heirs & romances [Tom Riddle]

39- Leave us alone

    -Podríamos ir a Hogsmeade -apoyo mi cabeza levemente sobre el regazo de Wiglaf-. No podremos tirarnos bolas de nieve, pero será bonito.

Miro adormilada el fuego de la chimenea mientras Wiglaf me masajea el cuero cabelludo. Esté en la situación que esté, esos masajes me hacen caer a un sueño profundo.

    -No sé si podré -musito lentamente, tratando de no cerrar los ojos-. Debo estudiar.

Escucho como Wiglad suspira sonoramente, a lo que inclino la cabeza para mirarle.

    -¿Qué?
    -Estudiar, estudiar y más estudiar -dice riendo-. Descansa. Sal a pasear. Estás blanca como la leche de no salir. ¡Sal a que te de un poco el sol! -tras decir esto, hace un ataque de cosquillas que produce grandes carcajadas por mi parte.

Hasta que me doy cuenta de que estamos en la sala común de Gryffindor y son las 11 de la noche, por lo que podríamos despertar a los alumnos.

    -Estoy descubrieron una gran cantidad de nuevos hechizos -abro los ojos al recordar lo que sucedió el otro día en una clase-. Hasta el profesor de defensa contra las artes oscuras me felicitó públicamente por el gran progreso que había hecho y lo avanzada que iba.

Wiglaf acompaña mi euforia con sonrisas orgullosas.

    -Es como que no puedo parar de estudiar. Me encanta adquirir conocimientos nuevos -admito-. Sobre todo respecto a las artes oscuras.

La sonrisa de Wiglaf se desvanece y me mira estupefacto.

    -No, las artes oscuras no -rectifico-. Me refiero a defensa. No estoy tan loca como para enfocarme en ejecutar artes oscuras.

Escuchamos la puerta de la sala común abrirse, y reconozco a Amy corriendo hacia las habitaciones.

    -Espérame un segundo, vuelvo en breves -beso la mejilla de Wiglaf y me encamino hacia las habitaciones.

Allí veo a Amy metida en el baño con la puerta abierta. Veo que está sacando algo de su cajón, por lo que entro al baño y cierro la puerta para que las dormilonas de nuestras compañeras no nos oigan.

    -E-erika -musita-. ¿Qué haces?
    -¿Qué hacías?

Me mira sin comprender. Al instante, detecto una mancha de un violeta casi imperceptible en su pómulo.

    -Amy, tienes otra marca de un golpe -digo con preocupación-. Sé qué estuviste con Tom. ¿Qué hicisteis? ¿Pasó algo?
    -No-no te lo puedo decir.

Se sienta en la tapa del váter y apoya su cabeza en ambos brazos.

    -¿Cómo que no me lo puedes decir? ¿Pero te has visto la cara? ¿Y el cuello? ¡Sigues teniendo la marca del cuello! -comienzo a caminar de lado a lado por los nervios-. ¿Qué te está haciendo Riddle? ¿Qué pasó? ¿Qué hicistéis?
    -No lo sé -dice alzando la voz y mirándome con los ojos llorosos-. No te lo puedo decir porque no recuerdo nada.

Ahoga un gemido de pena y vuelve a enterrar su cabeza en sus brazos. Yo me arrodillo a su lado y trato de calmarla.

    -¿Cómo que no recuerdas nada?
    -Todos los días que salgo con Riddle, vuelvo sin haber recordado más que el saludo y la despedida. No sé qué está pasando -me mira devastada-. Cada día aparezco con una marca nueva, y no sé el por qué.

Sus lágrimas resbalan por el ahora más notable moratón del pómulo de Amy.

    -No sé qué me está haciendo Tom.
    -Puedo hablar con él. Te debe de estar hechizando. Desde luego, no es no es normal que no recuerdes nada.
    -Pero no entiendo por qué lo estaría haciendo.
    -Porque Tom es así. A Tom le dan igual el resto de las personas. Es incapaz de mantener una relación estable. No sabe preocuparse de nadie más que de sí mismo.

Amy asiente lentamente con la cabeza, mientras se suena los mocos con un pañuelo.

    -Hablaré con él.
    -No -me interrumpe-. Lo tengo que solucionar yo. Mañana mismo, en cuanto finalicen las clases hablaré con él. Requiero respuestas.

    -Deberíamos organizar una fiesta. Es el mejor modo de alejarse temporalmente de los examenes.
    -Tienes razón, Archie. Y debe ser tan buena como las de Slytherin.
    -Concuerdo contigo, Noe. Los Slytherin hacen las mejores fuestas.

Río por su ocurrencia. Realmente, el ambiente, la bebida y la música de las fiestas de los Slytherin son insuperables.

A lo lejos veo a Amy entrar en el comedor mientras que con la mirada noto cómo nos busca. No le fue complicado encontrarnos ya que el comedor estaba prácticamente vacío salvo por algunos estudiantes. A un paso más que veloz, se dirige hacia nuestra mesa, por lo que yo me levanto aprisa para recibirla. Seguramente me traiga noticias sobre Riddle.

    -¿Qué te dijo? -le pregunto cuando se encuentra a apenas dos metros de mí.
    -Eres una zorra.

En una fracción de segundo alcanza mi posición y me propicia tal bofetada que retumba por todo el comedor. Al instante, le doy un gran empujón que hace que se tambalee hacia atrás.

     -Amy, ¿qué cojones te crees que haces? -grito.

Wood se lanza a sujetar a Amy para evitar que esta contraataque físicamente, mientras que Archie me rodea con fuerza con sus brazos, quedando así Noe en medio de nosotras.

    -Qué cojones haces tú, mejor dicho -me responde con igual de fuerza-. Eres una hipócrita de mierda. Intentas que Tom y yo cortemos, y todos sabemos que es porque estás enamorada de él.
    -¿Qué?
    -Que llevas todo este curso acosando a mi novio -trato de deshacerme en vano del agarre de Archie-. Sé que besaste a Tom y le forzaste a tener relaciones en el lago. Sé que le has estado extorsionado, todo para que acepte a estar contigo.

Niego con la cabeza, sin poder creer lo que oyen mis oídos.

    -Todos estos días has tratado de convencerme de que lo dejara para tirarte luego sobre sus brazos, cuando te recuerdo que tuenes novio.
    -Lo que sea que te haya contado Riddle, es falso -escupo cada palabra con más odio que la anterior-. Te dije que hablaras seriamente con él por tu seguridad y tu bienestar. Te había hecho putos moratones en la cara a saber cómo.
    -Me da igual, Erika. Eres una zorra -todo el odio se acumula en sus ojos-. Quizás hasta lo de los moratones era un plan tuyo para que cortara con él. ¿Me has estado hechizando por las noches o algo? Déjanos en paz. No queremos tú opinión de mierda sobre nuestra relación, porque es nuestra y de nadie más.
    -Ya me he cansado -pronuncia Wood antes de agarrar a Amy y empujarla fuera del comedor.

Los brazos de Archie comienzan a destensarse y observo a Amy alejarse, tratando de deshacerse de Wood.

    -No quiero saber nada más de ti -grita desde la distancia-. Ni trates de acercarte a Tom. Él jamás te querrá porque eres una zorra entrometida.