Capítulo 17.

143 7 0
                                    

**Narra Niall**

Vi como Noelia salía corriendo a los brazos de ese maldito desconocido. Lo rabia comenzó a inundar mi alma, ¿quién era ese para Noelia? ¿por qué de tal recivimiento?

Ese chico se separó de ella sin llegar a soltarle la mano y le dio una vuelta sobre sí misma.

-¡Wow, Noelia! Estás genial, mucho más guapa si es posible-le oí comentar.

-Bueno cariño, tú no te quedas atrás. Te han sentado bien estos 7 años-le sonrió.

No podía más, ese chico que tan solo había llegado hacía 5 minutos había creado una resistente burbuja junto a mi novia, donde ellos eran lo único importante y no dejaban de elogiarse. Veía la mirada de ese "maldito desconocido" puesta en el cuerpo de mi princesa. ¿Quién se creía?

Me acerqué a ellos de forma apresurada y les separé un poco brusco.

-¿Qué haces, Niall?-preguntó Noelia claramente molesta.

-Ay, lo siento señora, ¿le ha molestado que le separe de este dichoso desconocido que...?

-Se llama Víctor.

-¿Me importa?

-Niall, ¿puedes escucharme?

-No me apetece.

-¡Ah! ¿No te apetece?

-No.

-Muy bien, pues ya nos veremos en casa. ¿Vamos a dar una vuelta mi grandullón?

-Claro mi pequeña-sonrió ese imbécil-vamos.

Vi como se alejaban, como él la abrazaba y todos mis celos se transformaron en temor, miedo e ira creando el un gran malestar. No sabía si quería llorar o romper algo.

**Narra Harry**

Vi como Noelia salía corriendo a los brazos de ese gilipollas. Menuda amiga tenía, al segundo se había ido corriendo a por él. ¿Acaso este chico jugaba a dos bandas? ¿Por las noches me robaba a mi chica y por el día se la quitaba a Niall, acaso? Cada segundo que pasaba más hipótesis pasaba por mi mente cada una peor que la anterior. 

No sabía qué hacer, cómo actuar. Estaba conteniendo mi rabia y no sabía cómo sacarla. Cómo reaccionar ante la situación en la que me encontraba.

-En boca cerrada no entran moscas-oí decir a Sofía a mi lado. Era su dulce voz. Al girarme vi que me lo decía a mí y que hasta el momento había mantenido una cara de auténtica incredulidad. Aun así solo me mantuve serio dirigiendo mi imagen a aquella escena-¿Qué te pasa?-continuó, pero yo no le hice caso. Ella suspiró, pero pareció entender lo que sucedia puesto que, sin yo decir nada más, ella comenzó a explicarme la situación-Víctor es mi primo. Tiene 5 años más que yo. Vino a vivir conmigo cuando tenía 16 años y un año después él empezó a salir con Noelia. Fueron muy felices durante un año, pero después él tuvo que irse con el hermano mayor de Noelia a trabajar y no volvimos a saber de él. Como has podido comprobar la relación acabó bien y ahora son muy amigos, aunque Víctor siempre estuvo muy pillado así que no sé qué debe sentir ahora.

La rabia se convirtió en culpabilidad. La p*ta manía de crear mis ideologías sin dejar que nadie se explicara. Había cometido un error al pensar todo aquello, ahora me parecía ridículo. Conocía a Noelia y Sofía desde hacía 5 años, ¿cómo podía haber llegado a esas conclusiones? Ahora me avergonzaba de mí mismo.

Me giré hacia Sofía y la abracé fuertemente. La mantuve entre mis brazos infinitos segundos saboreando su compañía. Un "lo siento" salió de mis labios aun consciente de que ella no sabía nada de mi enfado ni de mi visita la noche anterior. Ella se apartó un poco para mirarme extrañada, pero yo le negué con la cabeza con una sonrisa dibujada en mis labios y la abracé de nuevo.

-Te amo-le susurré en el oído.

-Y yo a ti Harry-respondió ella enseguida.

La mantuve entre mis brazos, pero me preocupé al sentir pequeños espasmos acompañados del horrible sonido de su llanto. La aparté un poco para poder mirarla a los ojos y enseguida le quité las lágrimas con mis dedos.

-¿Qué te pasa, Sof?

Ella negó con la cabeza. No me lo quería contar y lo respetaba, pero no quería verla llorar. Necesitaba hacer cualquier cosa con tal de verla feliz. Así que dejé a mis instintos actuar por mí y la besé. Dejé que nuestros labios iniciaran una pelea de pasión y enseguida mi lengua pidió acceso a una lucha mayor. Ella aceptó gustosa y nuestras lenguas unidas comenzaron una lucha bailando al compás de la pasión retenida que ambos sentíamos.

Al separarnos Sofía ya no lloraba, pero se encontraba levemente sonrojada. Me sonreía, parecía maravillada mientras me miraba a los ojos como si no hubiese nada más en este mundo.

Le acaricié la mejilla y le dediqué un rápido beso más antes de sonreirle y dirigir mi mirada a la escena que, por lo visto, ya había acabado. Sofía también pareció darse cuenta y ambos empezamos a buscar con la mirada donde estaban Víctor, Noelia y Niall. Ninguno de los tres parecía seguir ahí.

-Se han ido-oímos a nuestras espaldas y ambos saltamos del susto. 

Al ver la responsable me puse a reír. Había sido un tonto por no reconocerla antes simplemente por su voz.

-¡Dios Miriam! No vuelvas a darnos esos sustos.

Ella rió y me sacó la lengua. Provocando que una sonrisa se formara en mi cara. 

Me caía muy bien esa chica. Siempre animada, siempre sacando una sonrisa a cualquier persona. A pesar de estar todos los tiempos libres en la pastelería de Sofía, estos 5 años había merendado más de una vez en esa cafetería y había podido entablar más de una conversación con ella y la verdad era muy agradable.

-Se siente Styles.

-¿Qué ha pasado?-preguntó Sofía incluyéndose en la burbuja que, parecía, Miriam había comenzado a crear sin yo percatarme.

-Por lo que he visto desde aquí Niall y Noelia han discutido así que Niall se ha ido por ahí-señaló la derecha-y Noelia se ha ido abrazada a Víctor por ahí-dijo señalando enfrente.

-Mierda-susurró Sofía

-Tenemos que avisar a Niall de la tontería que está cometiendo...-continué yo cogiendo mi móvil, pero tras dos intentos vi que no contestaba-Nada-informé.

-Víctor tampoco-dijo Sofía.

-Ni Noelia-comentó Miriam.

-¡Genial!-me quejé-¿Y qué hacemos ahora?

-Yo irme a trabajar, lo siento chicos. Suerte-se despidió Miriam.

Sof y yo nos despedimos y comenzamos a caminar hacia el lado contrario al que todos ellos habían cogido. Elegimos el camino izquierdo.

-¿Qué hacemos?-le pregunté de nuevo.

-Bueno...-lo pensó poco-Ahora mismo no hay nada que hacer y he pensado que, si quieres, podríamos ir a mi casa y hacer algo juntos. No sé, ver una peli, jugar al monopoly, comer algun pastel que tengo en la nevera...

-Me habías convencido en "ir a mi casa", no hacía falta sacar a relucir los pasteles, pero los acepto encantado.

-¿Entonces vamos?

-Ya estamos tardando-reí.

Ready To RunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora