Agarro mi libro y me siento sonriente en el suello. En mis años en Hogwarts he desarrollado un placer; sentarme a leer al lado de la hoguera tapándome con una mantita. Es lo único que logra distanciarme de la inminente culpa por la muerte de Troy.
En la sala común de Gryffindor se ha colocado una corona de flores y la gente está poniendo notas y mensajes para Troy. Declaraciones que Troy jamás verá. Aún no me hago a la idea de que haya muerto. Yo le odiaba y con razón, pero morir tan joven es algo que no le desearía a nadie. Todos cometemos errores en nuestra juventud, y el tenía toda una vida delante para arrepentirse de ellos y corregirlos.
En algún punto de la noche escucho como alguien entra en la habitación y se tira directamente en la cama.
-Hey, sí, yo también estoy bien -le digo sarcásticamente a la bola de carne tirada sobre la cama.
-Hola -me responde apenada Amy, con su cara estampada en la almohada.Frunzo el ceño y abandono mi queridísimo lugar al lado de la hoguera para sentarme en la cama de Amy.
-¿Qué pasa? -empujo suavemente su hombro.
-Me encuentro rara -desentierra su cara de la almohada-. Todo está siendo muy raro ultimamente desde principios de año.Es decir, desde que empezó a salir con Riddle.
-Sigo en shock por lo de Troy -se levanta de un salto y se sienta a mi lado-. Sé que era malo y que me trató fatal, pero no tanto como para esto.
-No merecía morir -murmuro apenada. La muerte, uno de mis mayores miedos, acechaba hasta en los lugares más seguros como Hogwarts.
-¿Qué hacíais Tom y tú?
-Nada -miento nuevamente; un gran hábito que he adoptado-. Simplemente hablábamos. Troy siguió nadando hasta que de repente desapareció.Me agarra de una mano y comienza a acariciarla mientras me dedica miradas compadecedoras.
-Pero ni se te ocurra culpabilizarte por su muerte -me exalto tras su drástico cambio de personalidad, a lo que río y niego con la cabeza.
Le abrazo por los hombros y continúamos hablando como si fuéramos dos amigas que llevaran mucho tiempo sin hablar.
-¿Qué tal está Liam? -me pregunta rascándose la nuca.
-Bien. Al principio le costó mucho lo de Riddle, pero ya está mejor -dudo en si serle o no honesta-. Pero se lo deberías preguntar tú. Entiendo que ahora sea más incómodo hablar con él, pero no me parece que hicieras lo correcto empezando a salir con Riddle y dejando de hablar con Liam.Agacha la cabeza, arrepentida, y una vez más me doy cuenta de que quizás deba pensar un poco las cosas antes de decirlas.
-Lo sé. Tienes razón. Le he hecho más daño cortando el contacto que al empezar a salir con Riddle.
-Amy, ¿qué es esa marca? -pregunto alarmada tras apreciar una marca alargada, horizontal y de un tono lila en su cuello. Lo miro detenidamente; eso no lo ha podido hacer alguien con la boca.Agarro un espejo de mano y le muestro su marca.
-Es reciente.
-No lo había visto -se palpa con cuidado la marca morada.
-Es como si alguien hubiera aplicado una fuerza en ese punto -comienzo a hacer un puzzle mental-. Como si alguien te hubiera agarrado del cuello y hubiera apretado.Únicamente logro encontrar una respuesta al enigma.
-Amy, Tom no te habrá hecho daño, ¿no?
Amy vuelve a agarrar el espejo para visualizar mejor la marca.
-No, no fue Tom. Hoy sólo nos besamos.
Miro con extrañeza el moratón. Estoy segura de que esa marca fue hecha con una mano que la apretaba.
-Aunque no recuerdo mucho de lo que hicimos. Me dormí.
-¿Cómo que te dormiste? -comienzo a notar cosaz muy extrañas y llamativas en su relación con Tom.
-Era raro. Estaba muy cansada. Tom me dijo que a los diez minutos de estar juntos, me dormí.Abro la boca soprendida, tratando de buscar alguna respuesta coherente al mar de incoherencias varias.
-No sé, Erika. Quizás deba descansar. Estoy muy cansada. Tanto física como mentalmente.
-¿Qué está pasando? -escucho el susurro lejano de Jannette.
El sonido es realmente confuso y apenas descifrable. Pienso en levantarme para ver qué sucede, pero mis párpados pesan demasiado.
-Hay que despertarlas.
Noto unos pasos caminar hacia mi cama y una mano reposar en mi hombro, el cuál mueve.
-Erika, despierta. Es urgente.
Muy a mi pesar, y en contra de mi voluntad, abro los ojos y me levanto. Me cuesta unos segundos adaptarme a la luz tenebrosa del cuarto, pero pronto comienzo a apreciar las caras de miedo de mis compañeras de habitación.
Amy me agarra con fuerza del brazo para levantarme de la cama y llevarme aprisa hacia la sala común. Allí, nos encontramos con Wood y los mellizos, los tres en sus pijamas y con el cabello exageradamente despeinado.
-¿Qué sucede? -pregunto una vez nos hemos reunido los cinco.
-El directo ha pedido urgentemente que todos los alumnos fuéramos al Gran Comedor. Ha sucedido algo.*****
Una vez los últimos alumnos de Hufflepuff -entre ellos mi hermano- han llegado, el director Dipplet y el resto de profesores se colocan en medio del comedor.
Noto la mirada de Wiglaf sobre mí, a quien no he visto desde que discutimos, y me sonríe tímidamente.
-Alumnos, ha vuelto a suceder algo alarmante y merecíais saberlos cuanto antes -noto la tensión en su voz, acompañada por el nerviosismo-. La cámara de los secretos ha sido abierta. El basilisco está rondando por los pasillos.
Wood se coloca a mi lado y me mira con los ojos abiertos como platos.
-Todos los alumnos deben tener especial cuidado. Pero sobre todo aquellos hijos de muggles. El basilisco busca matar a aquellos que no sean de pura sangre.
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heirs & romances [Tom Riddle]
FanfictionErika Kleine, la perfecta estudiande de Hogwarts, jugadora y capitana del equipo de Gryffindor, vive en su perfecra sintonía hasta que debe establecer por fuerza una relación con Tom Riddle. ¿De qué modo revolucionará su vida la llegada del Slytheri...