17- Wiglaf?

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Dos semanas más tarde...

-¡Una semana y media! -dice, casi gritando, Noe-. Queda una semana y media queda una semana y media... -Archie y él empiezan a bailar de una manera muy graciosa.
-Quedan todos los examenes de finales de trimestre.
-Wood, eres todo un aguafiestas -se queja Archie.

Amy se lanza al sofá, a mi lado.

-¿Y bien? -me pregunta-. ¿Cuando osará Sigurdsson a pedirte ir al baile?

Me encojo de hombros y suelto una risa floja.

-Enserio, mándale alguna indirecta ya -dice Wood, desde el suelo.
-Esta tarde he quedado con él.
-Ohhhhhhh -suspiran los cuatro a la vez.
-Qué tontos sois -niego con la cabeza-. Y vosotros dos, -miro a los mellizos-. no le habéis pedido a nadie ir al baile.
-Estamos esperando.
-Lo queremos hacer de una manera grandiosa -explica Noe.
-Al menos contadnos a quienes se lo pediréis -pide Amy.

Los mellizos se miran sonriendo.

-Como sean las repelentes de Fliss y Lena, os dejo de hablar -promete Amy.
-Y yo -corroboro.

Miro a Wood. Es genial que ya no esté colado por Fliss. Por fin podré hablar libremente de ella sin sentirme mal por él.

-No, no. Son de Hufflepuff.

Amy y yo suspiramos. Menos mal.

-La pedida va a ser increible -asegura Noe.

-La pedida va a ser increible -asegura Noe

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-Bien, yo presento.
-Y yo hablo de sus primeros años.
-Luego yo hablo de su vida en Hogwarts.
-Y yo cuento un poco sobre la cámara de los secretos.

Seguimos organizando nuestra presentación. Mientras Tom apunta el orden, miro como sus ojos verdes bailan sobre la hoja. No sé por qué, pero quiero acarizarle la cara.

-Ya sé que soy guapo -murmura, a lo que yo abro mucho los ojos y lo miro sorprendida.
-Menudo ego.
-Por algo siempre me miras mientras escribo.
-Perdona, pero eras tú el que no paraba observarme.
-Sí, lo admito -levanta la cabeza y me mira directamente a los ojos-. Ahí me has pillado.

Vuelve a bajar la mirada.

Una pregunta flota por mi mente. ¿Tendrá...? Necesito preguntárselo. Voy a preguntárselo.

-¿Tienes pareja para el baile?

Al instante pienso lo mal que he formulado la pregunta.

Me mira y se ríe.

-¿Por qué lo preguntas?
-Curiosidad.

Curiosidad y un poco más.

-Todavía queda para el baile -dice Tom.
-O sea que no tienes pareja -me mira fijamente y niega, un poco extrañado.
-¿Y tú?

La pregunta me pilla por sorpresa, y pronto averiguo que no sé qué responder.

-Creo que sí.
-¿Crees que sí?
-Creo que voy con Wiglaf.
-Ah.

Tengo que hablar ya seriamente con Wiglaf. Y una idea remota aparece. ¿Qué pasaría si me lo pidiera Ryddle?

La tacho instantáneamente, pues conozco a Tom y sé que es imposible.

-Pídeselo a alguien.
-No.
-¿Te da miedo?
-No.

Lo miro seriamente.

-Sólo te digo que te arriesgues. Si no, no conseguirás nada.

Me pasa el pergamino y la pluma y sigo escribiendo yo. Él se inclina para leer y corregir lo que escribo. Noto como las yemas de sus dedos acarician mi brazo. Y no aparta los dedos. Los mantiene dibujando circulos en mi piel, cosa que me relaja.

Por la puerta vemos aparecer a una Crisha McLaggen exhausta.

-Tom.

Esquiva las mesas del medio y llega a la que Tom y yo acupamos.

-Hola Erika -me saluda.
-Hola Crisha.
-Tom, ¿puedo hablar contigo?
-Estamos haciendo un trabajo -dice Tom, con un toque de molestia.
-Será rápido.

Tom me mira y yo asiento. Acto seguido, Ryddle se levanta y se marcha con Crisha hacia unas estanterías. A un sitio más privado, supongo.

Decido seguir escribiendo, ignorandolos y sin imaginarne sobre qué estarán hablando. Pero a quien voy engañar. Soy una persona muy cotilla.

Cuando vuelven y Crisha se marcha, noto como esta sale alegre y sonriente. Me pregunto qué se habrán dicho. Tom se sienta como si tal cosa, y lee el pergamino.

-Esto está mal -señala una frase del pergamino y yo no puedo evitar mirarlo cabreada.

-Esto está mal -señala una frase del pergamino y yo no puedo evitar mirarlo cabreada

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-Soy como una piedra, no tengo cosquillas.
-Que metáfora más... compleja.
-Idiota -le doy un manotazo.
-Qué bonito, hemos llegado a esa parte de la relación en la que nos podemos insultar libremente.

Le sonrío pícaramente y me rodea los hombros con su brazo, atrayéndome a él.

-Pero seguro que tienes cosquillas en los pies -insiste Wiglaf.

Lo miro, riéndome. Alcanzo su cara y dejo un suave besos sobre sus labios.

-¿Irás al baile? -pregunto.
-Claro.

Levanto las cejas. Esa no es la respuesta que esperaba.

Miro hacia otro lado, un poco molesta.

-¿Qué pasa? -me pregunta, esta vez rodeándome por la cintura. Me giro y lo veo reirse.
-No te hagas el duro.
-No te hagas tú la dura -lo fulmino con la mirada, sonriendo.
-Wiglaf, somos novios, ¿no?
-Que yo recuerde, te pedí salir hace dos semana y aceptaste -me mira triunfante.
-Y ambos vamos a ir al baile.
-Claro.

Espero a que diga algo más, pero se limita a mirarme y a reirse.

-Idiota -le doy un suave puñetazo en el hombro-. Pídemelo, anda.
-No.
-¿Por qué?
-Todavía no.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No.

Y salio corriendo. Mi novio, Wiglaf Sigurdsson, salió corriendo hacia el bosque. Lo seguí, cuando de repente lo perdí de vista. Se habrá escondido detrás de un árbol.

-Wiglaf.

Lo llamo.

-Wigl...

Alguien, más bien Wiglaf, me agarra por la espalda y me rodea la cintura por detrás. Noto su respiración en mi cuello.

-Ts. Te quiero -dice dejando un corto beso en mi cuello.

Fin del capítulo 17...

¡Holaaaa! Os están gustando los capítulos. Espero que los estéis disfrutando tanto como yo. Me quedan unos 7 capítulos más sin publicar completos (estoy escribiendo más, todavía no es el final de la historia). Mi duda es: ¿Os gustaría más que los publicara todos de golpe un día o que vaya subiendo dos por día? Si los publico de golpe un día, tendríais que esperar unos días hasta el siguiente capítulo.

Pero bueno, ¡¡lo que vosotros prefiráis!!

Besos para tod@s <3

heirs & romances [Tom Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora