Abrí los ojos sintiendo un olor extraño en mis fosas nasales. Vi un techo blanco con luces led que me hicieron lagrimear un poco, giré mi rostro dejando ver una mesilla y detrás de ella varios aparatos raros. Asustada, intenté moverme pero me dolió todo el cuerpo al intentarlo.
Busqué con la mirada a alguien hasta que una enfermera entró en la habitación.
- ¿Qué ha pasado?- pregunté totalmente desorientada.
- Que bueno que despertó, no se preocupe- la mujer empezó a revisar cosas a mi alrededor- ya has recuperado bastante sangre- dejó de hacer cosas y se acercó a mi- ¿Le duele algo específico?
Me quedé mirándola sin saber responder.
- Todo el cuerpo- la enfermera sonrió ante mi respuesta y asintió con la cabeza.
- Dejará de dolerte en poco tiempo.
- ¿Qué hora es?
- Estamos a lunes, son las doce de la mañana- la mujer me acercó mi móvil y luego salió de la sala después de una reverencia.
Encendí la pantalla totalmente confundida, busqué el chat con Jaemin y le mandé un mensaje preguntando que me había pasado. Al darme cuenta de la última fecha de conexión de Nana, leí la del día de hoy confundida.
¿Casi una semana? Nana siempre está conectado.
Entonces recordé todo. La cara de Jaemin, el cuchillo, el baño, a los chicos llorando, las noches en casa de Tae, el funeral, el taxi, mi casa, mi baño... sangre.
Me empecé a marear, antes de cerrar los ojos pude tocar el botón para llamar a la enfermera. Volví a abrir los ojos con un hombre sentado al lado mío.
- Señorita Daram, soy psiquiatra- asentí mirándole- yo y una psicóloga vamos a ayudarle a recuperarse del suceso traumático de su hermano.
El hombre se calló al entrar una mujer distinta, quien se sentó y se presentó como la psicóloga. Durante muchísimo rato me hicieron preguntas sobre mi vida, mi relación con Nana, Johnny, Taeyong, mis padres... Luego me preguntaron sobre lo que pasó ayer. Les conté sobre las palabras de Joshua y como me afectaron.
Cuando acabaron de hacer preguntas y recoger datos, me dieron una cita para una semana y luego salieron de mi habitación.
A los pocos minutos un médico entró y me dijo que habían comprobado que ya estaba estable y que pronto empezaría a sentirme mejor. Me incorporé y luego el hombre salió.
Acaricié mi mano mirando al frente mientras reflexionaba sobre lo sucedido... me imaginé las caras de Taeyong, Yuta, Jeno y Hyuck y sentí que algo se rompía dentro de mí... los pobres debieron pasarlo fatal por mis acciones inmaduras.
La puerta se abrió, y quien menos esperaba la cruzó.
Lee Donghyuck parecía destrozado. Pude distinguir ojeras bajo sus ojos, un tono más pálido y el menor rastro de una sonrisa en sus labios. El menor sin mirarme a los ojos se acercó y se sentó en la silla que estaba colocada al lado de mi cama.
- Hola- susurró.
Hice una mueca al verle. Tragándome gemidos de dolor, me acerqué a él y dejé mis pies caer por la camilla. Le atraje a mi y cubrí su cuerpo con mis brazos, las lágrimas no tardaron en salir. El menor lloraba en silencio mientras yo reprimía mi propio llanto.
- No puedo ni dormir- lamentó- no puedo cerrar mis ojos sin verle.
Me mantuve tranquila, acariciando su espalda.
- Te veo a ti con él... es insufrible noona... de verdad que no puedo más- Hyuck sorbió su nariz y se alejó.
- Sé que puedes- acaricié su mejilla llena de lágrimas- confío plenamente en tí, te buscaré un terapeuta como a mí, superaremos esto juntos y volverás a cerrar tus ojos en paz- el menor me miró a los ojos.
Pude ver a través de ellos al niño de siempre, al pequeño moreno juguetón y travieso que cada vez que podía hacía alguna jugarreta sin intenciones de dañar a alguien realmente. Aquel chico que ríe a carcajadas y hace reir a carcajadas a los demás. Pero ese niño estaba roto por dentro.
