Una rabia interna comienza a florecer de manera descontrolable en mi interior. ¿Verdaderamente Flint ha lanzado una bludger hacia mi hermano a posta?
Riddle me mira preocupado, mientras yo entro en un estado de shock y confusión interno en el que intento unir la piezas de este puzzle tan alarmante que se me ha presentado ante mí. Lanzar una bludger a una velocidad abismal hacia mi hermano. Podría haberle llevado al hospital San Mungo durante un mes como mínimo.
Mientras Riddle se acerca a revisar el bienestar de mi hermano, con el corazón mil llamo a Flint, que llega volando con su escoba hasta caminar sobre la grada.
-¡Serás imbécil! -me acerco cuál demonio hacia él, que me demuestra con su cara su incomformismo respecto al desenlace de su lanzamiento, y sin pensarlo dos veces estampo la palma de mi mano estruendosa contra su moflete-. ¿Por qué has hecho eso? ¡Sé que ha sido a posta!
Me dispongo a abalanzarme sobre él, pero unos brazos imponentes me rodean por la cintura e impiden que lo haga. En el momento me doy cuenta de que todos los jugadores nos miran preocupados desde los aires.
-¡Suéltame! -le grito a Riddle.
-Erika, cálmate -me susurra tranquilizador.
-¿Pero cómo quieres que me calme? -digo a punto de perder los nervios-. ¡Podría haberla matado! ¡Tú mismo lo has dicho, Tom!
-¿Él qué cojones hace aquí? -me grita a unos metros Flint-. Y con esa mierda de cámara muggle. Los sangre sucia no tenéis sitio aquí, no merecéis esto.Al instante, Ridlle me suelta y da zancadas amenazantes hacia Flint.
-Cállate o las consecuencias serán muy negativas -le señala con el dedo.
-¿Estás de coña? Riddle, son sangres sucia. No merecen rodearse con nosotros, ni educarse con nosotros. Tú mismo lo dices siempre.
-Kleine -Riddle señala a mi hermano-. No hizo nada. Tiene el mismo derecho que yo a estar aquí. Puedes opinar como quieras, Flint, pero no tienes el derecho de dañar a alguien inocente así.Escucho como mi hermano llora silenciosamente, lo que hace que mi odio interior renazca y haga que me dirija nuevamente hacia Flint.
-Erika, por favor -me pide Riddle-. Sólo harás que empeore.
Le hago caso. Al fin y al cabo, pegar a Flint no me traerá buenas consecuencias, salvo el grato placer de verle sufrir fisicamente con mis propias manos.
-¡Se lo diré al director! -me grita Flint nuevamente en la lejanía, mientras se frota la marca roja que le está empezando a salir en el moflete.
-¡Oh, no hace falta! -le espeto-. Ya hablaré yo misma con el director. A ber qué le parece tu intento de homicidio.Alcanzo la mano de Eric y le saco apresuradamente del palco de espectadores, observados por una apenada Amy que está al borde de las lágrimas.
-No pasa nada, Erika -murmura mi hermano, intentando impedir mi apresurado paso-. Ya estoy acostumbrado.
Me freno en seco y le miro apenada.
-¿Acostumbrado a qué?
-A que se metan conmigo -dice-. ¿No te has dado cuenta de que tengo muy pocos amigos?Apreto los ojos con impotencia. Mi deber en Hogwarts era proteger a mi hermano y asegurarme de que fueran buenos años para él. Pero tengo el sentimiento de que no le he protegido en absolutamente nada.
-Alec, no te puedes acostumbrar a ello. No debes acostumbrarte a algo que no mereces.
-Pero tú misma lo dices siempre. "Hay que reaccionar con indiferencia. No les hagas ver que te han hecho daño" -me siento atacada por mis propias palabras-. Erika, de verdad que no pasa nada. Ignorar a la gente que nos intenta hacer daño es lo que nos hace fuertes -reconozco al instante la procedencia de esas palabras-. Mamá siempre lo decía.Palabras como puños, lo llamarían. Me tapo los ojos con las manos, en un intento fallido de evitar que me salten las lágrimas.
