ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ

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Envolví mi mano herida con la venda que antes había usado, aunque esta ahora estaba teñida de sangre, pero gracias a que no tengo más, debo usar esa. Apreté con fuerza la tela para evitar mas hemorragias. 

Miré mi rostro comprobando que el rojo había abandonado por fin mi nariz y mis ojos.

Salí del baño intentando calmarme y parecer tranquila. Llegué al banco donde esta mañana nos habíamos encontrado con Yuta, y los dos chicos estaban ya sentados en el.

- Tardaste muc- Taeyong dejó de hablar al ver mi mano- Daram, que le pasó a tu herida.

- Se abrió al lavarme la cara.

-¿Has llorado?- Yuta me miró preocupado.

-¡Daram! ¿La mano bien?- se acercó Nayeon a nosotros- Estaba pensando, que a tu hermano le hubiera encantado ver lo de antes... o hacerl- antes de que acabara esa frase, estampé mi puño en su cara.

No iba a tolerar que dijera algo así de mi Jaemin.

-¡Daram!- exclamó sorprendido Taeyong. 

Nayeon se levantó furiosa, y levantó su mano para impactarla en mi rostro, pero me adelanté, haciendo que la mía llegara a su cara antes.

-¡Basta!- Taeyong me sujetó por los hombros para impedir que volviera a atacar a Nayeon.

- Eres una enferma como el, Daram, y lo de la mano es lo que te mereces, los raros merecen ser castigados.

Iba a responder pero Yuta se puso frente a mi.

- ¿Qué le hiciste en la mano?- la voz seria de Yuta me provocó un escalofrío.

- ¿Eso? Me la encontré con la mano sangrando, y me ofrecí a lavarla con un poquito de acetona, ya sabes, para las uñas, ¿Verdad, Daram?

- No te quiero ver cerca de ella otra vez- Yuta soltó aquellas palabras como si fueran un escupitajo hacia Nayeon.

- ¿Algún problema con Nayeon, Nakamoto?- se acercó el novio de Nayeon a nosotros, Junghoon.

- Bastantes, agradecería que se mantuviera lejos de mi vista- podía notar que Yuta cada vez estaba más enfadado.

- Pero, es que... tiene razón.

Esta vez Yuta no respondió con palabras, se acercó a Junghoon, agarrándole por su camisa.

- Si tienes algo que decir sobre Daram, estaré dispuesto a escucharte mientras te parto la cara.

Yuta soltó a Junghoon, se dio la vuelta, y nos sacó a Taeyong y a mi de aquel lugar, caminando hasta una zona más alejada del patio.

-¿No ibas a decirnos lo que hizo?- preguntó Yuta.

- Yo... Pensé que se quedaría solo en eso.

- Yuta, da igual, vamos a calmarnos- pidió Taeyong.

- Dame la mano- Yuta se dirigió a mi- confía.

Yuta primero rebusco en sus bolsillos, y sacó algo de ellos.

A continuación, me quitó la venda, ya cubierta totalmente de sangre. Colocó una venda nueva, que había sacado anteriormente, la cual era más gruesa y quedaba más justa.

-¿Por qué tienes una venda en tu bolsillo?- pregunté sin entender.

- Por nada.

Terminó, y sonó la campana.

-Vamos- dijo Taeyong.

Las clases terminaron sin nada destacable, al salir del aula, Yuta se fue a su casa después de despedirse. Taeyong y yo esperamos a Jeno, pero al llegar nos dijo que saldría con sus amigos, así que Tae y yo nos dirigimos a su casa solos.

- ¿Pasó algo con Joshua?- preguntó una vez nos sentamos para comer- No cuela lo de que solo pregunto por alguien.

- No pasó nada Tae.

- ¿Por qué no confías en nosotros?- no pude seguir mirándole a los ojos- Daram, te estamos protegiendo, te ayudamos, te damos apoyo... ¿No deberías por lo menos contarnos lo que te pasa? Mírame a los ojos, Daram.

Obedecí, encontrándome con sus ojos directamente.

- Solo me ofreció volver con él.

- ¿Aceptaste?

- No, claro que no- me ofendió levemente que creyera que aceptaría a Joshua otra vez.

- ¿Solo te dijo eso? Es decir, sin hacerte nada.

- Si, Taeyong, ¿Qué esperas que hiciera? ¿Qué me besara?

- ¿Lo hizo?

Me sonrojé inmediatamente, y desconecté nuestras miradas.

- ¿Ese idiota te besó?

- No fue un beso, solo fue unos segundos.

Taeyong no siguió con el tema, comimos en silencio.

Uno incómodo.

- Voy a ducharme- Taeyong se levantó y subió hasta su cuarto.

¿Estaba enfadado? Su tono hacía pensar eso.

 ¿Hice algo mal?

Recogí la mesa y subí al cuarto de Taeyong. Toqué antes de entrar, pero como no contestó, supuse que no estaba dentro, entré y me senté en una de las sillas de la mesa de estudio.

Abrí mi mochila y empecé a hacer tareas. Mis ojos pesaban, cada vez más, y más, y más.

Todo se volvió negro, mi cabeza se apoyó en la mesa, y me dormí.

Me encontraba en mi cuarto, salí despacio al pasillo, encontrándome con Jaemin en él.

- Nana...

- No me ayudaste, me dejaste morir.

Desapareció, corrí hacia donde estaba pero solo había un montón de polvo. Bajé las escaleras y nuavemente había alguien quieto. Johnny.

- Si me hubieras ayudado...

Tal como había hecho Jaemin, se esfumó, con el mismo rastro que Nana.

Caminé, ya asustada, a la cocina.

- Vas a perdernos- dijeron Jeno y Haechan- como hiciste con Jaemin.

Otra vez, la imagen de los dos se disipó. Dejando lo mismo que los dos anteriores.

Ya al borde del llanto salí al recibidor.

- No estás cuidando de quienes te quieren- Yuta dijo esto, desvaneciendose luego como los demás.

Corrí al baño mientras lágrimas de confusión y miedo caían por mis mejillas. Al llegar, una última persona apareció.

- Abre los ojos, Daram, nos estas perdiendo, a nosotros y a ti- la voz de Taeyong hizo eco en mis oidos, iba a volatilizarse, intenté abrazarle, tocarle, evitar que se fuera.

No pude, dejó el mismo rastro y no se quedó conmigo. Estaba sola. Miré el espejo y vi el reflejo de Nayeon.

-Te lo dije.

Desperté de golpe, respirando con dificultad y sintiendo lágrimas cayendo.

-¡Daram! ¿Estás bien?- miré a un costado, encontrándome con Taeyong.

Me levanté de la silla y le abracé. Comencé a llorar, aún sabiendo que aquello había sido una pesadilla, algo dentro de mi me decía que aquello tenía razon. Me aferré al cuerpo de Taeyong, asustada todavía de que como en mi sueño, desapareciera para siempre, se fuera.

- Tranquila Nana, estoy aquí.