- Nos apoyaremos mutuamente- acaricié su rostro y dejé un beso en su mejilla.
Donghyuck me dio un último abrazo y salió de la sala.
Jeno se asomó por la puerta y nada más verme rompió a llorar. Corrió hacia mí abrazándome, y aunque dolió la fuerza con lo que lo hacía, valió la pena al verle sonreír lleno de lágrimas.
- Estoy tan feliz de verte despierta- sus palabras sinceras llegaron a mis oidos provocando que lágrimas quisieran salir. Envolví a Jeno en un abrazo y dejé múltiples besos en su frente y mejilla.
- Gracias por cuidar de Hyuck- susurré en su oído- ahora cuida de tí mismo, me encargaré de lo demás.
Jeno asintió y salió. Fue el turno de Yuta de entrar.
Me paralicé al verle. Miré sus manos vendadas y fruncí el ceño para evitar llorar.
- ¿Yuta...qué es eso?- señalé su mano.
Se sentó y las miró.
- No te lo puedo decir- susurró- no quiero decepcionarte.
Yuta es una de las personas mas cabezota y orgullosa con la que me había encontrado nunca. En serio, era surrealista.
Suspiré y le obligué a mirarme.
- Dímelo o tendré que averiguarlo por mi cuenta.
Yuta tragó saliva y levantó sus manos.
- No me enorgullece, dejar sangrienta mi mano después de darle golpes a una persona- miró a la pared- no es algo que quiera decirte a tí.
Mi mente viajó hasta aquel día en el que Yuta sacó de su bolsillo vendas como si fuese lo más normal del mundo.
- ¿Tú...?
- También bebo- confesó- lo dejé de hacer cuando recuperamos contacto- cubrió sus ojos con sus manos- joder, Taeyong tiene que soportar todo por mi... me va a buscar, me cura, me consuela... soy una mierda de amigo, Daram, no quiero que estés tu en eso también. Estás ingresada por un intento de suicidio, no debería estar diciéndote mis miserias- su voz empezó a temblar- lo siento tanto... perdón... perdón de verdad- escuché un sollozo a la par que mi corazón se estrujó- es que ver tu cuerpo ahí... saber que tú quisiste acabar con tu valiosa vida... no te culpo, yo no hubiera soportado tu situación pero- soltó otro sollozo- pero es que no me imagino vivir sin tí... sin Tae, sin Hyuckie o Jeno... mierda, soy tan dependiente de ustedes, no sé cuando pasó pero es que...
Tomé una bocanada y dejé mis manos sobre las suyas.
- Perdón... no quería llorar- se limpió las lágrimas y me miró.
- No eres el primero- bromeé aguantando un lloriqueo.
- Te quiero, Daram- me quedé quieta al escucharle- gracias por haber sido mi amiga... de verdad te quiero.
Sonreí conmovida, solté una lágrima y le abracé. Yuta era realmente un gran chico.
Salió del cuarto dejando a una sola persona por pasar. Mis manos temblaban de emoción y miedo a la vez.
- Hola- su voz irrumpió en mis oídos sacándome instantáneamente una lágrima más.
- Perdón- le miré a los ojos y el se arrodilló frente a la cama dándome las manos.
- No, no pidas perdón- acarició mi pulgar- no hay que pedirlas, no es tú culpa.
- ¿Lo pasaste mal?
- Sí, pero está bien- se sentó después de ayudarme a recostarme- porque ahora estás frente a mí, viva y recuperándote- acarició mi mejilla con ternura- ¿puedes dedicarme una sonrisa?
Una lágrima se deslizó por la mejilla de cada uno de nosotros. Asentí sonriéndole y el se acercó para dejar un beso en mis labios.
Era salado, pero eso no importaba en ese momento.
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ʜᴀᴢᴍᴇ sᴏɴʀᴇɪ́ʀ
Fanfiction- Haré que seas la misma de antes. - ¿Como harás eso Lee? - Dímelo tu- se acercó más a mí- ¿Qué debo hacer? - Hazme sonreír. 6 #leehaechan ( 4/06/21) 5 #leehaechan ( 11/06/21) 20 #yuta (25/06/21) 17 #yuta (30/06/21) 92 #leetaeyong (26/08/21) 1 #tyt...