-Erika, ¿por qué lloras?
-No es nada, Alec. Sólo que llevo unos días complicados y con una inestabilidad emocional.
-¿¡Wiglaf te ha hecho algo!?
-No, no -río por su ocurrencia-. Está todo bien con Wiglaf. Hazme un favor. ¿Por qué no vas primero tú a hablar con el director Diplet y le cuentas cómo Flint intentó volarte la cabeza? Yo iré unos minutos más tarde, para demostrar que fue tu iniciativa y que eres lo suficientemente independiente para confrontar tú solo tus problemas.
-Mmmm... Está bien -dice dudoso-. ¡Pero no me dejes tirado!
-No -vuelvo a reir-. Venga, voy en diez minutos.Acto seguido, Alec abandona el estadio de quidditch mientras yo me quedo unos minutos suspirando y echando las últimas lágrimas en la puerta de los vestidores.
-¡Erika! -oigo una voz. Más bien, oigo su voz.
Rápidamente, me seco las lágrimas y sueno los mocos.
<<Pero llorar en frente de Tom, eso es lo peor que prodía hacer.>>
-Erika -llega desde mis espaldas y me toca el hombro con preocupación-. ¿Estás bien? ¿Cómo está tu hermano?
Sin dudarlo, me abalanzo sobre él y le abrazo. De hecho, creo que es la primera vez que nos abrazamos de este modo.
-Gracias por intentar poner a salvo a mi hermano y por defenderme -nos separamos, quedando nuestros labios separados por apenas centímetros-. Tom, lo aprecio mucho.
Noto su mirada divagar cada rastro de mi cara y aterrizar en mis labios, hasta que por el rabillo del ojo veo uns figura negra correr hacia nosotros. Por ello, me separo disimuladamente de Riddle, para recibir a una Amy recien llegada y con cara de cansancio por la gran maratón que acaba de correr.
-Casi se forma una batalla campal entre Gryffindors y Slytherins -trata de recuperar la respiración-. Flint ha hecho algo horrible, y debe pagar por ello.
Se dobla sobre sí misma y se apoya derrumbada en la parez, suspirando. Una vez su respiración se calma, se endereza y camina hacia mí, otra vez al borde de las lágrimas.
-¿Segura de que estás bien? -busca apenada mi mirada. Del mismo modo, noto la preocupada mirada de Riddle sobre mí-. No merecéis esto. Se me rompe el alma ver lo mal que os tratan por ser hijos de muggle.
No puedo evitar lanzar una risa apenas inaudible e irónica, al tiempo que miro el semblante de Riddle cambiar, y cómo aprieta la mandíbula y traga saliva.
-¿Te apetece que pasemos la tarde juntas? -me coje de las manos-. Haze mucho que no hacemos tarde de chicas, y siento que no nos hemos contado muchas cosas.
Intercambio miradas veloces y de cómplice con Tom, bajo la atenta mirada de Amy.
-¿Pero no íbamos a estudiar pociones? -le pregunta Tom frunciendo el ceño.
-Erika es más importante que los estudios -me sonríe, mientras miro a Tom desafiante pero divertida-. ¿Qué me dices, Erika?
-Está bien -Amy da saltitos de felicidad en su sitio-. Pero antes debo hablar con el director.Amy me agarra del brazo y nos desponemos a salir del estadio.
-¡Pasad una buena tarde de chicas! -me giro para conectar con esos ojos verdes, y otra vez resurgen esas mariposas en mi interior.
Fin del capítulo 28...
¡Hola! Una cosa, ¿no os da mucha ternura Wood? Por que a mí sí :(
-sultansofswing
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heirs & romances [Tom Riddle]
FanfictionErika Kleine, la perfecta estudiande de Hogwarts, jugadora y capitana del equipo de Gryffindor, vive en su perfecra sintonía hasta que debe establecer por fuerza una relación con Tom Riddle. ¿De qué modo revolucionará su vida la llegada del Slytheri...