heirs & romances [Tom Riddle]

prólogo

    -Tus padres deben de estar impresionados -una voz grave y seca hace que me gire. No es más que aquel alumno de mi mismo curso y su habitual amabilidad.
    -¿Tienes algún problema, Riddle?
    -Ellos lo son. No entiendo cómo el director permite que entren sangres sucia.

Doy un paso hacia delante, intensificando la mirada. Sus ojos verdes me observan serios y su boca forma una mueca de asco.

    -Si tanto te molesta, deberías mirar hacia otro lado -sus ojos me fulminan.
    -Sangre sucia de mierda -susurra, acercándose más, muy cerca de mi oído.

Conozco a Tom. Sé lo mucho que disfruta metiéndose conmigo.

    -¿Este año vas a seguir igual de majo conmigo como siempre? -alzo la ceja mienstras él sonríe maliciosamente-. Eres un idiota, ojalá te... -paro de hablar cuando veo llegar a un chico de Ravenclaw.
    -¿Riddle te está incordiando? -me pregunta el chico. Wiglaf Sigurdsson, de mi mismo curso.

Tom suelta un bufido y por fin se marcha.

    -Tan sólo me recordaba que era una sangre sucia. Como si no me acordara...
    -Perdónale. Ya conoces a Tom. Él es...
    -Diferente -lo interrumpí-. Lo sé.

Sé que a Tom lo que le gusta es hacerme de rabiar, y yo intento no darle ese gusto, pero a veces suelto los estribos y no me callo. Le gusta verme cabrear. Le gusta que yo le responda. Le gusta que le insulte. Sabe que pierdo los nervios fácilmente, y eso también le gusta.

Sigurdsson me dedica una sonrisa sincera, adorable. Las mariposas del estomago se despiertan, como todos los años desde que le conocí.

No puedo evitarlo, Wiglaf es tan... perfecto.

Espero este año compartir más clases con él, y menos con Riddle.