—La muerte de la inocente Myrtle fue completamente accidental. Sin embargo, incentivó este gran descubrimiento —alza el diario entre sus manos, como alabándolo.
—Un simple diario.
Riddle suspira sonoramente ante mi respuesta. Miro el reloj; son las 00:45 am. Exausta, me dejo caer sobre mi cama. No soporto que Riddle de trescientas vueltas en torno a un mismo tema sin dar una respuesta concreta.
—Llevas toda la noche con el uniforme del colegio, ¿quieres que te deje algo de ropa? —señalo mi armario—. Tengo un par de camisetas antiguas de mi padre.—Si lo prefieres, me puedo quitar toda la ropa —le tiro un cojín con fuerza a la cara, borrando la sonrisa que se le acababa de formar.
—Enfócate —. le exijo, no quiero malgastar mis horas de sueño en vano.
—No es un simple diario, Erika.
—Está bien, ¿qué le hace tan especial?
—Contiene magia —frunzo el ceño, a la par que él se levanta—. Tras la muerte de Myrtle, un tipo de magia oscura tomó posesión de mi diario. Probablemente, el alma de Myrtle haya quedado atrapada en él.
Busco en los recónditos de mi cerebro si tengo algo de información respecto al tema, pues me suena haber leído algo sobre ello mientras investigábamos sobre Salazar Slytherin.
—Insinúas que tu diario se ha convertido en un Horrocrux.
—¿Cómo sabes lo que es? —me mira sorprendido.
—Soy muy lista —le giño un ojo a la vez que toma asiento a mi lado—. Entonces, el diario no posee el alma de Myrtle.
—¿Cómo?
—Posee un trozo de tu alma, Tom.
Quedamos en silencio tras mi intervención. Por muy divertidas que sean las artes oscuras, jugar con el alma es muy peligroso, ya que este tipo de acciones son irreversibles.
—Es la clave de la inmortalidad; fraccionar el alma y depositarla en objetos inanimados —continúo bajo la mirada expectante de Tom—. Siempre y cuando estos objetos estén salvaguardados en buen estado, el alma y su poseedor permanecerán intactos.
—Entonces, una fracción de mi alma se encuentra en mi diario —asiento—. Eres brillante, Erika.
Ruedo los ojos, quitándole importancia al comentario.
—Durante el trabajo de historia leí alguna cosa respecto a los Horrocrux, pero no hay mucha información disponible.—Tendremos que recurrir a otros medios.
—¿Qué te hace pensar que te ayudaré, Riddle? —pregunto, recostada en la cama.
—Te propuse trabajar juntos porque nuestro conocimiento sumado puede ser ilimitado. Piensa todos los secretos que Hogwarts nos esconde. Piensa toda la magia oscura que no nos enseñan en la escuela —me enderezo para poder quedar sentada en ma cama, mientras veo que le empiezan a brillar los ojos—. El conocimiento es poder, Erika, y tú y yo podríamos ser todo lo poderosos que quisiéramos.
Termina su discurso, anhelando una respuesta por lo menos la mitad de intensa que la suya.
—Me aferraré más a mi interés por conocer más sobre la magia —comento, mientras su mirada vaya de mis ojos a mi boca—. El poder no me interesa ni lo más mínimo.
—Está bien, querida —acerca su cuerpo al mío—. Con tenerte a mi lado me basta.
A modo preventivo frente al beso que está apunto de darme Riddle, coloco mis manos en su pecho para evitar que se incline más. Frunce el ceño y suspira.
—Está vez no seré tan fácil contigo, Tom —me mira con una mezcla de ira y sensualidad—. Tendrás que ganárselo.
Camino apresurada por los pasillos del castillo. Desde mi reunión nocturna con Tom, no he podido descansar bien. Tengo la oxitocina a rebosar y, aunque me haga la dura, no hay cosa que más desee ahora mismo que estat entre los brazos de Riddle. La piel de Riddle es de esas que rozas una vez y ya no te la quitas de la cabeza. Por no hablar de esas manos y esos dedos que se sienten como estar en el cielo. Sólo de pensarlo se me acelera el corazón.
Cerca de la sala común de Gryffindor me encuentro de golpe con 2 figuras que se alzan frente a mí. Me desilusión al ver que no se trata de Wood, si no de Dumbmedor y Slughorn.
—¿A dónde va con tanta prisa, señorita Klein? —me pregunta extrañado el profesor de pociones, Slughorn.
—Me dejé un libro de adivinación en la sala común, y tema que alguien se lo haya llevado—miento.
—Está bien, vaya entonces a buscarlo —mira el reloj de mano que lleva consigo—. Me debo ir, en 5 minutos empieza la clase. Antes de que se me olvide, señorita Klein, quería invitarle a cenar conmigo y otros compañeros suyos el viernes —arqueo las cejas con sorpresa—. Sólo mis mejores alumnos asistirán, y usted está claramente invitada.
—Iré encantada profesor—Slughorn asiente, le dedica un pequeño gesto con la cabeza a Dumbledore y se retira.
Comienzo a sentir un ligero toque de nerviosismo apoderarse de mí. Me comienzan a sudar las manos como consecuencia de quedarme a solas con Dumbledore; aquella persona a quién en tantas ocasiones he mentido.
—Debo ir a por el libro —musito—. Que tenga un buen día, profesor.
Sin esperar respuesta, retomo mi camino hacia la sala común.
—El señor Riddle también asistirá a la cena —giro sobre mis talones para quedar de cara a Dumbledore.
—Entonces le veré allí.
—Tenga cuidado, Erika. Temo que Riddle le esté malinfluenciando. Es una persona oscura con un pasado muy oscuro.
Aprecio el semblante serio de Dumbledore.
—No hay de qué preocuparse, profesor—digo finalmente—. Buenas tardes.
Fin del capítulo 46...
Aclaraciones: en los libros, el primer horrocrux que hizo Tom Riddle fue el del anillo de Marvolo Gaunt. Sin embargo, para poder hilar bien esta historia, será su diario el primer Horrocrux que creó.
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heirs & romances [Tom Riddle]
FanfictionErika Kleine, la perfecta estudiande de Hogwarts, jugadora y capitana del equipo de Gryffindor, vive en su perfecra sintonía hasta que debe establecer por fuerza una relación con Tom Riddle. ¿De qué modo revolucionará su vida la llegada del Slytheri...