenderlo. ¿No podía elegir yo mis gustos? ¿Cómo pretendían que tuviera el mismo gusto de cada una/o de ellas/os? ¿Y por qué no podía amar a Noelia? No había cometido mayor error que equivocarse en las señales de su corazón. Fui yo quien se hizo ilusiones con ella cuando en ese momento no tenía la oportunidad. ¿No merecía una segunda oportunidad? ¿Debía soportar que me criticaran por cada uno de mis actos pero no podía perdonar al amor de mi vida y mantenerme a su lado? Pues si pensaban que por eso la dejaría estaban muy equivocados, muchísimo más que eso. Ya había podido comprobar que separarnos nos debilitaba. Ambos nos hacíamos vulnerables y soportabamos peor las críticas y los baches que nos presentaba la vida. En cambio unidos podíamos con cualquier cosa, siempre sacábamos lo mejor del otro y hacíamos que se sintiera mejor. ¿Por qué no podían ver eso? ¿Por qué solo veían el pasado en verde fijarse un poco en como era el presente?

-5 minutos y salís-nos avisaron.

Despejé mi mente. Sabía que solo se mantendría durante el concierto, que después mil cosas pasarían por mi cabeza. Pero en ese momento debía salir y dar el 100% de mí. Porque, aunque destruían al amor de mi vida y, por lo tanto, me estaban destruyendo a mí poco a poco, yo debía hacerlas/os felices, crear la mejor noche de sus vidas, cumplir miles de sueños y siempre con una sonrisa. Les debía muchísimo. Todo lo que me pasaba se lo debía a ellas/os y, aunque embarcaba también lo bueno, precisamente ese era el problema.

Me junté con el resto de la banda y salí a escena, había llegado el momento. Era uno de los últimos conciertos, íbamos a acabar en mi tierra y estaba bien poder hacer aquello, pero desde aquella llamada se veía con un toque diferente.

Con la mejor de mis sonrisas comencé a cantar nada más salir a escena y poco a poco el concierto fue fluyendo.

**Narra Noelia**

Lloraba. No podía hacer otra cosa que llorar. Lo más probable es que no fuera por la misma razón que el resto de los presentes, pero eso tampoco importaba mucho.

Ready To RunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora