Capítulo 22.

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**Narra Noelia**

Niall me despertó de mi profundo sueño. Todavía estabamos en el parque y ya había oscurecido. Los niños ya se habían marchado.

-¿Qué hora es?-pregunté levantándome adormilada.

-Solo son las 19:00 h, has dormido una horita.

-¿Y cómo me dejas dormirme aquí enmedio?-me levanté rápidamente.

-Después de todo lo sucedido solo quería verte tranquila.

-Creo que fui una exagerada con lo del claro-me giré para poder verle directamente a los ojos-Es solo un lugar más-me encogí de hombros-¿Qué importa el sitio? Lo importante es estar contigo...-le cogí del cuello manteniendo nuestras vistas unidas. Él me cogió de la cintura y yo comencé a acariciarle el pelo-Siento haber tardado tanto en darme cuenta. He hecho estupideces sin venir a cuento. ¿Me perdonas?

-¿Por qué ahora?-preguntó en el mismo tono que yo había empleado-¿Por qué de repente dices todo esto sin que nadie te diga nada?

-No lo sé... Supongo que después de este tiempo y lo que ha ocurrido entre nosotros me he dado cuenta. Es decir, estaba aquí pensando en que nunca volvería a ser lo mismo y cuando viniste sentí que nada había cambiado. Siempre habrá magia en este claro, mientras tú estes conmigo.

-Te amo, ¿lo sabes?

-No me amas más de lo que yo te amo a ti, eso seguro-sonreí y le besé.

**Narra Louis**

-Sabía que lo conseguríamos entre todos-dijo Liam con autosuficiencia.

-Sí bueno-reí-lo dices como si solo fuera cosa tuya.

-Lo hicimos entre todos-continuó Zayn.

-Sí y vámonos antes de que no pillen-advirtió Harry comenzando a alejarse.

**Narra María**

-Jade por favor, cómetelo ya-insistí una vez más con la cuchara de papilla en la mano. Mi niña negó con la cabeza sonriendo con malicia. Estaba claro que había dado a luz a un pequeño monstruito-Jade, mi vida, eres tú quien morirá de hambre, no yo-le expliqué rendida. Ella infló los mofletes-Te lo suplico Jade, abre la boca-siguió igual-¿por mamá?-aplastó los inchados mofletes con sus pequeñas manitas creando a si un divertido sonido. Oímos la puerta de casa. Aitor había llegado al fin-Vamos a ver si le haces caso a papá...

Dejé la cuchara en el plato y me levanté para poder coger un vaso de agua. Jade llevaba unos días sin hacer mucho caso y estaba bastante cansada. A veces me daba la sensación de que no me tomaba en serio. Que un bebé se burlaba de mí.

-Hola mamá-llegó Aitor y me besó-Hola Jade-le besó la cabeza a nuestra niña.

Era divertido oír como me llamaba "mamá" y como yo le llamaba a él "papá". Me hacía recordar cuando mis padres también lo hacían, desde mi nacimiento no encontraron ningun otro mote. Empezaba como una técnica para que el hijo aprenda y acaba como una costumbre.

-Hola papá-sonreí-¿qué tal el trabajo?

-Agotador como siempre, ¿y tú? ¿Qué tal con Jade?

-Pues como cada noche.. Jade se niega a probar bocado.

-¿Por qué no hacemos una cosa? Voy a darme una ducha rápida y ahora Jade cenará con papá... ¿Te parece bien?-miró a nuestra bebé y dimos por hecho que su silencio representaba un "sí".

***

Una vez conseguimos que nuestra hija cenara y se quedara dormida, Aitor y yo nos quedamos tumbados en el sofá. Mientras él reposaba en el mueble, yo me tumbaba boca abajo encima suyo. Nos mirábamos a los ojos, nos sentíamos en una nube, en una mágica burbuja imposible de explotar.

-¿Crees que nos irá mejor en Irlanda?-preguntó mi marido acariciándome el pelo.

-Sí-respondí simplemente-nos espera una nueva vida ahí. Tu ganarás más y estarás más tiempo en casa. No sé, a lo mejor Jade ama más ese sitio y al fin nos hace caso. Además tenemos ahí a tu familia y así nuestra hija podrá estar más con sus abuelo. Y Dublín me encantó cuando fui hace años y ahora viviremos ahí-sonreí.

-¿Por qué no se lo has dicho todavía a tus amigos? Nos vamos en un mes y ellos todavía no saben nada.

-No lo sé cariño, cada una tiene sus líos no quiero añadir más.

-Se acabarán enterando y estaría bien que te ayudaran con la mudanza mientras yo trabajo.

-Bueno, yo se lo cuento. No te preocupes por ello.

-Está bien -sonrió antes de robarme un beso-Te quiero.

-Y yo a ti, mi amor-dije antes de profundizar el beso que acabó transformándose en una larga noche de locura, pasión y desenfreno.

**Narra Adrián**

Las tardes se hacían mucho mejores en compañía. Entre besos robados, dulces caricias y momentos románticos.

Estaba deseando enseñarle a mi hermana con quién estaba saliendo. Llevaba ya 6 años y me sentía muy feliz.

Aun así no sabía cómo le sentaría, durante mucho tiempo había temido su reacción y ahora que estaba tan próxima sentía mis nervios a flor de piel. De verdad soñaba cada noche con que se lo tomara bien y con que la sorpresa añadida le alegrara tanto como le alegraba a mí.

Noelia me llamó para decirme que no iba a dormir en casa. Estaba seguro de que ella y Niall lo habían solucionado. Era solo cuestión de tiempo, esos dos no podían mantenerse separados. Se necesitaban el uno al otro. El mundo entero estaba ciego por no verlo.

Aproveché la noticia para disfrutar de la noche. Desde la llegada a Londres no habíamos podido hacer nada y esa noche debíamos compensarlo.

Ready To RunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora