19- Hogsmeade

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-¿Alguien ha visto mi jersey granate?
-No.
-Yo tampoco.
-¿A qué hora salen los carruajes?
-A las 9.
-¿Y eso es...?
-¡Dentro de quince minutos!
-¡Rápido!

Saco corriendo el baúl de debajo de mi cama, pero es en vano; mi jersey tampoco está ahí.

-Ponte el mío -dice Amy. Apenas puedo contestar cuando me lanza el jersey en toda la cara.
-Gracias maja.

Las cinco compañeras de habitación hacemos turnos corriendo para lavarnos los dientes. Me pongo a toda prisa los vaqueros negros, una camiseta de manga corta y el jersey de Amy, el cual es rosa y de lana. Añado unos calcetines gordos pues hace mucho frío.

Fliss y compañía corren hacia los jardines para llegar con un poco de antelación a los carruajes. Amy yo nos quedamos a solas.

-Pero si todavía quedan cinco minutos-dice poniéndose los pendientes.
-Quieren llegar pronto para poder hablar con los mellizos.
-Puaj.

Me tumbo en la cama a la espera de que Amy finalice. Cuando por fin lo hace, vemos desde la ventana como los alumnos ya han empezado a subir a los carruajes.

Torpemente, agarro mi abrigo y bufanda y comienzo a correr mientras me los pongo. Corremos por la sala común y luego por las escaleras de Hogwarts, cuando de repente veo a Riddle entrar a la biblioteca. Paro en seco, haciendo que Amy tambien se pare.

-¿Qué haces?

Corro hacia la puerta entreabierta de la biblioteca y veo a Riddle buscando un libro en la sección de historia de la magia. Dónde buscamos sobre Slytherin. Dónde buscamos sobre la Cámara de los Secretos.

Amy me agarra de la mano y tira de mi escaleras abajo. En una milésima de segundo llegamos al patio, y corremos detrás del último carruaje, el cual ya se estaba moviendo.

-¡Esperen! -grito.

Afortunadamente el carruaje se para en seco y subimos.

-Las que siempre llegan tarde.
-Schweigen, Alec.

Amy señala extrañada a mi hermano con la cabeza.

-Es mi hermano.
-Ala, no me has hablado de él.
-Alec Klein -dice mi hermano, extendiendo su mano hacia Amy.
-Uuuuhh -dice Amy estrechándole la mano.

Menudo viaje me espera en un carruaje con mi hermano, su amigo y Amy.

Oígo la conversación entre Amy, mi hermano y su amigo, pero no hablo

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Oígo la conversación entre Amy, mi hermano y su amigo, pero no hablo. Estoy ausente en ese sentido. Analizo mentalmente lo sucedido hace apenas cinco minutos.

Riddle está faltando a la excursión a Hogsmeade para quedarse en la biblioteca. ¿Sobre qué está buscando? Intuyo que sobre la Cámara de los Secretos ¿Es eso un peligro? Posiblemente no. La Cámara sólo puede ser abierta por el heredero de Slytherin ¿Quién es el heredero de Slytherin? Ni idea.

Quizás sólo esté buscando por mera curiosidad. O quizás no.

En realidad, me asusta que esté interesado en ese tema, ya que abrir la cámara de los secretos equivaldría a aniquilar a todos los alumnos hijos de muggles. Y yo estoy en ese grupo. Y mi hermano está en ese grupo. Abrir la Cámara supondría una amenaza y una más que posible muerte para nosotros.

Así que sí, tengo miedo.
Miedo de lo que Riddle sea capaz de hacer.

 Miedo de lo que Riddle sea capaz de hacer

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-El chico de la biblioteca... -comenzó a decir Amy-. Era uno de los chicos de la pelea, ¿no?
-Ajá.
-¿Y por qué has reaccionado así? -pensé un segundo mi respuesta, pero opté por explicarle todo a Amy. Sobre Riddle, sobre el trabajo y sobre la cámara de los secretos.

Todo esto lo relaté en unos diez minutos, y ya cuando acabé, pude observar como Amy me miraba aterrada.

-Ese chico podría estar loco.
-No sé, Amy. Quizá estuviera en la biblioteca por otra razón conpletamente diferente -me encojí de hombros-. Realmente no lo sé.

Miré desganada mi chocolate caliente.

-Por ahí viene tu principe azul -susurra Amy-. Espera... azul... Ravenclaw.

Al instante, estalla en risas por su propio chiste. Yo no puedo evitar reirme.

Levanto la cabeza y veo cómo Wiglaf se acerca a nosotras. Viene envuelto en una bufanda azul ("tu principe azul, jajaja" suena la voz de Amy en mi cabeza) y con los mofletes rojos.

-Hola, chicas -dice con su grave pero sexy voz.
-Hola, Sigurdsson -digo cortésmente.

Este se sienta en el banco con nosotras.

-Voy a buscar a los mellizos y a Wood -anuncia Amy-. En un rato nos vemos -se levanta del banco al tiempo que me giña un ojo. Niego con la cabeza y Amy se marcha camino a la Tres Escobas.
-¿Te ha giñado el ojo?
-Ajá -lo miro-. Se piensa que vamos a entrar en calor de una manera peculiar.

Wiglaf se empieza a reir, y yo lo sigo.

-Oye, que si tú quieres.
-Idiota -le doy un manotazo en el hombro-. Oye, de verdad que tengo frío. Vayamos al bosque o algo. Para movernos y entrar en calor.

Él me mira pícaramente.

-Qué tonto eres.

Se levanta del banco y me da la mano para ayudarme a ponerme de pie. Una vez en pie, comenzamos a caminar hacia el bosque. Me muero de ganas por agarrarle la mano, pero como las saque del bolsillo se van a congelar. Como si de un adivino se tratase, agarra mi mano y la posa en su moflete.

-Estás congelada -dice sorprendido.
-Me he olvidado los guantes en mi habiteción -suelto una risilla.
-Ten. Ponte los míos.

Voy a decirle que no, pero ya se ha quitado los guantes y me lo está poniendo a mí. Una vez lo ha hecho, me agarra de ambas manos.

Aprovecho para empujarle hacia mí.

-Te quiero -poso mis labios sobre los suyos, y mientas sucede eso, siento como él sonríe en pleno beso, y eso se me parece la acción más adorable y pura del mundo.

Fin del capítulo 19...

heirs & romances [Tom Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora